Alerta por incendios intencionales: confirmaron que el fuego en Epuyén fue provocado con acelerantes

 Un informe pericial concluyó que el incendio forestal de Epuyén fue intencional y se inició mediante el uso de un líquido acelerante. El hecho ocurrió el lunes 17 de noviembre en el paraje El Pedregoso. El fuego afectó aproximadamente 266 hectáreas de bosque nativo, según surge del trabajo técnico realizado por los investigadores a cargo del análisis del siniestro.

La investigación enciende las alertas en Chubut, Río Negro y Neuquén, debido a los antecedentes de incendios forestales intencionales registrados durante el verano 2025 y al alto riesgo ígneo que ya se vive en la región, de cara a una nueva temporada estival. Las tres provincias se encuentran actualmente bajo emergencia ígnea, con medidas preventivas y de control reforzadas.

Mediante la normativa está prohibido hacer fuego al aire libre en áreas no habilitadas y se establecieron sanciones y recursos adicionales para enfrentar el riesgo de incendios en toda la zona cordillerana.

De acuerdo con la reconstrucción del evento, los peritos descartaron causas naturales o accidentales y establecieron que la persona o las personas involucradas actuaron con intención. La investigación permitió identificar el mecanismo de inicio y las condiciones que facilitaron la rápida propagación del fuego.

Los peritos lograron identificar el punto de origen del incendio siguiendo los patrones de avance del fuego y concentrándose en la denominada cola del incendio.

En ese sector se halló un árbol nativo tipo pitra, con cinco troncos, que presentaba daños por fuego más profundos que el resto de la vegetación cercana.

Las marcas de quemaduras en los árboles del entorno confirmaron que el fuego se originó en la base de esa pitra, lo que permitió avanzar sobre la causa.

La pericia incorporó tecnología y apoyo canino, que resultaron determinantes para confirmar el origen intencional del fuego.

Un detector electrónico registró la presencia de gases inflamables en el punto de inicio y un perro entrenado de la Policía Federal marcó exclusivamente la base del árbol pitra. De esta manera, se estableció que el incendio se inició mediante el encendido de un líquido inflamable, como nafta o queroseno, utilizando una llama abierta.

Quedaron descartadas otras hipótesis, ya que ese día no hubo tormentas eléctricas, tendido eléctrico ni restos de fogatas en el lugar.

El día del incendio coincidieron vientos fuertes, altas temperaturas de entre 20°C y 24°C y niveles de humedad muy bajos, ubicados entre el 17% y el 20%, en el marco de una alerta meteorológica vigente.

A esto se sumó un invierno con pocas lluvias, que dejó una gran cantidad de material vegetal seco, compuesto por hojas, ramas y pastizales.

El fuego se inició en la ladera del Cerro Pirque, donde la pendiente favoreció el ascenso rápido de las llamas y la división del incendio en dos frentes. Uno de esos frentes avanzó hacia la cumbre, mientras que el otro se desplazó en dirección al pueblo de Epuyén.