A 66 años del refugio San Martín, cuenta regresiva para su reapertura

El refugio San Martín ubicado a orillas de la laguna Jakob cumple hoy 66 años. La idea surgió en 1950 para homenajear los 100 años de la muerte de José San Martín y se terminó de construir en 1952. Hoy es uno de los más antiguos de Bariloche.

La inauguración del nuevo refugio tras el voraz incendio que lo consumió por completo en julio del año pasado, será recién en unos 30 días. En el Club Andino Bariloche, creen que podrían reabrir las puertas para Semana Santa.

La construcción comenzó el 4 de diciembre con una cuadrilla de 8 hombres que acampan en ese lugar. Se trata de la misma empresa constructora que concretó el refugio Roca en el 2013.

Pero además, hay gran cantidad de voluntarios que constantemente suben herramientas que faltan.
A 66 años del refugio San Martín, cuenta regresiva para su reapertura

“El techo ya está, se están poniendo las aberturas y ahora viene lo más tedioso que son las terminaciones. El proyecto del arquitecto Maxi Alvarez fue consensuado con el Club Andino, Parques Nacionales y el refugiero”, indicó Martín Enevoldsen, el presidente del Club Andino Bariloche.

Si bien el nuevo refugio es muy similar al anterior con una capacidad para 70 personas, aseguran que será “más práctico”. “Son los mismos metros cuadrados sobre la misma base que quedó después del incendio. Pero al ser nuevo, se optimizan todos los espacios. El refugio viejo era una ampliación de una ampliación de otra ampliación. Además, al quedar un tanto más elevado el comedor, te da una vista fantástica a la laguna”, indicó.
A 66 años del refugio San Martín, cuenta regresiva para su reapertura

El nuevo refugio costó 8,5 millones de pesos y fue financiado con el cobro del seguro, un aporte del gobierno provincial, donaciones de socios y fondos del Club Andino.

Enevoldsen aseguró que “lo más caro fue el traslado de materiales en helicóptero. Sólo en eso, tuvimos 3 millones de pesos. Ahora nos faltan 200.000 dólares que demanda la turbina río abajo para que haya energía y no se consuma la leña del lugar”.

Aclaró también que “está abierto a todo el mundo. Lo gerencia el Club Andino pero es de todos”.