Reclaman “urgente investigación” ante denuncia de mapuches por agresión

 El INADI exigió que se investigue la denuncia efectuada por miembros de la comunidad mapuche Colhuan Nahuel, quienes se dirigieron este miércoles a Tribunales para denunciar el “maltrato, la agresión y los golpes” a los que presuntamente fueron sometidos durante un allanamiento realizado ayer en el marco de la investigación por la quema del refugio Neumeyer, del pasado 12 de octubre.
El organismo nacional solicitó en una gacetilla de prensa que “no se avasallen las garantías jurisdiccionales y los derechos humanos básicos de ninguna persona, grupo o comunidad”.
Exhortó a la Justicia a “actuar con la mayor rigurosidad y profesionalismo a fin de esclarecer el lamentable hecho ocurrido el 12 de octubre pasado, sin caer en estigmatizaciones, ni persecuciones a las organizaciones y comunidades mapuches”.
El delegado rionegrino del INADI, Julio Accavallo, recordó el diagnóstico plasmado en el Plan Nacional contra la Discriminación en relación al Acceso a la Justicia de los Pueblos Originarios: “El accionar policial suele ser mas violento cuando se trata de pobres y, aun más cuando son indígenas”.
El Plan también destaca que “instituciones como el INADI o la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación reciben constantes denuncias de abusos policiales cometidos contra poblaciones indígenas y deficiencias en la aplicación de justicia”.
Gendarmería Nacional allanó ayer una vivienda en el barrio Virgen Misionera, en la que viven integrantes de la comunidad mapuche Colhuan Nahuel. El operativo formó parte de la investigación por el incendio en el refugio Neumeyer.
Los gendarmes y efectivos policiales vestidos de civil, irrumpieron en la vivienda, luego de exhibir una orden de allanamiento de la Justicia Federal. “Estábamos solos mi hermano y yo. Yo soy menor, y mi hermano no, pero es discapacitado. Entraron de golpe y empezaron a incriminarnos por el incendio al Neumeyer. Nos mostraron la orden, pero no la pudimos leer ni nos dejaron copia. Nos maltrataron verbalmente y pusieron armas en nuestras cabezas. Después tiraron balas de goma, y mi mamá y mi hermana resultaron heridas”, contó a ANB Betiana, una niña de 13 años que vive en esa casa.
“Nos amenazaron con matarnos, con volver y meternos presos a todos, nos dijeron que somos unos indios de mierda y que nos van a exterminar a todos”, agregó.