Recetas Patagonicas
Crema de tomate y garbanzos con tostada de queso fundido
Crema de tomate y garbanzos con tostada de queso fundido
Si buscas un almuerzo o cena reconfortante que sea sana y digestiva pero que al mismo tiempo satisfaga tanto el estómago como el paladar, esta crema de tomate y garbanzos con tostadas de queso fundido puede convertirse en una de tus recetas de cabecera.
Nutritiva y completa, la única dificultad que presenta es planificar la cocción de los garbanzos… dificultad que puedes sortear fácilmente recurriendo a unos garbanzos cocidos de calidad.
¡Más sencillo imposible!
Ingredientes:
2 personas
garbanzos ( 75 gr )
tomates ( 250 gr )
ajo ( 1 diente )
cebolla ( 1/2 ud )
apio ( 1/2 rama )
caldo de verduras ( 250 ml )
comino ( 1/2 cucharadita )
pimentón dulce ( 1/4 cucharadita )
jengibre seco en polvo ( 1/4 cucharadita )
aceite de oliva vírgen extra
sal
pimienta negra
harina
perejil fresco
pan ( 2 rebanadas )
queso gouda ( 2 Fetas)
Preparación:
Paso 1:
La noche anterior, prepara un recipiente amplio con agua abundante y pon a remojar los garbanzos.
Lo ideal es que permanezcan así una noche entera.
Paso 2:
Al día siguiente, desecha el agua del remojo y pon a cocer agua nueva en una olla.
Cuando esté hirviendo, echa los garbanzos y cuécelos durante aproximadamente dos horas, hasta que estén tiernos.
Si empleas una olla exprés, el tiempo se reducirá hasta los 40 minutos aproximadamente.
Cuando estén hechos, escúrrelos y resérvalos.
Paso 3:
Pela los ajos y la cebolla y pícalos finamente en brunoise, esto es, en daditos pequeños.
Paso 4:
Retira las hojas de las ramas de apio, quita los hilos del tronco que sean demasiado gruesos y pícalo también.
Paso 5:
Pela los tomates. Si te resulta demasiado complicado hacerlo en crudo, escáldalos en agua hirviendo durante un minuto (practica un corte en forma de cruz en la base previamente) y trasládalos inmediatamente a un bol de agua con hielo.
El pellejo saldrá prácticamente solo. Una vez pelados, parte los tomates en cuartos y desecha las semillas.
Paso 6:
Pon aceite a calentar en una cazuela amplia. Cuando haya adquirido temperatura suficiente, añade el ajo.
Paso 7:
Cuando el ajo empiece a ponerse dorado, agrega la cebolla y rehógalo todo hasta que se ponga transparente. Añade entonces el apio.
Paso 8:
Cuando esté todo tierno, agrega los garbanzos cocidos y el tomate, saltea durante tres minutos y vierte el caldo en la olla.
Sazona con el comino, el jengibre, el pimentón, la sal y la pimienta y deja cocer durante un cuarto de hora a fuego medio.
Comprueba la textura: si es demasiado líquida, agrega un poco de harina y deja cocer 7 minutos más.
Paso 9:
Retira la olla del fuego y tritura la crema hasta obtener una textura fina (añade un poco más de agua y aceite si es necesario).
Paso 10:
Corta el pan en rebanadas y tuéstalo hasta que adquiera un color dorado intenso y una textura crujiente.
Cúbrelo con queso y ponlo un par de minutos debajo de un grill.
Presentación:
Sirve la crema en platos hondos o cuencos y espolvorea perejil por encima para proporcionarle frescor y color.
Acompáñala con pan tostado y el queso.
¡Ya tienes tu crema de tomate y garbanzos con tosta de queso fundido!
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