Ya circula el primer libro de Sebastián de la Cruz, el "Maradona" del montañismo

Ya circula el primer libro de Sebastián de la Cruz, el "Maradona" del montañismo

Ante la insistencia de Toncek Arko, el “Maradona” del montañismo argentino, rescató manuscritos y reunió fotos para dar vida a las 288 páginas. Publicó Editorial Caleuche.

Ahora que se apagaron los grabadores, las cámaras y que nadie toma nota, Sebastián de la Cruz habla de criptomonedas con la solvencia de un experto. En marzo último, cumplió 49 años pero aparenta menos. Ese hombre que profetiza “el fin de los bancos” es el único argentino que hizo cumbre en el K2, el “ocho mil” más temible de la cordillera del Himalaya. Sus hazañas se concentraron en una década, la que medió entre 1986 y 1995. Por entonces, nada de Wind Guru… Ni siquiera de internet.

En la “Presentación” del que se anuncia como su primer libro, Toncek Arko pone blanco sobre negro: “A mi entender, Sebastián es, en la montaña, lo que representa Diego Maradona para el fútbol argentino. Cada uno, en su deporte, logró hitos nunca igualados. Se podrá discutir si fueron o no los mejores, pero no tengo dudas de que, en materia de éxitos deportivos, de autoridad en los grupos que tocó formar, como líderes y referentes, son indiscutidos. Obviamente, cometieron errores, como todos los seres humanos”.

El volumen lleva como título “Del Fritz Roy al K2. Una década de escaladas en alta montaña” y se presentó ante un grupo de periodistas un par de noches atrás en el reducto céntrico de cervecería Blest. La publicación se concretó “gracias a Toncek”, admitió de la Cruz. “Me insistió bastante, hasta que un día le llevé todas las fotos y manuscritos que tenía. Algunos los tenía tipeados y otro los tipeó él. Después, se hizo un borrador, lo corregimos, lo hicimos circular entre distinta gente que colaboró y, bueno, salió”.

Según el compilador, “básicamente, la idea fue reflejar a Sebastián como andinista y expedicionario porque este es el primer libro suyo. Estoy seguro de que no va a ser el único... La idea, entonces, era recopilar todas las ascensiones, travesías y expediciones que hizo porque, dentro de la historia del montañismo, muchas son únicas. Nadie eso hizo en 10 años tantas cosas como él”, ponderó Arko, a estas alturas, el historiador más persistente del montañismo en el noroeste de la Patagonia.

”La otra cosa buena es que Sebastián tiene muchísimas fotos de gran calidad. Muchas salen en el libro pero ahora estamos por colocar una página Web para que se puedan ver, más algunos mapas de las travesías y también las películas”, avisó el periodista y también fotógrafo. Es que “el libro, para que todas las fotos se lucieran, debería ser más grande pero eso iba a implicar que fuera también más caro. Entonces, a partir de la semana que viene, en www.sebastiandelacruz.com.ar, van a estar todas las fotos del libro y algunas cosas más”, adelantó.

Disfrutar de la vida

La intención del montañista consistió “más que nada, en transmitir el mensaje de no quedarse dormido y disfrutar de la vida. Eso principalmente”, dijo, escueto. No se trata de una publicación para especialistas: “la idea es que sea para todo el mundo; por eso, trató de usar lenguaje sencillo y simple. Hay pocas cosas técnicas. Trata de ser ameno, para que lo pueda leer la gente que no sabe nada de montaña. Ese fue el espíritu y, por eso, también tiene tantas fotografías”, remarcó Arko.

En efecto, “si se lo abre en cualquier lado, van a encontrar fotos. Y es chiquito (de formato) para que la gente lo pueda llevar de un lado a otro, leer y repasar, sobre todo las expediciones que hizo Sebastián, que son muy interesantes y pocas veces hechas por otros argentinos. Ningún argentino subió el K2, creo que ningún argentino caminó del mar hasta el Polo Sur o el Campo de Hielo. Son cosas bastante únicas”, insistió.

De la Cruz corroboró esa exclusividad: “Sí, porque la gente no es tan tonta (risas)”. De los doce que integran “Del Fitz Roy al K2”, “el último capítulo es sobre El Turbio, un proyecto nuevo que tienen Sebastián, Chule (Lamuniere) y Osvaldo Rapo (Rapoport)”, contó Arko. “Quisimos destacarlo porque es nuevo y tiene mucho futuro. Capaz que, dentro de 50 años, es un centro de escalada como por ejemplo, hoy es Frey”, aventuró. “Es un lugar impresionante, hicimos un par de refugios para tener un mínimo de infraestructura porque el clima es bastante fulero. Por lo menos, para poder estar cómodo y escalar cuando el clima nos deje”, explicó de la Cruz.

Vivencias y enseñanzas

Sebastián de la Cruz se mostró reacio a destacar, de su trayectoria, algún momento en extremo glorioso y otro inversamente proporcional. “Viene todo mezclado porque es todo lo mismo. Son vivencias, cada una te marca, te deja una enseñanza y hay que ilustrarla”, compartió. La foto de portada de su libro es histórica y reproduce una de las hazañas culminantes, cuando, en el mismísimo techo del mundo, el barilochense desenfundó una flauta traversa e hizo música restándole exclusividad al viento.

Aquel instante tuvo lugar en 1994. “La flauta la subió sin que supieran los compañeros porque no quedaba muy bien subir una flauta a la cumbre de un ocho mil. Porque, si bien no es pesada, es grande”, señaló Toncek Arko.

“Es muy difícil subir por esa ruta; es considerada, dentro a las ascensiones en el Himalaya, la máxima hecha por un argentino. De hecho, de la Argentina, nadie más fue al K2 por lo difícil que es”, informó.

En su tarea de compilador, disfrutó especialmente “repasar todas las cosas que había hecho Sebastián porque, a muchas, las había leído. El capítulo que más me gusta es el que cuenta cómo fue la realización de la película ‘Grito de piedra’, de Werner Herzog, porque cuenta realmente cómo fue. Normalmente, uno no sabe cómo se filman las películas con un presupuesto millonario en un lugar agreste”.

De la Cruz participó del equipo que trabajó a las órdenes del alemán. “Lo que se ve en el cine es sólo una parte y, bueno, en ese capítulo (del libro), Sebastián cuenta todo. Es interesante, él dice y yo concuerdo, que la película es mucho menos linda de lo que podría haber salido, porque no se filmó todo lo que se podía en los lugares de montaña. Cosas que tienen que ver con los sueldos de los actores y demás; entonces, lo que iba a ser una gran película de montaña, terminó siendo una película de Patagonia”, se quejó Arko. A esta altura del asunto, otra rica anécdota.
 

Cultura Barilochense