“Throne Predator”, una mega escultura vuelve a levantarse en calle Mitre

“Throne Predator”, una mega escultura vuelve a levantarse en calle Mitre

El alien de Mitre ya no está más. La escultura que se había levantado frente al kiosco Área 91, en la primera cuadra de la calle principal del centro urbano fue quitada durante la pandemia, luego de que se disolviera la sociedad del negocio frentista.

Sin embargo, soldadora en mano, Cristian Espinillo, el autor de aquella obra, está culminando un nuevo personaje que -“esperamos” - tendrá el mismo impacto que su antecesor. “Famosos, residentes y turistas de todo el mundo se sacaron fotos con el alien”, contó el artista a ANB.

Cristian y su alien, antes de que fuera levantado de Mitre.
Ahora, se encuentra creando un “Throne Predator” (“El Trono del Depredador”), una obra que tendrá 2,5 metros de alto, 1,20 metros de ancho y 1,5 metros de profundidad y que está hecha con metal y partes de vehículos recicladas. “Es enorme”, describió su autor.

Mientras el alien anterior está puesto en El Mallín, en el taller donde se fabricó, el nuevo dueño del kiosco de Mitre encargó una nueva escultura ya que, la primera, fue furor: “Llamó mucho la atención. Al principio no parecía una buena idea, por los costos que genera hacer un emprendimiento como ese. Sin embargo, una vez puesto, cobró un valor terrible”.

A pleno trabajo en el taller.
Y agregó: “En toda la calle Mitre no tenés algo similar. A veces ponen algo para adornar, pero después lo sacan”.

Si bien costó un poco su habilitación, Cristian cree que en tres o cuatro semanas el “Depredador” ya estará ubicándose en el mismo lugar. “Estamos en el ensamblado, ya armamos las partes. Es algo muy lindo pero complicado, raro; vendría a ser como los fósiles del alien hecho un trono. Todo está hecho con metal, a martillo y soldadura. Es un trabajo enorme”, adelantó.

Partes de "Throne Predator".
Este “tremendo bicho”, se está levantando en un taller de San Francisco III, en conjunto con un soldador, Alberto, “a quien conocí en la primera fabricación del alien y ahora seguimos trabajando juntos”, expresó Cristian, quien confirmó que entre los dos están “creando otras piezas artísticas y de revestimiento en herrería”.

Con respecto al impacto del alien, Cristian, quien además es tatuador, destacó que “no esperaba que fuera algo tan grande, porque, la verdad, fue una imagen que dio vueltas al mundo. Lástima que la escultura duró tan poco, por la pandemia. Yo creo que si algo así se mantiene a lo largo del tiempo, se va a transformar en algo muy importante para la cuidad”.

Un boceto de cómo será el modelo terminado.
A modo personal, Cristian también declaró que durante la cuarentena se dedicó “a hacer música, que también me gusta mucho, y a pintar cuadros y hacer esculturas, a pesar de que tuve que cerrar el taller de tatuajes y que las primeras semanas caminaba por las paredes”.

“Ojala me pidan un caballo alado u otras obras, con otros estilos así puedo mostrar todo lo que sé hacer”, concluyó.

Cultura Barilochense