Vía Bariloche pide pista para aterrizar en el mercado aerocomercial

 La caída del transporte terrestre en un 50% en los últimos 4 años fue uno de los factores para que el grupo Vía Bariloche, la empresa de la familia Trappa, apueste a incursionar nuevamente en el mercado aerocomercial.

“La idea es potenciar la combinación de los servicios aéreos con los destinos terrestres en esta revolución de pedidos de rutas aéreas”, admitió Ricardo Rosso, presidente de Servicios Aéreos Patagónicos S.A. (Sapsa).

La compañía ya solicitó 41 rutas aéreas que serán analizadas por el Ministerio de Transporte de la Nación en la audiencia pública el 6 de septiembre. La intención no es sólo volar en el país sino también a destinos de Brasil, Chile, Estados Unidos, Portugal, Francia y Alemania.

La firma apuesta a conseguir el guiño favorable por parte de la Casa Rosada. En la última reunión que el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso y varios empresarios barilochenses mantuvieron con el presidente Mauricio Macri el martes pasado, también estuvo presente el accionista de la empresa, Sebastián Trappa.

“La mayoría de los servicios aéreos hoy están diagramados con origen en Buenos Aires y a lo sumo, Córdoba. Hay 30 aeropuertos en el país y 700 destinos. Hay una escasa vinculación entre las provincias”, puntualizó Rosso que trabaja en la compañía desde 1998, año en que fue privatizada y dejó de ser una sociedad del estado para ser adquirida por el grupo Vía Bariloche en más del 90% de su patrimonio.

Durante tres años, la aerolínea brindó tres servicios semanales entre Viedma, Roca, Ingeniero Jacobacci y Bariloche pero en noviembre del 2002 suspendió esa actividad.

“Veníamos de la crisis del 2001 y la situación del país era complicada. Los costos en dólares se habían triplicado y el transporte aéreo se maneja en un 80% con costos en dólares”, aclaró Rosso.

Desde entonces, la compañía mantuvo dos aeronaves turbohélice para realizar vuelos no regulares (una de ellas, con capacidad 19 pasajeros y un Learjet 45, un avión de clase ejecutiva).

“Hacemos no sólo los viajes del gobernador Alberto Weretilneck sino todo tipo de vuelos no regulares, operaciones de vuelos charters”, argumentó Rosso.

En el 2011, la empresa de la familia Trappa compró Catedral Alta Patagonia, la concesionaria del cerro Catedral. Cinco años después, cuando Sol Líneas Aéreas anunció la quiebra, Sapsa estuvo muy cerca de hacerse cargo de sus rutas aéreas. Pero nunca lo concretó.

Vía Bariloche sigue siendo la mayor empresa de transporte terrestre en el país. “La pérdida de pasajeros es significativa. En los últimos 4 años, hemos tenido una pérdida del 50% en nuestros puntos principales como Bariloche, Neuquén, San Martín de los Andes, Comodoro Rivadavia, Trelew”, admitió Rosso y agregó: “Por eso, hoy pensamos en una combinación de los servicios aéreos y terrestres. El proyecto es iniciar con dos aviones, el segundo año llegar a tres y así progresivamente”.

A volar
964.000
pasajeros anuales estiman en el gobierno nacional que pasarán por el aeropuerto de Bariloche en el futuro.
586.000
pasajeros por año calculan que registrará el aeropuerto de Neuquén con las nuevas rutas, un crecimiento del 100%.