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Juntas vecinales, un modelo útil que debe actualizarse

La dispersión geográfica que dejó a muchos barrios a varios kilómetros del Centro Cívico, la fuerte identidad que algunos de ellos lograron forjar durante décadas y también las carencias básicas que son motivo de charla cotidiana en la calle o en la despensa, se suman para mantener vivas a las juntas vecinales.

Como espacio de participación, las juntas han sido siempre una herramienta útil que logró avances y servicios para muchos barrios. Pero se trata también de un modelo organizativo que algunos consideran algo “gastado” y requiere cambios normativos, que las dejen a salvo de las disputas partidarias y garanticen -entre otras cosas- la renovación de los dirigentes.

La junta vecinal más antigua es la del barrio Melipal. Tiene 62 años y nació ante la necesidad de construir la red de agua, un servicio que administra hasta hoy, como lo hacen también otras juntas de la zona oeste.

La mayor parte de estas organizaciones barriales se conformaron al calor de la ordenanza 194/86, que las reglamentó y les permite funcionar como asociaciones civiles con personería jurídica municipal. Las más antiguas tienen personería provincial.

En general manejan pocos recursos, salvo las que cobran el agua potable y pueden incluir la cuota social en la boleta. En el resto de los casos dependen de una cuota voluntaria (que suele tener un valor simbólico y muchos no pagan) a lo que se agrega algún subsidio y asignación especial.

El año pasado el municipio les otorgó recursos extra para que realicen obras preacordadas, pero los montos no superaban los 12.000 o 13.000 pesos. Accedieron muy pocas juntas, porque tenían que tener sus cuentas ordenadas y los balances al día. La operatoria no se repitió.

El director de juntas vecinales, Roberto Rodríguez, dijo que el modelo de Bariloche tiene pocas réplicas en otras localidades y señaló que “desde Cipolletti pidieron los detalles, con la intención de copiarlo”. Dijo que en Neuquén también existen, pero las autoridades “se eligen en las asambleas a mano alzada”, mientras que en Bariloche los presidentes de las juntas surgen del voto secreto y voluntario de sus vecinos.

Los mandatos son de dos años y la reelección es ilimitada. Rodríguez dijo que desde el área a su cargo presentaron un proyecto para renovar la ordenanza regulatoria, que ya tiene más de 30 años. Uno de los cambios sería reducir la reelección a dos períodos.

Por lo general se presenta una sola lista. Pero hay casos en los que se plantean confrontaciones crispadas, como la del último domingo en Las Quintas, uno de los barrios más grandes de la ciudad.

La presidenta de la junta de Nahuel Hue, Virginia Gualmes, dijo que se siente orgullosa de ser dirigente barrial. Lleva diez años en el cargo y aseguró que no tiene preferencias políticas. “No me caso con nadie, cuando tengo que plantear las cosas las planteo”, aclaró. También dijo que los logros son muchos, entre los que enumeró “pluviales, colectivos, garitas, limpieza”, y que la junta no maneja dinero, porque no hay cuota en su barrio. Aseguró que para muchas cosas termina por poner plata de su bolsillo o recibe aportes en insumos de algunos vecinos.

La política influye

El tema de los posicionamientos políticos siempre está presente y Rodríguez dijo que hay una constante: “dirigente que gana se hace oficialista (en relación al gobierno municipal), porque es la forma de conseguir cosas para el barrio”.

Martín Domínguez preside la junta de Villa Los Coihues, uno de los barrios más grandes de la zona oeste. Trabajó en la campaña del intendente Gennuso, pero según aseguró que esa relación no influye. “Yo nunca haría ninguna referencia o buscaría un beneficio por ese lado”, dijo Domínguez.

Se quejó de que se haya dejado de lado el programa Presupuesto Participativo, que era muy valorado en Los Coihues, y opinó que las juntas deberían manejar parte del dinero recaudado por tasas. “Si me dieran 2.000 pesos lo sabría gastar mucho mejor que el municipio -dijo-. Los dirigentes barriales conocen el territorio mejor que nadie. Pero es verdad que un esquema de ese tipo podría ir en contra del trabajo voluntario y comunitario”.

