Fundación Sara María Furman, ejemplo de una gestión en constante crecimiento

Fundación Sara María Furman, ejemplo de una gestión en constante crecimiento

La Fundación Sara María Furman fue fundada en 1980 por Don Boris Furman, hombre que se caracterizó por su marcada vocación de servicio y su permanente preocupación por ayudar al prójimo, especialmente a las personas más humildes y carenciadas.

Tan pronto como su situación económica se lo permitió, emprendió con constante empuje, sus obras solidarias. Entre ellas merecen ser destacadas la instalación del Complejo Turístico Teleférico Cerro Otto y su exclusiva Confitería Giratoria en San Carlos de Bariloche (1974). Una vez que la inversión comenzó a dar sus frutos, Don Boris donó todas las instalaciones a esa Fundación que había creado con anterioridad para que la totalidad de las utilidades del Complejo fueran, a su vez, cedidas a entidades de bien público de Bariloche y de la comunidad judeo argentina de Buenos Aires.

El otro de los hechos a mencionar, sin dudas, fue la instalación en su provincia natal de una Panificadora Solidaria (*) (1988) para elaborar 1200 kg. de pan diarios destinados, sin costo alguno, a 1200 familias carenciadas del Barrio Obrero Santa Rosa de Lima.

Sin embargo, su decisión de seguir avanzando para sumar otros atractivos que permitieran recaudar más fondos destinados a fines solidarios y, con el propósito de transmitir cultura artística universal, Don Boris Furman viajó a Italia. Recorrió Museos, Atelieres y Galerías de Arte, hasta encontrar lo que transformaría su sueño en realidad.

El David, La Piedad y El Moisés lo cautivaron de inmediato. Las tres obras más importantes de Miguel Angel Buonarroti, esculpidas en mármol de Carrara en el 1500 se erguían imponentes ante los ojos de quien mira con el anhelo de alcanzar lo que ve, para hacerlo propio.

Jamás hubiera pensado bajar los brazos. Su fuerza y sus deseos podían más que cualquiera de los tantos inconvenientes que se le fueron presentando. Las obras debían llegar a Bariloche para quedarse... Y fue así que tomó contacto con la Galería de Arte de Pietro Bazzanti e Figlio, en Florencia, Italia, en donde encargó las copias exactas de las tres obras del artista italiano, para trasladarlas a San Carlos de Bariloche.

Réplicas exactas en tamaño natural, construidas 80% en polvo de mármol y 20% en resina, se encuentran en exposición permanente en la Galería de Arte del Complejo Turístico Teleférico Cerro Otto, a 1405 metros de altura s.n.m. El visitante ingresa a la Italia de Buonarroti, pero en la Patagonia Argentina, experimentando – podría asegurarse - la misma sensación.

BORIS FURMAN

Boris Furman nació en la ciudad de Santa Fe el 24 de junio de 1916. Hijo de inmigrantes de ascendencia judía, conoció la extrema pobreza en su propio hogar, condición que en vez de abatirlo lo impulsó a encontrar formas de ayudar al prójimo, especialmente a los más humildes y necesitados.

A los 14 años Boris comenzó a trabajar como cadete en una sastrería. Dos años después era ayudante de vendedor y a los 18 vendedor al fin, oficio que hizo que se trasladara a Paraná con el propósito de vender insumos para sastres. Poco tiempo después decidió probar suerte en Buenos Aires y su esfuerzo y dedicación le permitieron alquilar su primer local en la calle Alsina al 1300 de la Capital Federal.

Fue en 1970 cuando Boris decidió viajar a San Carlos de Bariloche, junto a un amigo con quien ascendió hasta la cima del Cerro Otto. Maravillado con tanto paisaje decidió emprender las gestiones necesarias para obtener los permisos que le permitieran construir un complejo que tuviera una confitería giratoria en la cumbre y a la que se accediera a través de un moderno teleférico.

Apenas cuatro años después el sueño era una realidad y seis años más tarde ya había recuperado su inversión. Pero en vez de acumular sus ganancias, decidió constituir la Fundación Sara María Furman, en honor a su madre y a su hermana.

Desde 1980 la totalidad de las utilidades son donadas a entidades de bien público de San Carlos de Bariloche y de la comunidad judía de Buenos Aires.

Después de años de constante trabajo y esfuerzo, siempre pensando en hacer obras de bien que beneficiaran a las personas de condiciones más humildes, Don Boris Furman dejó de existir el 13 de abril de 2007, a la edad de 90 años. Una triste partida para quienes supieron de su grandeza. Pero su ejemplo de lucha y solidaridad tallará en cada paso, en cada emprendimiento, en cada decisión que se adopte en cualquiera de las obras que supo dejar como legado.

ACTO DE HOMENAJE A DON BORIS FURMAN

Para inmortalizar su nombre y las obras que Don Boris Furman ha dejado como legado y como ejemplo de lucha y solidaridad, el 28 de mayo de 2007– ante una nutrida concurrencia- se desarrolló un sencillo y emotivo acto, ocasión en la que se descubrió una placa en su memoria y se concretó el deseo que el propio Boris manifestara en vida: depositar la urna con sus cenizas en la base del Complejo.

Sus dos hijas, Nora y Liliana Furman, amigos personales, vecinos de Bariloche, la Gerencia Gral. y personal del Teleférico, integrantes del Consejo de Administración de la Fundación Sara María Furman, el Intendente Municipal y autoridades de distintas reparticiones se acercaron en una típica mañana otoñal en la Cordillera, para darle el último a Dios a quien consideraron "un benefactor" que supo despojarse de cualquier interés y ambición personal para ayudar a los más necesitados.

"Fue un gran hombre; irreemplazable; con mucho empeño y una gran generosidad; con espíritu de lucha y un gran ejemplo"; "puede quedarse tranquilo Don Boris, porque esta gran obra está en buenas manos y todo el personal del Teleférico aportará siempre su granito de arena para que siga creciendo"; "sé que desde arriba recibe el recuerdo de todos los barilochenses". "Amigo Boris, has cumplido. Descansa en Paz"... fueron algunas de las tantas frases que emocionaron al público en la despedida final.

El Gerente General del Teleférico, Sr. Oscar Borrelli, dio por culminado el acto no sin antes destacar que "era un hombre humilde y con humildad vamos a continuar con su obra que lo trasciende a él mismo, porque ha sido un verdadero ejemplo".