El Arsat-2 busca su órbita final en el espacio

 El satélite argentino Arsat-2, que fue construido en Bariloche por Invap, avanza hacia su órbita definitiva. Los propulsores fueron encendidos con éxito y la vuelta a la Tierra es desde el fin de semana un poco más larga.

Lo que hicieron fue cambiar la órbita en la que giraba el satélite desde su lanzamiento, el miércoles pasado. Esa órbita era (aún lo es) elíptica: en uno de sus extremos el Arsat-2 pasaba a 250 a 300 kilómetros de nuestro planeta y en el otro, a casi 36.000.

Lo que irán haciendo los técnicos de la empresa estatal argentina Arsat, junto a los padres de la criatura, los especialistas de Invap, es ir cambiándolo de órbita hasta que el giro sea lo más circular posible y equidistante de la Tierra.

"En estas maniobras se enciende el motor principal del satélite en el punto más alejado de la Tierra de cada órbita, lo que le permite adquirir otras más altas y circulares. Con el Arsat-2 es la segunda vez que un país latinoamericano dirige la puesta en órbita de un satélite geoestacionario. La primera ocasión fue el año pasado, con el Arsat-1", informó la empresa.

El segundo satélite geoestacionario de comunicaciones argentino fue construido por la empresa estatal rionegrina Invap, que ya tenía experiencia, a partir de la relación con la agencia espacial estadounidense NASA, en la fabricación de este tipo de aparatos, aunque de menor tamaño.

Argentina había concesionado las prestaciones de las posiciones orbitales asignadas por la autoridad internacional, que estaban a punto de ser perdidas. Por eso se creó la empresa Arsat y se eligió al Invap como desarrollador.

Cambios

Fue lanzado desde Guayana el miércoles pasado por una empresa francesa, Arianespace, que ya había colocado en órbita el Arsat-1 el año pasado.

Dos días después del lanzamiento "el centro de operaciones de Arsat en Benavídez inició el procedimiento de preparación de la maniobra de encendido del motor de apogeo, denominado LAE. Esta preparación incluye la orientación del satélite en la dirección que debe ser acelerado".

El apogeo es el punto de la órbita más lejano de la Tierra; el opuesto es el perigeo.

El encendido el motor del apogeo es una "maniobra es automática y se genera a través de un software interno de control desarrollado en Argentina. Se realiza para corregir el curso del satélite ante modificaciones por el impacto de encendido, posibles desalineaciones y por la pérdida de masa mientras avanza", se explicó desde la empresa.

La tercera maniobra fue el encendido de los propulsores, que en una primera etapa generó "impulsos correctivos cada medio segundo".

Con la experiencia del Arsat-1, esta vez se decidió llevar los pulsos "a intervalos de dos segundos, permitiendo optimizar el consumo de combustible".

"En todo momento -aclararon- se tuvo control de la temperatura del motor y su cámara de combustión, las presiones de los tanques y las perturbaciones".

Unas cuatro horas y media después de la primera maniobra, "se procedió a apagar el motor de apogeo y verificar los parámetros resultantes" y casi media hora más tarde "se dio fin a la maniobra tras descargar todos los datos pertinentes y reorientar el satélite nuevamente hacia el Sol", según consignó la empresa.El satélite argentino Arsat-2, que fue construido en Bariloche por Invap, avanza hacia su órbita definitiva. Los propulsores fueron encendidos con éxito y la vuelta a la Tierra es desde el fin de semana un poco más larga.

Lo que hicieron fue cambiar la órbita en la que giraba el satélite desde su lanzamiento, el miércoles pasado. Esa órbita era (aún lo es) elíptica: en uno de sus extremos el Arsat-2 pasaba a 250 a 300 kilómetros de nuestro planeta y en el otro, a casi 36.000.

Lo que irán haciendo los técnicos de la empresa estatal argentina Arsat, junto a los padres de la criatura, los especialistas de Invap, es ir cambiándolo de órbita hasta que el giro sea lo más circular posible y equidistante de la Tierra.

"En estas maniobras se enciende el motor principal del satélite en el punto más alejado de la Tierra de cada órbita, lo que le permite adquirir otras más altas y circulares. Con el Arsat-2 es la segunda vez que un país latinoamericano dirige la puesta en órbita de un satélite geoestacionario. La primera ocasión fue el año pasado, con el Arsat-1", informó la empresa.

El segundo satélite geoestacionario de comunicaciones argentino fue construido por la empresa estatal rionegrina Invap, que ya tenía experiencia, a partir de la relación con la agencia espacial estadounidense NASA, en la fabricación de este tipo de aparatos, aunque de menor tamaño.

Argentina había concesionado las prestaciones de las posiciones orbitales asignadas por la autoridad internacional, que estaban a punto de ser perdidas. Por eso se creó la empresa Arsat y se eligió al Invap como desarrollador.

Cambios

Fue lanzado desde Guayana el miércoles pasado por una empresa francesa, Arianespace, que ya había colocado en órbita el Arsat-1 el año pasado.

Dos días después del lanzamiento "el centro de operaciones de Arsat en Benavídez inició el procedimiento de preparación de la maniobra de encendido del motor de apogeo, denominado LAE. Esta preparación incluye la orientación del satélite en la dirección que debe ser acelerado".

El apogeo es el punto de la órbita más lejano de la Tierra; el opuesto es el perigeo.

El encendido el motor del apogeo es una "maniobra es automática y se genera a través de un software interno de control desarrollado en Argentina. Se realiza para corregir el curso del satélite ante modificaciones por el impacto de encendido, posibles desalineaciones y por la pérdida de masa mientras avanza", se explicó desde la empresa.

La tercera maniobra fue el encendido de los propulsores, que en una primera etapa generó "impulsos correctivos cada medio segundo".

Con la experiencia del Arsat-1, esta vez se decidió llevar los pulsos "a intervalos de dos segundos, permitiendo optimizar el consumo de combustible".

"En todo momento -aclararon- se tuvo control de la temperatura del motor y su cámara de combustión, las presiones de los tanques y las perturbaciones".

Unas cuatro horas y media después de la primera maniobra, "se procedió a apagar el motor de apogeo y verificar los parámetros resultantes" y casi media hora más tarde "se dio fin a la maniobra tras descargar todos los datos pertinentes y reorientar el satélite nuevamente hacia el Sol", según consignó la empresa.