El presidente de la junta de El Maitén, César Caro, ejerció esa representación durante 20 años, se apartó un tiempo y volvió hace poco, a pedido de sus vecinos. “Las juntas son importantes para los barrios, pero la participación cuesta cada vez más, y hay poca respuesta de las autoridades -sostuvo Caro-. Nosotros después de muchos años logramos tener una hermosa sede. Hoy se dan clases de folclore, de zumba y de boxeo. El Maitén tiene más de 100 familias y todo se hizo con lucha y esfuerzo. Si me preguntan qué necesidades hay, lo más importante serían las cloacas y el cordón cuneta”.

Diagnóstico

Rodríguez dijo que las juntas “nacieron por una necesidad y por eso también se mantienen”, y que la dificultad mayor que encuentran es mantener al día sus estados contables, la realización de asambleas y todas las formalidades requeridas para mantener la personería y poder postular a subsidios y otros beneficios.

Insistió también en que desde la dirección a su cargo ven como un problema “la intervención de la política partidaria, sobre todo en las juntas del centro y la zona sur” y por eso otra de sus propuestas es que las elecciones de juntas vecinales no coincidan con los años electorales del municipio o la provincia.

Explicó que la tarea de los dirigentes es “mantener contacto con los vecinos, estar atentos a todo y básicamente realizar gestiones”, pero observó que “si las conducciones se perpetúan tienden a fracasar”.



El encuadre normativo
*Existe una ordenanza regulatoria que les otorga amplia representatividad, pero además las juntas vecinales son una figura reconocida en la Carta Orgánica, cuyo artículo 165 señala que el municipio “reconoce y fomenta la creación de juntas vecinales que tengan por objeto la satisfacción de necesidades comunes, mediante toda modalidad de participación comunitaria”.

*La delimitación territorial en cada caso es atribución del Concejo, que lo dispone por ordenanza.

*El mismo artículo de la COM prevé que las autoridades de las juntas vecinales sean “invitadas a participar, con derecho a voz, en las sesiones del Concejo en que se traten asuntos de su incumbencia y pudieran tener impacto en su ámbito territorial”. Algo que rara vez se cumple.



Más de 100 juntas en funcionamiento

Bariloche tiene constituidas 112 juntas vecinales. La mayoría cuenta con sede propia, centro comunitario y actividades sociales diversas, como cursos, talleres y hasta asesoramiento legal.

El tamaño de los barrios es enormemente dispar. Algunas como el Lera o El Frutillar tienen más de 50 manzanas, y miles de habitantes. Otras, como Las Marías o 3 de Mayo, funcionan sobre 3 o 4 manzanas, pero los vecinos suelen rechazar cualquier fusión con barrios vecinos. “Hay un 20% que tienen jurisdicciones demasiado chicas y quieren seguir así, no le podemos encontrar la vuelta” dijo Roberto Rodríguez, el director de Juntas Vecinales.

Una de las más activas es la junta de Los Coihues, que cuenta con una larga historia participativa y concentra numerosas actividades, como una radio, la biblioteca, la salita, una escuela de artes y oficios, una murga y hasta un jardín maternal autogestivo. También conformó una comisión de hábitat y gestiona la red de agua. Su presidente, Martín Domínguez, aseguró que el barrio genera “mucho arraigo” y admitió que la tarea en la junta “es muy demandante”.

Además de la dirección de Juntas, el municipio las asiste desde la Junta Electoral, que se ocupa de controlar los padrones y organizar los comicios periódicos.



La oposición ganó en Las Quintas

El último domingo los vecinos de Las Quintas concurrieron a las urnas para renovar las autoridades de ese barrio y se dieron dos hechos inusuales:
Por un lado, hubo dos listas en competencia (no ocurre en más del 20% de los casos) y, por otro que el triunfo le correspondió a la oposición.
La lista Rosa encabezada por Rosalía Fondovila logró 145 votos (el 60,6%) y relegó al actual presidente, Claudio Sandoval, quien se presentó al frente de la lista Celeste y obtuvo 94 votos.
 


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