Para evitar cortes del servicio, la CEB insiste en el aumento de tarifas

 Un nuevo apagón que comenzó el lunes a la noche y se extendió hasta la mañana de ayer afectó buena parte del oeste de la ciudad, incluido el cerro Catedral, y acentuó la preocupación por la precariedad del servicio.

La CEB atribuyó el corte a la desinversión provocada por la negativa del ente regulador de incluir en la tarifa todos los proyectos de obra que propuso la prestadora en la última revisión de 2013.

El gerente de la Cooperativa, Federico Lutz, aseguró ayer que ese tramo subterráneo de la línea de media tensión tiene un “cañero” de hormigón paralelo, que sirve justamente para dar energía ante un desperfecto, mientras se efectúa la reparación. Pero que por falta de inversión el ducto está vacío, sin cable alternativo.

Ayer los operarios debieron ejecutar el reemplazo valiéndose del cañero nuevo y en el otro quedó el cable quemado, que tenía una antigüedad de 30 años y será sometido a pericias para conocer con exactitud las razones del problema.

Lutz admitió que la calidad del servicio es un tema sensible para la ciudad, especialmente en temporada alta de turismo, pero recordó que la red está exigida al máximo porque actúa en muchos casos como fuente de cocina y calefacción en reemplazo del gas.

Explicó que la doble terna no existe en el tramo de Teleférico porque la obra no fue reconocida por el Epre en la última revisión tarifaria “y tampoco la Nación envió el dinero en el acuerdo de Convergencia” que la CEB y otros prestadores suscribieron hace dos años para mantener congelada la tarifa.

De todos modos, la Cooperativa le cobra a los usuarios no sólo la tarifa homologada por el Epre sino también sumas adicionales aprobadas por asamblea, que aparecen en el talón B de la factura como aportes “extraordinarios”.

Como parámetro de la inversión que hubiera sido necesaria para evitar el riesgo, Lutz dijo ayer que “el costo de reposición” del cable dañado le demandará a la CEB 2,6 millones de pesos, “a lo cual hay que sumar las horas hombre” que insumieron los trabajos.

Señaló que el personal de la CEB (que no puede excederse de lo convalidado por el Epre) también es escaso y sólo alcanza para cumplir las tareas ordinarias pero no “para los recorridos de las líneas y el mantenimiento preventivo” que permitirían minimizar los cortes. Señaló que el servicio de energía trabaja hoy con 117 empleados “y necesitaría 140 ó 145”.

Lutz dijo también que la “sobredemanda” eléctrica relacionada con la alta temporada turística pudo haber incidido en la falla y también impidió acelerar la reposición. Consideró que la caída del servicio ocurrida el 14 y 15 de julio y la de ayer no deberían ser motivo de sanción por parte del Epre.

“Ahora se pondrán en marcha los sumarios y la CEB efectuará los descargos que correspondan. Pero entendemos que son casos de fuerza mayor” dijo el gerente. Bajo esa figura el ente regulador se abstiene de multar porque no existiría responsabilidad del prestador.