Escalan tres pisos y queman juzgado en Viedma

 VIEDMA (AV).- Un incendio intencional, cometido por desconocidos que arrojaron un recipiente con un líquido inflamable, tuvo lugar en la madrugada de ayer y provocó la destrucción de numerosos expedientes en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de esta capital, a cargo de Carlos Mussi. Ante la magnitud del atentado se dispuso el asueto en el edificio central del Poder Judicial.

Tanto la Policía como los responsables de la investigación judicial aguardaban anoche las pericias de Criminalística y de Bomberos. Ellos deben confirmar si se trata de un acto premeditado, aunque todas las hipótesis giran en torno a su intencionalidad, según revelaron fuentes policiales y judiciales.

Para llegar al tercer nivel del edificio de Tribunales debieron trepar por una dependencia contigua que da al pulmón de la manzana. Foto: Mauricio Martín.-
Los investigadores están asignados a revisar todas las cámaras de seguridad que funcionan en el corazón de la capital rionegrina. Buscan reunir elementos sospechosos entre la gran movilidad de personas y la constante circulación de taxis, sobre todo por la céntrica avenida 25 de Mayo y casi a la hora que coincide con el cierre de los locales nocturnos. Asimismo, se solicitó colaboración a los expendedores de combustible con el propósito de verificar qué líquido se empleó y en un intento por identificar a los potenciales responsables.

El siniestro tuvo su epicentro en una estrecha oficina en el tercer nivel (2° piso) del edificio del Poder Judicial. Allí se encontraban apilados numerosos expedientes. Mussi es el responsable de la investigación de varias causas recientes e importantes, como un intento de homicidio de la joven Soledad Martínez, parte de los episodios ligados a presunta corrupción de menores y la violación y asesinato de Karen Álvarez, entre otros.

El edificio de tribunales está ubicado en una céntrica manzana donde también funcionan la Casa de Gobierno, la Jefatura de Policía y el bloque radical.

En menor medida resultó afectado además el sistema eléctrico y de redes en el sector donde funciona el Juzgado Civil y Comercial N° 1, en el mismo nivel, y en forma parcial las dependencias del Juzgado de Instrucción N° 2, a cargo de Favio Igoldi.

Tras las pericias de rigor, ayer contrataron fletes para remover el mobiliario dañado. Foto: Mauricio Martín.-
Los primeros indicios dan cuenta de que el o los responsables habrían ingresado por una playa de estacionamiento del Poder Judicial ubicada detrás del inmueble y sobre el pulmón de manzana. Todo indica que treparon hasta un techo de una dependencia de servicios de los tribunales, lo que les facilitó la vista de las oficinas del juzgado de Mussi o, por lo menos, quedaron de frente a pequeñas ventanas de los despachos donde trabajan sus más estrechos colaboradores. La Policía está averiguando si ingresaron al edificio rompiendo la pequeña abertura que se asemeja a un ventiluz o bien si arrojaron el inflamable desde fuera.

En el lugar habría sido encontrado el recipiente que figura en la causa como punta del ovillo para investigar el atentado. La fiscal en turno Paula Rodríguez Frandsen encabezó las primeras averiguaciones y estableció que el compartimiento más dañado quede aislado con una cinta. Luego trasladó las actuaciones a su par de grado Itziar Soly, con una primer carátula del expediente que sería "incendio y estrago".

El hecho se originó alrededor de las 6:30 y tras la señal de alarma concurrieron varias dotaciones de bomberos. El lanzamiento de agua causó perjuicios en papelería depositada en despachos del Juzgado 2, situado en el segundo nivel (primer piso).

Uno de los elementos que habría jugado a favor de el o los desconocidos es que la custodia del edificio permanece sólo sobre el acceso principal de la calle Laprida y en planta baja; en tanto que el incendio tuvo lugar en el tercer nivel. No obstante, fuentes policiales indicaron a "Río Negro" que al momento de escucharse la explosión el guardia dio inmediato aviso a Bomberos.

A raíz de lo ocurrido se hicieron presentes a primera hora el magistrado y los empleados, quienes durante gran parte de la jornada pasada rescataron los expedientes que pudieron y concretaron una profunda limpieza de las oficinas y habitáculos más dañados, en medio de un desánimo generalizado. También fue convocado el personal de maestranza del edificio y se contrataron fletes para retirar elementos y el mobiliario siniestrado.