Lago Puelo: la calma después del infierno

 Los árboles ennegrecidos, el piso de ceniza, rodean la casa ubicada a pocos metros del límite del Parque Nacional Lago Puelo. Florencia se asoma, recibe a los vecinos que, desde temprano y en triste procesión, llegan para conocer de primera mano las consecuencias del fuego. Se agradecen la “solidaridad de anoche”, se informan sobre el estado de cada vivienda, riegan las casas vecinas.
“Esto se convirtió en un infierno”, dice Florencia, y desde la puerta de su vivienda ve como, calle de por medio, la abundante vegetación y el bosque ya no existen.
Lago Puelo vivió otra noche de terror, recuerdo del incendio que hace tres años puso en jaque al pueblo. Esta vez, el fuego se concentró en el Parque Nacional que rodea el lago del mismo nombre. Todos los vecinos y los Bomberos coinciden: fue intencional. Se inició “en el Delta y en la playita”, dos lugares elegidos habitualmente por los vecinos -y cada vez más por los turista- para disfrutar de la naturaleza.
Ambos lugares están lo suficientemente distantes como para que Flavio César, segundo Jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Lago Puelo, confirme: “Lo prendieron”.
Flavio, juntos a sus compañeros apresta, pasadas las 9 de la mañana del domingo, los camiones y herramientas para volver al lugar donde estuvieron hasta entrada la madrugada combatiendo las llamas. El cese del viento a última hora permitió atacar el fuego y contenerlo. “El Parque como lo conocías ya no existe”, resume al cronista de ANB, y en su cara se dibuja una mezcla de dolor y enojo, que no logran disimular el cansancio de más de una semana de lucha contra el fuego, en Lago Puelo, en El Hoyo y en Cholila.
Es que toda la zona del noroeste de Chubut se encuentra en emergencia por los incendios que, en el caso del frente de Cholila, consumió ya más de 22 mil hectáreas.
Unos 500 vecinos de la Villa del Lago -el sector que va desde el caso urbano de Lago Puelo hasta el límite con el Parque Nacional, a unos 300 metros del espejo de agua-, fueron evacuados.
En Lago Puelo el panorama es desolador. Allí donde el verde dominaba la vista y los sentidos, todo es gris. El olor a quemado lo envuelve todo. En todos los rincones del pequeño pueblo se habla de chispas volando, viento, llamas, animales atrapados, “vecinos que cruzaron justo” la línea de fuego.
En el patio de su vivienda, Elsa no puede contener las llamas. Antes siquiera de saludar, sentencia: “Nos salvamos de milagro”.
El fuego “saltó” algunas casas y desde el cerco que delimita el fin del Parque Nacional pasó a lotes vacíos, tomó árboles y quemó las plantaciones naturales de mora que crecen, salvaje, al costado de calles y huellas. Elsa y Edgardo viven en el lugar hace apenas 5 meses. “No lo podemos creer”, confía la mujer, angustiada, y mira a su chamuscado alrededor buscando explicaciones del “milagro”.
Daniel lleva ya 4 años en la zona, y pasó tres incendios que pusieron en riesgo su vivienda. Este sábado por la noche se quedó hasta último momento en la casa, mojando el terreno con una manguera. Cuando las llamas lo cercaron, dejó el lugar, y regresó a primera hora de la mañana para ver si su casa seguía en pie.
A caballo, en bicicleta, caminando, los habitantes de la Villa del Lago recorren el área afectada, preguntan por la situación de cada uno de los vecinos, y arriesgan hipótesis. “Es todo política, por la pelea entre el Intendente (de Lago Puelo, Iván Fernández), y el Gobernador (de Chubut, Martín Buzzi). Lo quemaron por la política”, evalúa Claudio, sin bajarse de la bicicleta.
En paralelo al fuego en el Parque Nacional, se iniciaron focos en el cerro Radal, el Currumahuida, se reavivó el incendio en la vecina localidad de El Hoyo, y en Loma del Medio, de El Bolsón.
Lago Puelo ya no será el mismo. En la única estación de servicio del barrio, cada charla lo repite: “Van a quemar todo. Nos vamos a quedar sin nada”. (ANB)
Fotos: Chiwi Giambirtone