Con graves cuestionamientos, Héctor Delmas se fue del FER

 No hay caso con el organismo… El ahora ex directivo señaló que la Secretaría de Cultura ni siquiera le otorgó un espacio físico para trabajar pero además, acusó de poca transparencia a la ministra Giachino, quien nunca le mostró las cuentas.

Los escritores de Río Negro recibieron la renuncia de Héctor Delmas a la dirección del Fondo Editorial Rionegrino (FER) con sensaciones que van del estupor a la ironía. El propio interesado se encargó de hacer público su alejamiento a través de un mail que hizo circular entre escritoras y escritores de la provincia, el que contiene considerables críticas a la Secretaría de Cultura y al Ministerio de Turismo, en cuyo organigrama figura el área. No obstante, puso a salvo a la figura del gobernador, Alberto Weretilneck.

En términos estrictos, el cipoleño duró aproximadamente cuatro meses en el cargo, ya que si bien se impuso en el concurso que se celebró en los últimos meses de 2013, su designación recién se hizo efectiva en abril último. Su alejamiento siembra una vez más incertidumbre sobre la suerte del FER, un organismo “desconcentrado” del gobierno rionegrino cuya “caja” siempre es apetecida por los funcionarios políticos de turno, ya que surge de un porcentaje de la recaudación de Lotería de Río Negro. Cuando Delmas estuvo en Bariloche un par de meses atrás, confió que en sus cuentas existían un millón doscientos mil pesos que según la ley en vigencia, no se puede usar para otra finalidad que no sea la publicación, promoción y distribución del trabajo de autores rionegrinos.

Delmas dató su renuncia el reciente 28 de agosto y la elevó a la ministra de Turismo, Cultura y Deportes, la barilochense Mariana Giachino. Su alejamiento tuvo “carácter indeclinable e irrevocable”. Le expresó Delmas a la funcionaria del Ejecutivo su “dolor, ante el fracaso que presupone (la renuncia) para la puesta en marcha definitiva del FER, el cual había despertado el entusiasmo y adhesión de la mayoría de los más de 300 escritores provinciales”.

No hace más de dos semanas, el ahora ex directivo había informado sobre la finalización del empadronamiento, el que precisamente arrojó esa cantidad de rionegrinos que se expresan a través de la palabra escrita. En más de una oportunidad Delmas señaló que “el FER es de los escritores” y que sólo se limitaría “a cumplir la ley”, ya que las decisiones las tomaría el Consejo Asesor, cuya institucionalización prevé la norma. El ámbito en cuestión jamás pudo constituirse.

Fundó su determinación en varias cuestiones. Primero por orden de aparición, responsabilizó a “20 escritores de la localidad de Viedma, que designaron delegado de la Zona Atlántica, sin el aval de las otras localidades de esa zona (y) sin tener en cuenta que existía la propuesta del señor Jorge Incola, de Las Grutas, y Patricia García, de San Antonio”. Según Delmas, el grupo en cuestión decidió “como forma de generar confrontación y retrasos”, designar “a una escritora que vive en la ciudad de Patagones, provincia de Buenos Aires, hecho no admitido por las leyes y decretos pertinentes”.

Pero además, Delmas dio a conocer que “desde que asumí en el mes de abril, no he tenido ningún apoyo desde la Secretaria de Cultura, ni del Ministerio de Turismo, Deporte, y Cultura, sin proporcionarme un lugar físico, ni ningún personal u apoyo, debiendo movilizarme para reunirme o comunicarme con los escritores y autoridades, gastando de mi propio peculio, sin ser nunca liquidados los gastos presentados”. En efecto, a las reuniones de Bariloche y El Bolsón, el ex directivo llegó con su vehículo personal y con la esperanza de que reintegraran sus gastos, hecho que al parecer, nunca se produjo.

Por último pero con carácter “más grave y decisivo”, confió Delmas “que desde el primer día de gestión, estoy solicitando en forma escrita y verbal, el listado de ingresos y egresos de la cuenta del FER, recibiendo como única respuesta silencios o evasivas, la última de ellas el lunes 25 de agosto, donde fui citado a las 10 en el Ministerio, para entregarme el material respectivo, pero lamentablemente usted (Giachino) se había olvidado, y estaba en Buenos Aires, quedando en encontrarnos el jueves 28, cosa que no sucedió”.

Se puede concluir que inmediatamente después del segundo desplante, Delmas hizo efectiva su renuncia. “Como se comprenderá, no se puede llevar adelante este proyecto, si no existe por un lado, la unión de todos los escritores, y por otro la decisión política real de los representantes de gobierno provincial”. En una suerte de postdata, el cipoleño aclaró que “esta decisión está basada en los motivos expuestos anteriormente, continuando mi apoyo personal y total, a la gestión del señor gobernador Alberto Weretilneck”. Al momento de redactar estas líneas, “El Cordillerano” no había accedido a expresiones públicas sobre el asunto de la ministra Giachino ni del secretario de Cultura de Río Negro, Hugo Aristimuño.

Que no se detenga

Al trascender la renuncia de Héctor Delmas a la conducción del Fondo Editorial Rionegrino (FER), pudieron leerse varios comentarios en una de las redes sociales y también a través de los correos electrónicos que circulan entre los escritores. Por un lado, el alejamiento justificó el escepticismo de quienes observaron con mucha cautela los intentos por poner en marcha el organismo y por el otro, motivó el alerta sobre la suerte de los fondos que debería administrar el FER, que como decíamos más arriba, son cuantiosos.

Hay que recordar que la Zona Andina eligió prontamente a su delegada al Consejo Asesor. La barilochense Silvia García representa en esa instancia a los escritores de Bariloche, Dina Huapi y El Bolsón. Al hacerse público el alejamiento de Delmas, dio a conocer que intentará ponerse en contacto con los demás delegados para exigir al gobierno provincial que no detenga la puesta en marcha del organismo.

Desde Viedma, la localidad directamente cuestionada por el cipoleño, se planteó la necesidad de poner en marcha un llamado a concurso transparente. Cabe recordar que las convocatorias que formuló la anterior gestión de Cultura de Río Negro fueron muy cuestionadas por los escritores, en particular los de la capital provincial. En los próximos días habrá reuniones en las distintas zonas.