El boom del fútbol femenino se instaló en Bariloche

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El fútbol tiene aroma de mujer desde hace un tiempo. Tres décadas atrás comenzó a crecer la cifra de mujeres futbolistas, a tal punto que en 1991 la FIFA decidió realizar el primer Mundial de Fútbol Femenino y hoy son 29 millones de chicas, de las cuáles 400 están en Bariloche, donde se vive el deporte con pasión y como un desafío para desmitificar aquello de que la pelota es solo para los hombres.
Para que no queden dudas, la pelota rueda con firmeza en las canchas donde las chicas son las protagonistas y hay hasta quienes, como Yamila, se animan a hacer jueguito con el balón en un precalentamiento en la polvorienta cancha de Adeful, donde un grupo de chicas se prepara para conformar la selección de fútbol femenino de Bariloche, con un objetivo claro: llegar al nacional de la AFA que se organiza en diciembre en Trelew.
"Las chicas juegan al fútbol por tradición familiar, porque de chicas jugaban con sus padres o hermanos y hasta algunas son más futboleras que los varones", dijo Diego Aranés, director técnico del seleccionado de fútbol femenino de la Liga de Fútbol de Bariloche (Lifuba) que hace dos meses afrontó ese desafío para convocar y entrenar a las mejores del fútbol de los equipos federados locales.
Las jugadoras con sus experiencias personales ratifican esta premisa. "El fútbol te contagia, mi papá y mi hermano jugaron toda su vida y eso motiva, por eso de chica ya empecé a jugar con ellos y con mi mejor amiga, que me invitó a jugar en Arcos Iris, en nuestro barrio, Virgen Misionera, y ahí juego desde los 12", contó Florencia, una de las defensoras de la selección que ahora, con 20 años, hace malabares con su trabajo para poder asistir a los entrenamientos y jugar los domingos con su club en la liga.
Melina, de 24, vino de Buenos Aires, donde comenzó a jugar a los 10 años en torneos mixtos y en cancha chica. "Tengo dos hermanos varones con quienes jugaba siempre", relató y su pase al fútbol de Bariloche ocurrió hace 3 años cuando llegó a la ciudad y una amiga la invitó a jugar: "Venía del fútbol de salón y acá en cancha grande me cuesta un poco pero está bueno", dijo la jugadora de 3 de Mayo.
La selección barilochense también convocó a Paula Castillo, una joven de 28 años que tiene una larga experiencia con la pelota. Empezó a jugar a los 8 en Cipolletti, su ciudad natal, donde la gastaba en el club San Pablo con los varones e incluso participó de un Mundialito. "A los 13 me vio un equipo de mujeres y empecé a jugar con chicas, estuve en la selección de Cipolletti, después me convocaron a probar en Buenos Aires para la selección nacional aunque no quedé" y cuando llegó a Bariloche para estudiar Educación Física empezó a jugar en Tiro Federal, pasó por varios clubes hasta hoy que integra la plantilla de 3 de Mayo como delantera.
Con menos experiencia, Romina y Natalia se sumaron hace poco al fútbol femenino. Ambas son amigas y tienen 16 años. "Empezamos a jugar en la plaza y una chica nos vio y nos invitó a integrar el equipo de Alas Argentinas de Dina Huapi", contaron las novatas que aseguran que fomentó a su participación en el fútbol "mirar partidos por TV".
Se estima que en Bariloche hay unas 400 chicas que juegan al fútbol en tres ligas, una municipal, Lifuba y Asocluba. "Es un boom en Bariloche hay muchas chicas que juegan y cada vez son más jóvenes y adolescentes y eso es bueno" dijo Mariana Loiza, jugadora del Bariloche Team y también preparadora física del equipo que entrena para el seleccionado.
El DT Diego Aragonés rechazó la premisa de que el fútbol es un deporte de hombres. "Se pueden sorprender al ver un partido de mujeres, el juego es más fluido, más constante, con más llegadas a los arcos, lo que hace un partido muy interesante y hay jugadoras con buenas habilidades casi más que los hombres", señaló.
La pasión de las mujeres por el fútbol se acrecienta con los mundiales. El de Brasil por caso mostraba de manera constante la hinchada de los equipos, en gran parte integrada por chicas que opinan y alientan igual que ellos. Y Argentina moviliza al conjunto femenino pero en el Mundial Femenino de Fútbol el equipo nacional no se destaca, en las estadísticas, está en el puesto 24 entre los que Japón obtuvo la copa en el último mundial, en 2011.
En Bariloche fue habitual ver en épocas del mundial mujeres en los festejos, con camisetas y formando parte de esa fervorosa hinchada. Y en los entrenamientos, la mayoría de las jugadoras lleva camisetas de sus clubes (mayoritariamente River en el caso del seleccionado) y llegan caminando con los botines al hombro.
-¿Es difícil conseguir la indumentaria para chicas?
-Para nada, son los mismos botines que los hombres -responden las que lucen llamativos calzados con colores vivos.
El reglamento de la AFA prevé un juego de dos tiempos de 40 minutos cada uno en la cancha de 11 jugadores y dos tiempos de 20 minutos en la de cinco.
En el equipo del seleccionado -o mejor dicho la preselección porque aún queda un filtro para conocer a las 16 que llegarán al nacional- se busca mejorar el nivel de resistencia física, la musculación, perfeccionar la técnica de juego y el dominio de la pelota. "Se trata de un entrenamiento de alto rendimiento", afirmó Aragonés, quien tiene un minucioso plan de trabajo en Vértice 7 que se inició a comienzos de agosto con el objetivo de armar el equipo que antes de llegar a Trelew tendrá la prueba de fuego en el interprovincial que se juega en Cipolletti en octubre.
"Queremos desarrollar un semillero de jugadoras en Bariloche", concluyó el DT.