La sucesión de Peralta tensó al máximo al FpV de Río Negro

 El oficialismo abrió la discusión por el mando de la Legislatura.

Un grupo de legisladores del FpV, cercano al gobernador Alberto Weretilneck, resiste el ascenso del legislador pichettista Ariel Rivero.

El debate quedaría resuelto hoy en un cónclave que se realizará en Buenos Aires entre el mandatario y el senador Miguel Pichetto.

Ambos tienen audiencia con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acordada por el impacto de la tormenta de la semana pasada en Río Negro.

La sucesión -seguramente- será otra temática del encuentro y, por eso, se prevé que los rionegrinos lleguen a la Casa Rosada con una postura común.

Más allá del debate sobre el mecanismo, la oposición interna a Rivero incomoda al mandatario, porque se trata de un explícito pedido del senador.

Hoy por hoy, Weretilneck valora el entendimiento con Pichetto, aunque también recoge la inquietud de los suyos en relación del necesario armado para el 2015.

En febrero Weretilneck apuntaló al exjefe comunal de Campo Grande para llegar a la vicepresidencia primera y compartía su ascenso en el Parlamento.

Sin embargo, no defendió esa posición en una reunión realizada con sus diputados en Stefenelli, puntualmente en el domicilio de Tania Lastra.

Allí escuchó el rechazo a la promoción de Rivero, un reclamo de defensa de ese "espacio propio" y el respaldo para la presidencia legislativa de Pedro Pesatti (que no logró el 3 de enero del 2012 cuando entonces era vicepresidente primero, pero el ascenso recayó en el sorista Carlos Peralta).

Los leales contrastaron la reciente oposición de Rivero al gobierno, recordando que su rechazo obligó al voto positivo de Peralta para desempatar y aprobar el presupuesto 2014.

A partir de allí insistieron en la importancia que reviste retener la Presidencia de la Legislatura para el armado rumbo al 2015 y la necesidad de reflotar el proyecto para las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) en la provincia.

Weretilneck asintió bastante y rescató distintos planteos, al tiempo que pidió hermetismo sobre la reunión.

Ayer, la anfitriona Lastra ventiló el reclamo al mandatario. "Si hay hombre leal y de trabajo, no hay otro que Pedro Pesatti" para presidir la Legislatura, manifestó a FM de la Costa.

Esa definición pública transparentó las ya evidentes reacciones intestinas contra Rivero.

Rápidamente, el pichettismo reaccionó. Primero, Roberto Vargas y, después, Juan Garrone, que pidió la "mayor madurez, en resguardo de la institucionalidad y la gobernabilidad" provincial, defendiendo el posicionamiento de Rivero para la Presidencia de la Legislatura.

Pichetto y Weretilneck recién hoy hablarían de la cuestión en Buenos Aires. Seguramente buscarán una salida compartida aunque, más allá de sus pregonados relatos acerca de que se deben postergar las definiciones, ambos saben que la resolución del mando en la Legislatura -indefectiblemente- está impregnada con sus pretendidas proyecciones para el 2015.

Sorprendió, a pesar de todo, el revuelo generado en el oficialismo. En todo caso, la negligencia política del bloque del FpV estuvo en el aval de febrero para reubicar a Rivero en la línea de sucesión cuando ya entonces se advertía que esa movida tenía ese propósito ante el avance de la enfermedad de Peralta.