Habló Camila, la estudiante fracturada en una excursión

 "Hice la denuncia para que esto no le pase a ningún chico más", dijo Vanina Veigas junto a la cama del Hospital Privado Regional donde su hija Camila, de 17 años, descansa mientras espera el traslado a Buenos Aires para ser sometida a la operación de la vértebra que se fracturó el lunes 25 de agosto, durante una excursión de aventura en el complejo El Rebenque.
Camila es estudiante de la escuela Che Guevara, de Parque Avellaneda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y llegó a Bariloche junto a otros 13 compañeros de curso en viaje de egresados con la empresa de turismo estudiantil Upgrade.
El grupo compartió el lunes pasado (25/08) la excursión vespertina de aventura en camionetas 4x4 que se realiza en el circuito El Rebenque (en el este de la ciudad), donde sufrió un severo golpe que le provocó una fractura en la tercera vértebra lumbar por la que deberá ser sometida a una implantación de prótesis y el aplastamiento de otras tres vértebras.
Mientras el resto del grupo inició el regreso a Buenos Aires, la adolescente permanece internada en el HPR a la espera de su derivación a algún centro de salud de mayor complejidad para la intervención quirúrgica y su posterior recuperación.
Camila contó lo sucedido a "DeBariloche" desde su sala de internación en el Hospital Privado y aseguró que pasaron varias horas desde el accidente hasta que le devolvieron su celular para llamar a su familia, cuando ya estaba internada en el hospital privado con diagnóstico de fractura.
"Fuimos a la ´4x4 night´ que simula una excursión de montaña con rocas y pozos, es una excursión de riesgo y aceleración que se hace en dos tramos y donde todo el tiempo te incentivan y preparan a los estudiantes para que estén desaforados y pidan más velocidad" relató Camila.
Contó que en el primer tramo de la excursión, que era más tranquilo, no llevaba casco porque iba adelante y que en la segunda parte, al pasar atrás, descubrió que los asientos estaban sueltos y los cascos no tenían traba de seguridad.
"Yo iba sentada sobre un cojín y le dije al chofer que no había cinturón de seguridad a lo que me respondió: ´no importa, te vas a reventar igual´ y empieza a manejar zarpado, con una aceleración muy fuerte que nos hacía saltar para todos lados y nos teníamos que agarrar el casco con la mano para no perderlo", dijo.
Camila aseguró que le pidieron al chofer "que baje los decibeles pero siguió igual, en uno de los pozos que agarró salí impulsada hacia arriba agarrándome el casco y luego caí de lleno sobre el metal porque los asientos se habían volado y ahí sentí que no podía respirar del dolor".
Según su relato el chofer detuvo la marcha por los gritos de sus compañeros y cuando se bajó le sugirió que se estire un poco para seguir la marcha. "Ahí me tiré al piso del dolor y me llevaron a la guardia del complejo en una ambulancia donde estuve una hora y media esperando otra ambulancia que me trajera al hospital, en todo ese tiempo no me dejaron llamar a mi madre porque me decían que no era nada y yo me estaba muriendo del dolor" señaló. La estudiante estimó que recién le devolvieron el celular pasada la 1.30 de la madrugada del martes cuando pudo llamar a su familia.
Su madre Vanina Veigas atribuyó el episodio a "un acto de negligencia" de las empresas prestadoras del servicio y lamentó que las lesiones afectarán el cierre de los estudios secundarios de su hija, además de poner en riesgo su salud y haber afectado su viaje de egresados.
"No quedó paralítica porque tuvo un Dios aparte" se quejó la mujer que no ocultó su indignación por la falta de condiciones de seguridad que rodearon el episodio y por el intento de los coordinadores responsables del grupo de minimizar lo ocurrido a su hija.
En la presentación penal realizada este miércoles (27/08) ante el fiscal Bernardo Campana contra personal de la empresa estudiantil Upgrade y del complejo El Rebenque, Veigas detalló que la camioneta 4x4 en la que viajó su hija no tenía cinturón de seguridad, "los asientos se movían", que la menor fue ubicada en un lugar sin asiento y que el casco que le proveyeron no tenía la traba de seguridad. Reiteró que se decidió a radicar la denuncia para "que no le vuelva a pasar a nadie" y deslizó que la agencia de turismo estudiantil intentó adelantar el retorno del contingente para que no prestarán declaración ante la fiscalía pero que logró que tres compañeros de su hija, mayores de edad, brindaran su testimonio antes de irse. "Ellos también sufrieron golpes y hasta me mostraron los moretones", dijo.