La Biblioteca Sarmiento tendrá su elenco estable de teatro dirigido por Fidani

La Biblioteca Sarmiento tendrá su elenco estable de teatro dirigido por Fidani

La Biblioteca Sarmiento ha decidido realizar una convocatoria a actores y actrices para conformar el elenco estable del teatro de esa institución, y han elegido a Alfredo Fidani para la dirección artística.

El Cordillerano se reunió con el director para conocer parte de su carrera y las actividades que desarrollarán en pos de acrecentar el arte en la ciudad. El que la Biblioteca tenga su propio elenco estable de teatro genera gran expectativa, ya que se parte de una base de actores conocida y se sabe de las capacidades con las que se cuentan.
Además, dará una continuidad de obras para que el público se organice y pueda concurrir. El hecho de que una obra pueda ser puesta en escena reiteradas veces ayuda a “retocarla”, a continuar dándole forma y lograr así un producto mejor. Asimismo da la libertad al grupo de trabajo de relajarse con respecto a la producción, selección de salas y difusión.

El Cordillerano: -¿Cuándo entraste al mundo del teatro?

Alfredo Fidani: -Vivía en Córdoba y desde muy chico entré en la vida del teatro independiente, en ese tiempo las reuniones que teníamos los jóvenes era en espacios de la iglesia y nos proporcionaban salones para trabajar. Hacíamos teatro pero de una manera muy desprolija e improvisada, sólo por gusto y siempre había alguien que sabía un poquito más, hacíamos obras todo el tiempo. Así entré a mi adolescencia.

Se considera autodidacta y desde esa época comenzó a leer sobre el tema, hasta que fue becado por el Fondo de Las Artes y se fue a Buenos Aires. Allí conoció a Milagros de la Vega, una gran figura del teatro nacional, que puso los ojos en él guiándolo en su carrera. Ella lo relacionó con una compañía en la que estaba Inda Ledesma y Alfredo Alcón, éste último se ofreció a cuidarlo y acompañarlo de allí en más. Sorprendentemente, pocos meses después Fidani, no convencido de lo que estaba haciendo, decidió regresa a Córdoba.

E.C.: -¿Seguías como actor o ya incursionabas en la dirección teatral?

A.F.: -Todavía como actor. Me presenté a concurso en la Comedia Cordobesa y me aprobaron, fue ahí cuando me empezó a interesar la dirección, porque nos traían directores de Buenos Aires para poner obras en escena y no siempre nos sentíamos cómodos con eso.

Son muchos los actores que sienten la necesidad de comenzar a dirigir, quizás por tener una visión mucho más amplia de su propio rol dentro de las obras.

A.F.: -Cuando actuaba me daba cuenta de aspectos más generales, siempre veía más allá y quería intervenir en otras situaciones, tendría alrededor de 30 años ya. Siento que me convertí en director cuando hice El rey Lear, de Shakespeare, no me voy a olvidar nunca que el diario La Voz del Interior comentó: ha llegado un director al teatro, obra que también hizo Alcón. Tuve suerte porque fuimos seleccionados para ir al Cervantes con ese trabajo, así volví a Buenos Aires.

La crítica periodística en el seno del teatro nacional fue muy positiva con respecto a la adaptación del guión que había realizado Fidani, diciendo “nosotros que estamos acostumbrados a hacer refritos con las obras de Shakespeare, esta experiencia es imaginativa, arriesgada, imprecisa, pero muy atractiva”. Resaltaba la diferencia, porque el director había adaptado la obra al elenco y no viceversa, algo inusual.

E.C.: -Ese trabajo fue el que te abrió muchas puertas…

A.F.: -Sí, me llamaron para dar clases en la universidad, después llegó Grotowski. La gente no podía creerlo, era lo más grande del teatro mundial en ese tiempo y salteó Buenos Aires instalándose en Córdoba. Ahí vi su trabajo, hicimos cosas juntos, crecí mucho, ya no volví a actuar, no sentía esa necesidad.

Al momento de elegir una nueva obra, Fidani tiene un dicho “siempre me gusta hacer obras de escritores muertos, no queda muy simpático pero es una mirada que me tranquiliza y me permite una gama de posibilidades en la dramaturgia, si está vivo me siento preocupado porque es como que me está diciendo esto no, no me parece”.

E.C.: -¿También te dedicás a escribir guiones?

A.F.: -Sí, escribí varias obras. También tengo material que serían manuales de actuación, borradores que tengo que organizar. Tengo mucha inquietud por la enseñanza, habilidades para comunicarme con el joven que quiere hacer, crecer en el teatro. Posiblemente mis trabajos de dirección tienen que ver con eso, la formación y la didáctica.

Fidani tiene un sistema de trabajo muy peculiar, toma una obra y no sabe lo que va a suceder de allí en más. Le atrae la idea de entrar en un mundo que desconoce, ir viendo en el recorrido adónde llegará el trabajo final “si no hay sorpresa en nosotros, no hay vida en el teatro”, comenta. Propone indirectamente, obligando al actor al movimiento y a los encuentros, que descubran situaciones, senderos que todos luego comparten y enriquecen la obra. Nunca fue amante de las estructuras, por eso la creación debe ser compartida, para no caer en el aburrimiento. No es fácil ese sistema porque se cae en prueba y error, pero lo mantiene vivo.

E.C.: -¿Cómo considerás al teatro?

A.F.: -Lo veo de muchas formas diferentes, pero no como un entretenimiento, eso se puede buscar en otras cosas. El teatro te tiene que dar algo, entregar sensaciones, hacer pensar. Cada obra me despierta cosas y pienso que son valiosas para el público, para los actores y para mí. No inculco ideologías.

Su carrera lo llevó a trabajar en una universidad en California, EE.UU. Realizó varias puestas, presentó Julio César, entre otras obras. Tuvo suerte con su metodología de enseñanza y se fue quedando, vivió en ese país desde 1997 hasta el 2010.

E.C.: -¿Qué te trajo a Bariloche?

A.F.: -Tengo mis hijos acá, no quería seguir en Estados Unidos, al momento de analizar decidí venirme al sur. Pensé que ya no continuaría con el teatro, pero se comenzó a mover la actividad y no paré más. ¿Será una maldición que me persigue? (comenta entre risas)

E.C.: -Contános sobre la propuesta de la Biblioteca.

A.F.: -Es una suerte de esperanza. Es importante que desde la Biblioteca sean gestores de algo. Siempre alquilan la sala pero esto de tener un elenco estable propio es maravilloso. Tener una Compañía de teatro, donde se cuenta con sala propia, difusión, producción, es algo único y hay que aprovecharlo a fondo. Un elenco estable con presentaciones continuas de obras y producciones durante todo el año, es un futuro alentador.

Fidani aceptó este ofrecimiento basándose en no ser sólo el director, sino que la idea es mantenerse abierto a propuestas de otros colegas para presentar o desarrollar actividades teatrales, una especie de coordinador general para que el teatro barilochense comience una etapa productiva y poderosa. Ayer por la tarde ya se conocerían entre sí los primeros inscriptos al elenco estable, pero continúa abierta la convocatoria para actores y actrices, porque esto recién empieza.

Cultura Barilochense