Investigan si fue intencional incendio en el cerro Runge

 La justicia y la policía iniciaron una amplia investigación para establecer si el incendio del Runge fue intencional o accidental.

Según varios testigos y bomberos que dialogaron con El Cordillerano, todo indica que el fuego comenzó a un costado de lo que fue Runge Sports, en el kilómetro 1 de la avenida Bustillo, en el costado oeste.

Ahí se vio la primera columna de fuego abrasando a un pino, y en pocos minutos saltó a los árboles y pastizales de los alrededores.

El viento lo fue empujando hacia el sur, subiendo el faldeo del cerro, y hacia el sudeste, en diagonal al barrio Belgrano. Pasó por atrás de la clínica San Carlos sin afectarla, gracias al rápido y oportuno trabajo de bomberos y brigadistas.

Pero llamativamente un nuevo foco surgió de pronto en el flanco noreste, del otro lado de la clínica, en un sector hacia el cual el fuego no iba. E incluso más abajo que el primer foco, a pocos metros del estacionamiento del centro médico, entre pastizales y árboles.

Esto hizo pensar a los bomberos y vecinos que este foco fue intencional, y de hecho algunos se pusieron a gritar llamando a la policía para denunciar las sospechas.

Por su parte, el secretario de Gobierno municipal, Daniel Natapof, también informó que la Seguridad Ciudadana tiene esas sospechas y solicitó una pericia para confirmar si el incendio iniciado fue intencional “como se presupone”.

Avión y evacuación

En pleno combate a las llamas de bomberos y brigadistas desde tierra, cuando estaban dadas las condiciones de seguridad y podía efectuar una incursión precisa, comenzó a trabajar un hidroavión hidrante sobre los principales focos del incendio del Runge.

Hizo varias descargas sobre las llamas y cargas en el lago Nahuel Huapi, tarea que fue determinante para frenar el avance del fuego y luego iniciar su control.

En ese momento una orden de evacuación de un edificio, por presunto peligro de derrumbe, generó angustia entre sus moradores, y la negativa de varios de hacerlo.

Por eso la policía estableció un registro formal de los vecinos que se negaban a abandonar el edificio, por si la actitud se tornaba negligente ante un posible accidente posterior.