Situación difícil en la atención de salud

 Tres clínicas y un hospital, son los centros asistenciales con que cuenta la ciudad hace muchos años. Enfermos que deben esperar tiempos prolongados para obtener sus turnos. A eso hay que agregarle las colas para sacar un número en el hospital público y los miles de turistas que muchas veces requieren atención y, como si fuera poco, el PAMI que no entrega medicamentos gratis a jubilados y pensionados.

El sistema de salud en Bariloche se encuentra complicado. Hace bastante tiempo que sólo existen tres clínicas y el hospital zonal Dr. Ramón Carrillo. Además las pre-pagas sociales cobran cuotas siderales por la prestación médica. Trabajadores recurren de esta manera a las obras sociales que les permite su recibo de sueldo. UTHGRA u OSECAC entre otras.
Las mismas entidades sanitarias que atendían a una franja de personas que rondaban -promedio- entre 70.000 a 90.000 habitantes. Hoy -según estimaciones- atienden a una población de alrededor de los 140.000, o 150.000 ciudadanos. A ello se debe agregar la prestación médica para los miles de turistas, que lo requieran, que entran y salen de la ciudad a lo largo del año.

También se debe tener en consideración la larga espera en los turnos que otorgan los facultativos. Muchas veces dichos turnos son dados para dentro de un mes o dos y una persona que está enferma no puede tener tanta espera. Obviamente queda la alternativa de acudir a una guardia, pero allí la asistencia es sólo un paliativo.

¿Con semejante panorama se podría decir que la salud está colapsada? En términos relativos sí, ya que los consultorios están llenos de pacientes, los lugares de internación en los nosocomios no alcanzan; la frase popular marca el camino: “se trabaja a cama caliente”, con lo cual no se puede lograr una excelencia en materia de atención médica.

Incluso en un edificio de asistencia operan dos prestadoras, el Hospital Privado Regional (HPR) y el Sanatorio Del Sol. Allí se atienden -además- jubilados y pensionados enrolados en el PAMI y por lo tanto la cantidad de personas que reciben atención es mayor.

Es común escuchar, ante reclamos, de los internados hacia las enfermeras: “a mí no me toca atenderlo, yo trabajo para la otra clínica” y el paciente se queda sin respuesta alguna ante el llamado a la Sala de Enfermería, según relató al cronista un familiar de una persona que permanece postrada en una cama.

En forma negativa se suman los sufrimientos de jubilados y pensionados que en la actualidad tienen problemas con respecto a los cortes en el suministro de medicamentos, producto de los atrasos en los pagos de PAMI a droguerías y farmacias, con lo cual los adultos mayores deambulan con sus recetas bajo el brazo para conseguir remedios, gratis o con el descuento pertinente.

Tampoco alcanza el servicio de ambulancias. Son muchas las crónicas o quejas que existen ante la tardanza que tienen que soportar aquellos que tienen una emergencia.

En terapia intensiva

El gobierno provincial tiene conocimiento de la problemática sanitaria actual en la ciudad y por ello recientemente se procedió a una obra de remodelación, ampliación y refuncionalización de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en el hospital local, se sumaron cuatro camas y se actualizó el equipamiento de uso médico, que contará a partir de ahora con nueve camas dotadas de toda la tecnología necesaria para desarrollar esta actividad.

La obra edilicia tuvo una inversión de $2.800.000 aportada por la cooperadora del hospital, mientras que el equipamiento médico, puesta en funcionamiento y recursos humanos fue aportado por la Provincia, inversión alcanzó de $1.692.160, y constó de respiradores, monitores multiparamétricos, cardiodesfibrilador, bombas de infusión, electrocardiógrafo, equipamiento e instalación de sistema de gases medicinales, camas y enseres.

El hospital de Bariloche “Dr. Ramón Carrillo”, es cabecera de la VI Zona Sanitaria. La obra de remodelación de la guardia central, tuvo una inversión de $550.000 y constó además en la recirculación, ampliación del área de atención y sitios de permanencia del personal, más rediseño y refuncionalización de la sala de reanimación.