Acorralado por la Justicia, López renunció a su banca en la Legislatura

 El legislador oficialista Rubén López dimitió ayer a su banca. Ese desenlace responde al avance judicial en las causas penales en las que está acusado por abuso sexual.

Ya no tenía tiempo ni espacio para seguir en la Legislatura. Vence –en pocos días– su licencia otorgada el 6 de febrero.

Pero quedó cercado definitivamente por la Justicia cuando supo del inminente procesamiento de la jueza Sonia Martín, en el marco de una de las dos causas por abuso que se tramitan en los tribunales cipoleños.

Desde fines del año pasado, López –también secretario general del Sindicato de la Fruta– registra dos denuncias en el juzgado de Martín. El primero corresponde a la investigación por “tocamientos impúdicos” a una empleada doméstica. El segundo pertenece a la presentación de otra joven por abuso sexual después de una cena de la Peña de Boca.

La magistrada ya habría resuelto el procesamiento de López en la investigación inicial.

En paralelo a esa decisión de la jueza, la exempleada de López hizo ayer una nueva y grave presentación ante la Justicia en Allen, asegurando que fue privada de su libertad y amenazada por desconocidos que le preguntaron “qué vas a hacer con el temita” (ver pág. 13).

El límite político

La salida libera de cierta presión al oficialismo, especialmente al gobernador Alberto Weretilneck, quien resistió –incluso entre los suyos– un desplazamiento anterior de López.

El límite fijado por el mandatario era el procesamiento. Ese componente ayer se hizo palpable y explica la dimisión, más allá de que en la nota figure la fecha del lunes 24 de abril.

El texto, dirigido a Weretilneck y al presidente de la Legislatura, Pedro Pesatti, reproduce su postura de víctima de una “campaña de desprestigio” de parte de “los que gustan golpear desde la oscuridad”.

Entiende que su defensa de los “trabajadores y sectores más desprotegidos me colocan en una situación de vulnerabilidad”.

Su defensa –dice– “irritó profundamente a distintos sectores de poder” y por eso “se encarnizaron en mi figura”. Explica que lo intentan destruir en lo “sindical, desde lo político, desde lo personal, ahora atacan también a todo aquello por lo que he trabajado incansablemente”.

Recordó su participación en la creación de Juntos Somos Río Negro y consideró que fue “otro ‘pecado’ que no me han perdonado”.

Avanzó en “su renuncia indeclinable”, esperando que la misma “permita un respiro en esta campaña de acoso y difamación que sufre mi gobierno”, como también, “tener la cabeza más despejada” para la elaboración de mi defensa”, quitando del “medio un elemento de confusión y de agresión por parte de esas fuerzas que no quieren o no creen que los trabajadores podemos sentarnos en la mesa de las decisiones”.

“Mi compromiso seguirá siendo total, más allá de los cargos que pueda ocupar o de lo que nos depare el futuro. Pero debemos separar los tantos y hacernos responsables de lo que nos toca. En mi caso, vindicarme”, agregó López.

El gobernador Weretilneck se refirió a la renuncia anoche en Bariloche.

“Como dijimos desde un principio, estábamos esperando que avance la causa judicial y como hay semiplena prueba del hecho, el diputado llegó a esta resolución”, explicó en rueda de prensa.

Luego agradeció “el gesto” del diputado hacia Juntos Somos Río Negro.

La voz del mandatario fue la única del oficialismo que se escuchó ayer sobre el caso. “Río Negro” intentó conocer la opinión de distintos legisladores oficialistas, pero todos se excusaron y pidieron tiempo para hacer públicas sus evaluaciones.

Las reacciones sí comenzaban a aparecer anoche entre los detractores del sindicalista. “El pueblo se comprometió y pudo más que la Legislatura. La renuncia de López es un triunfo de los trabajadores”, sostuvo el secretario general de ATE y de la CTA, Rodolfo Aguiar.

Además de las causas por abuso, López también enfrenta una denuncia penal por lavado de dinero, presentada a partir de una investigación de “Río Negro”.