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Vuelo de montaña en Bariloche
Bariloche se puede conocer de muchas maneras: desde la tierra es espectacular, desde el agua es un privilegio, pero desde el aire es como estar en una montaña rusa: las mismas sensaciones muchos nervios, adrenalina y la emoción a flor de piel se sienten de principio a fin.
Nuestro día empieza en el Circuito Chico hacia Colonia Suiza, a unos 25 kilómetros del centro de Bariloche.
Arriba del colectivo hay personas con tantos planes como paseos posibles para hacer durante el día: a muchos se los ve ansiosos por probar el curanto (comida típica de Colonia Suiza cuya cocción se hace en un pozo en la tierra, al que se le pone leña y piedras para que levanten temperatura y encima de ellas carne, papas, batatas, zapallo, queso y otros ingredientes), algunos quieren recorrer el pequeño centro lleno de artesanías, varios desean calmar el calor con helados artesanales y nosotros buscando palpar la extraña sensación de volar.
Caminamos 800 metros desde Colonia por un camino de tierra. Cruzamos un puente y Andrés me dice: ¿Ves ese cerro que tenés a la derecha? Sí, qué alto que es le respondo.
Es el cerro López, desde ahí arriba vamos a bajar y me mira con cara de feliz cumpleaños. ¡Ahhhh! y no me sale ninguna palabra más. No logro evitar sentirme como una nena de 10 años: mi capacidad de asombro se activa, mi cabeza funciona como una cámara que registra cada movimiento, me vuelvo un poco infantil y todo me divierte.
Llegamos a la entrada de Canopy Bariloche y saludamos a Federico que nos estaba esperando para sumarnos al próximo grupo de 40 personas que salen a las 14.30 hs.
Guardamos nuestras mochilas en los lockers, nos ponemos el arnés y escuchamos la charla sobre cómo colgarnos del cable, de qué manera frenar y las medidas de seguridad que tenemos que tener en cuenta.
Hago un paneo general y veo chiquitos de 5, 7 y 12 años, hombres desde los 20 hasta los 60 y mujeres de todas las edades.
Hacemos el ascenso en 4×4 al son de un clásico: "me gustas mucho, chiquilina, mucho, chiquiliiina", un tema de Quique Villanueva que mi madre tarareaba en su juventud. Empezar así me parece gracioso y bizarro a la vez: las curvas pronunciadas nos hacen mover de acá para allá y la música acompaña ese compás. No bien nos bajamos de la camioneta nos dan los cascos y los guantes, caminamos un par de metros en subida por un sendero y llegamos a la primera estación que está a unos 1500 metros de altura.
Quedamos últimos en la fila. Las 38 personas de a poco empiezan a descender y sólo una chica pega un grito bien agudo en la primera bajada. ¿Qué pasa que nadie grita? Cuando llegó mi turno entendí que la encargada de los alaridos iba a ser yo.
En la tercera estación me pongo a charlar con Candelaria, una nena de 8 años que está adelante de nosotros con su familia. Cada vez que bajamos por el cable de acero hasta la próxima estación, hacemos un jueguito previo antiestrés: nos tocamos la nariz con el dedo y nos reímos.
Su papá anhela estar cerca del suelo lo antes posible por el vértigo que le despierta la altura, su mamá viste una sonrisa de oreja a oreja y su hermano dos años más grande, por momentos se anima a bajar solo y por otros lo hace con el instructor.
Todos nos divertimos. Todos nos sentimos como nenes. Todos disfrutamos de un día diferente rodeado de verde y adrenalina. Ya en la base, me despido de Candelaria y me regala una florcita amarilla y dos dibujos: en uno hay un corazón rojo enorme y en el otro estamos nosotras dos paradas en una de las estaciones esperando bajar del Canopy.
Me los da y me dice: Ah no, ¡esperá!. Agarra un marcador negro y escribe al lado mío tres letras: UUH. Sí, no podían faltar mis gritos después de volar por el cerro López.
DATOS ÚTILES
• Se llega a Canopy Bariloche por Colonia Suiza o por Circuito Chico. Desde diciembre a febrero se puede ir con el colectivo número 10 y 11, el resto de los meses sólo con el 10. En verano, los horarios de las salidas son a las 10, 12, 14, 16 y 18. El resto del año se realizan a las 10, 14 y 16.
• No se suspende por lluvia ni nieve y la duración es de dos horas aproximadamente.
• El precio de la excursión es de $ 350 (sin transporte) y $ 450 (con transfer) por persona. Los residentes tienen un 20% de descuento presentando el DNI.
• Se puede vivir esta experiencia a partir de los cuatro años.
• Para más información visitá canopybariloche.com
Jimena Sánchez
lavidadeviaje@gmail.com