Amplio debate sobre el mega proyecto eléctrico

 La segunda línea de 132 kV desde Alicurá destinada para garantizar la provisión eléctrica en Bariloche, Dina Huapi y Villa La Angostura podría sufrir algunos ajustes y adecuaciones luego de la audiencia pública realizada ayer para examinar el estudio de impacto ambiental del proyecto.

Así lo admitieron el secretario de Energía de Río Negro Marcelo Echegoyen y el gerente de la Empresa Provincial de Energía de Neuquén (EPEN) Francisco Zambón, quienes ponderaron las características de la obra, pero dijeron más de una vez que estarán sujetas al informe ambiental definitivo.

Participaron de la audiencia hubo seis oradores, cuyos reparos -en algunos casos- fueron respondidos por los técnicos presentes.

Ana Wieman, de la ong Arbol de Pie, destacó que el nuevo tendido eléctrico de alta tensión será "fundamental para el cuidado ambiental", especialmente en La Angostura, que podrá desligarse de la generación térmica aislada. Pero cuestionó que el tramo que va desde Huemul hasta esa localidad (y que ya está en avanzada ejecución) sea subterráneo, mientras que el cableado por territorio rionegrino será aéreo.

Cuestionó que en el profuso marco normativo tomado en cuenta por los técnicos no haya sido considerada la ordenanza 952/99 de Bariloche, "que en su artículo 1 obliga a soterrar las nuevas líneas de suministro eléctrico".

Luis Rossi, de la misma organización, insistió también en ese punto y se quejó de que el "esté muy referido a Neuquén, porque lo pagó el EPEN".

Los planteos ambientalistas no fueron expresados sólo por Arbol de Pie. El gerente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche, Federico Lutz, dijo que la nueva línea es "una inversión ideal" para la región pero evaluó que "se puede mejorar" si no se considera sólo la variable económica "sino también la social, la ética y la variable ambiental". Propuso "no hablar tanto de eficiencia sino también de sustentabilidad".

El secretario Echegoyen advirtió que el soterramiento sólo es posible en electroductos de media tensión hasta 33 kV (como el que llega a La Angostura) pero en tendidos de alta tensión falta todavía tecnología apta y "no hay antecedentes en la Patagonia". Consideró que la ordenanza barilochense debe ser aplicada antes que nada "en los sistemas de distribución dentro de la ciudad".

Pasaron también por el estrado el intendente de La Angostura, Roberto Cacault, y el representante de la Cámara de Comercio de esa ciudad, Alejandro Seltepossi, quienes subrayaron la necesidad imperiosa de lograr cuanto antes la interconexión y el "alto impacto económico y social" que tendrá la obra.

Otro expositor fue Raúl Braeckman, en nombre de la estancia El Cóndor, cuya superficie será atravesada por la línea. Observó que de acuerdo al diseño presentado la traza "afectará el desarrollo urbano de Dina Huapi, los mallines del río Ñirihuau y la actividad productiva de Bariloche", ya que cruza el predio destinado al futuro polo tecnológico.

En la apertura de la audiencia también había expuesto el geólogo Carlos Beros en representación de la consultora que elaboró el estudio. Dijo que en el primer tramo de 75 kilómetros la traza correrá junto a la línea actual de 132 kV, y desde la estación transformadora Pilca Viejo torcerá hacia Dina Huapi y correrá paralela la ruta 23. Desde allí está previsto que se bifurque hacia Bariloche y hacia el río Limay, para conectar con la línea que construye el EPEN desde La Angostura.

Dijo que los proyectistas previeron un recorrido de "baja sinuosidad" para afectar lo mínimo posible el área protegida del parque nacional Nahuel Huapi y también pusieron cuidado especial en preservar las lagunas y pastizales, los bosques de ciprés que perduran en la estepa y los "ambientes singulares" caracterizados por la presencia humana.