Bariloche Gourmet

La barilochense Paz Levinson entre los mejores sommeliers del mundo

El sueco Arvid Rosengren fue coronado este miércoles (20/4) en Mendoza como el mejor sommelier del mundo. La barilochense Paz Levinson llegó hasta las semifinales y con ello logró la misma performance que en Japón 2013. El concurso Mejor Sommelier del Mundo Argentina 2016, fue dominado por los sommeliers de los países nórdicos.

Durante las rondas, los expertos debieron demostrar sus conocimientos y habilidades en temas relacionados al servicio, cata, vitivinicultura, gastronomía, geografía vitivinícola y procesos de elaboración, producción y consumo de los más diversos productos y bebidas del mundo.
Rosengren, de 31 años, se impuso en la última instancia ante el francés David Biraud y Julie Dupouys, que representó a Irlanda, aunque es nacida en Francia. La argentina Paz Levinson, que había clasificado entre los 15 semifinalistas, quedó fuera de las finales, con lo que equiparó su performance en el anterior Mundial, en Japón 2013.

El evento final del "Concours du Meilleur Sommelier du Monde Argentina 2016", tal su nombre original en francés, fue presenciado por unos 500 espectadores en el Teatro Independencia de Mendoza, además de otras 400 personas que lo siguieron en pantallas gigantes instaladas en el Hotel Hyatt y miles de aficionados del vino del mundo que miraron las pruebas por streaming en vivo.

El ganador viene de ser el Mejor Sommelier de los países nórdicos 2009, Mejor Sommelier de Suecia 2010 y 2011, semifinalista Mejor Sommelier del Mundo 2013 y Mejor Sommelier de Europa 2013, y trabaja actualmente en Charlie Bird, en Nueva York.

Las pruebas a las que fueron sometidos los tres sommeliers finalistas están destinadas a comprobar sus conocimientos y habilidades en temas relacionados al servicio, cata, vitivinicultura, gastronomía, geografía vitivinícola y procesos de elaboración, producción y consumo de los más diversos productos y bebidas del mundo.

El concurso realizado en la ciudad de Mendoza es la 15ª edición del certamen, que se realiza cada tres años desde 1969 y por primera vez tuvo lugar en Latinoamérica, organizado por la Asociación Argentina de Sommeliers, y tuvo participantes de 58 países y más de 400 visitantes de todo el mundo.

Dentro de la organización del certamen, se incluyeron comidas, degustaciones, visitas a bodegas, seminarios y otras actividades del ambiente del vino.

Con la presencia de miembros del comité internacional, los mejores sommeliers del mundo, empresarios de la industria vitivinícola y la prensa especializada del ámbito nacional y del internacional, Mendoza recibió durante cuatro días a la elite del vino mundial.

De Bariloche al mundo

Sin duda, observar a la barilochense llevando a cabo su trabajo enorgullece a esta ciudad. Paz Levinson tuvo un desempeño preponderante al consagrarse mejor sommelier de la Argentina en 2010 y 2014 y lograr el primer puesto en Chile 2015. La clave exitosa de la profesional vitivinícola es una combinación de conocimiento profundo y obsesivo en la materia, dotes sensoriales asombrosos y un atrapante savoir faire.

Consultada sobre la competencia mendocina sostuvo que “los concursos pueden deparar sorpresas porque se dan en un día en donde uno tiene que estar con todas las luces y en este certamen están los mejores del mundo, el nivel es altísimo. A mí siempre los concursos me ponen nerviosa, por eso lo más importante es sentirme segura en los momentos previos”.

El torneo anterior también situó a la barilochense en semifinales “fue una de las primeras veces que Argentina llegó tan alto”, dijo y agregó que “uno tiene que superarse y por eso voy a trabajar muy intensamente, además el objetivo es seguir aprendiendo y tratar de ser mejor cada día”.

Paz Levinson hoy vive en París (Francia), allí trabaja y resalta que en dicha ciudad existe una posibilidad de catar vinos de todo el mundo y justamente “un sommelier debe poder recomendar vinos de todo el mundo. Además ser sommelier es algo que excede los conocimientos de los vinos del país de donde uno viene, a mí no hay vino que no me apasione o que no me atraiga, o que no me provoque conocer el viñedo del que proviene”.

Con respecto al rumbo que hoy toma el vino argentino sostuvo que “esto también me apasiona, en muchos países sucede lo mismo; la exploración del terruño, de lo que pasa con la uva plantada en diferentes lugares y alturas y cómo el enólogo expresa eso que ve. Se habla también de distintos recipientes para fermentar, de micro terruños. A mí me encanta que Argentina se vaya diversificando. Tenemos que acompañar al consumidor, para que vaya entendiendo todos estos cambios”, finalizó. (Fuente: El Cordillerano, Los Andes, Télam)