Crítica situación de la ARB por la caída de cenizas

Crítica situación de la ARB por la caída de cenizas

En el último mes, los 60 trabajadores de la Asociación de Recicladores Bariloche percibieron sólo mil pesos para el sostenimiento de sus hogares. La caída de cenizas en un basural a cielo abierto complicó la recolección y el acopio de lo recuperable, que en gran parte se estropeó con el lodo. Esta situación fue incluida en los fundamentos de la declaración de emergencia económica y social de la ciudad. La organización solicitó ser incorporada en las gestiones ante provincia y nación, para garantizar un ingreso mínimo a sus trabajadores hasta tanto se supere la crisis causada por el volcán Caulle-Puyehue.

Desde el año 2003, los 60 trabajadores que integran la ARB se desempeñan en el basural a cielo abierto, recuperando más de 200 toneladas de residuos por mes. De esta forma, gran cantidad de materiales como plástico, cartón, papel, vidrio y metales no ferrosos, son devueltos al mercado, evitando que sean enterrados y que afecten al medio ambiente. La venta de estos materiales recuperados representa la única fuente de ingreso de la organización, y es distribuida entre los miembros en forma proporcional a las horas trabajadas. Para el sostenimiento de los gastos mínimos de funcionamiento, realiza el control de ingreso de vehículos, percibiendo por ello la mitad de la tasa de uso del vertedero (5 mil pesos).
La necesidad urgente e individual que los empujó al basural en busca de alimentos durante la crisis del 2001, se transformó con el tiempo en una experiencia colectiva de organización social que les representa una fuente genuina y digna de trabajo. Desde su conformación hasta la actualidad, la ARB logró consolidarse, capacitarse y equiparse, manteniendo un rol fundamental no sólo en la gestión integral de los residuos, sino también en la concientización sobre la importancia del reciclaje, brindando charlas en innumerables escuelas, colegios y organizaciones.
Más allá de los logros en la mejora de la infraestructura, continúan luchando por la instalación de una planta de tratamiento de residuos que mejore las condiciones laborales y permita una mayor recuperación de materiales. En la actualidad, los camiones arrojan los residuos en el manto del basural a cielo abierto, y los recicladores deben recuperar lo reciclable –bajo el sol, lluvia o nieve- antes de que las máquinas lo entierren.
Producto de estas condiciones de trabajo, la caída de cenizas del cordón Caulle-Puyehue golpeó fuertemente su economía. En un informe presentado al Ejecutivo municipal, la organización detalló que con una rutina normal de actividad, durante los meses de temporada baja, se recuperan 40 toneladas de cartón, 22 de plástico, 36 de papel y entre 100 y 120 toneladas de vidrio. La venta de este material representaba para la organización un ingreso aproximado de 100 mil pesos. En temporada alta (junio, julio y agosto), se mantenía la cantidad de cartón, el papel bajaba a 18 toneladas, pero el plástico ascendía a 33 toneladas y el vidrio a 150, incrementando el ingreso durante esos meses a 135 mil pesos. Los gastos fijos mensuales de la ARB rondan los 18 mil pesos.
Sin embargo, a partir del 4 de junio, la caída de cenizas complicó la recuperación y acopio, y se registró una marcada baja en la cantidad de residuos que llegan al vertedero. Ingresan grandes cantidades de ceniza que, al mojarse con la lluvia y mezclarse con los lixiviados, conforman un lodo que estropea el poco material que está llegando.
Consecuentemente, en junio la ARB sólo recaudó 50 mil pesos por la venta de los materiales, y la tasa de uso del basural también registró una caída de 2 mil pesos. Para el pago mensual del sábado, la organización acudió a su fondo de reserva, de 10 mil pesos, por lo que cada uno de los 60 socios –en su mayoría sostén de familia- percibió menos de mil pesos: la mitad de su ya escueto salario.
Esta crítica situación motivó una presentación ante el intendente Marcelo Cascón, quien incorporó la descripción de la difícil situación de la ARB en los fundamentos de la declaración de emergencia económica y social sancionada en la última sesión del Concejo Deliberante. Al jefe comunal se le solicitó que la organización sea incluida –junto a otras empresas y organizaciones de la ciudad- en las gestiones que se realicen ante las autoridades provinciales y nacionales, a fin de obtener un aporte no reintegrable mensual que permita equilibrar las endebles finanzas de la Asociación hasta que se supere la emergencia, garantizando un ingreso mínimo a las familias que trabajan en la recuperación de material en el vertedero.

Asociación de Recicladores de Bariloche