Bariloche: resisten el alumbrado público en Los Coihues

Un proyecto para instalar alumbrado público en Villa Los Coihues, similar al que en cualquier barrio encontraría apoyo unánime de los vecinos, quedó atravesado por una impensada polémica.

La colocación de luminarias cada 50 metros en todas las calles es alentada por un grupo de pobladores, que esperan defender esa idea en una asamblea convocada por la junta vecinal para el próximo sábado.

Pero otro grupo se opone con el afán de preservar "la noche natural", que dejarían de disfrutar -según dicen- en caso de que avance la "contaminación lumínica". En el marco de esa campaña, el domingo último realizaron una caminata nocturna por el barrio de la que participaron unas 50 personas.

Villa Los Coihues está ubicada a unos 15 kilómetros del centro de Bariloche. La trama urbana se extiende sobre la costa del lago Gutiérrez y sobre el valle surcado por el arroyo del mismo nombre. Es una zona de abundante bosque, enmarcada por el cerro La Vieja y la estribación oeste del cerro Otto.

Diego May, uno de los organizadores de la caminata, dijo que la controversia surgió porque "alguna gente no se adapta al lugar" y suscribe el concepto de que "el progreso es tener todo iluminado, como en el centro".

Explicó que en Los Coihues "algún alumbrado hay, porque no se prohíbe. El vecino que quiere llama a la cooperativa, paga la luminaria y se la instalan".

Pero lo que no quieren los defensores de la "noche natural" es que el barrio quede cubierto de "la iluminación terrible que se ve, por ejemplo, en la Pampa de Huenuleo".

Según May, la colocación de luminarias en todas las calles y cuadras "además de ser un desperdicio de energía, afecta a la fauna autóctona y no resuelve los problemas que se buscan evitar".

A su juicio, la seguridad no estaría garantizada porque "en los barrios donde hay alumbrado roban igual, aunque cambie la sensación". Agregó que "según algunos, la luz ayuda a ver los pozos y los perros sueltos. Pero la solución es encerrar los perros y arreglar los pozos, no iluminarlos".

El grupo que se opone al alumbrado público sostiene "se puede resolver la necesidad con las farolas que hay en las puertas de las casas y proyectan hacia la calle". También proponen "la compra comunitaria de linternas", para que todos los vecinos tengan la suya.