Crece la preocupación por el vertedero ante la llegada del verano

 Vecinos autoconvocados que reclaman el cierre del vertedero volvieron a manifestar su malestar ante la llegada del verano y las altas temperaturas a la ciudad. La situación preocupa por los incendios intencionales en la zona y el impacto que tiene sobre los barrios aledaños.

De cara a los próximos meses, el escenario no resulta alentador para los vecinos, así lo expresó Lihue Bariggi, referente de los vecinos: “Le pedimos a Dios que no haya incendios. Es lo que más nos preocupa, sinceramente. Hablamos con los bomberos y nos dijeron que sinceramente no dan abasto, que le piden a Dios que no haya un incendio en esos lugares porque no dan abasto. Con tanto calor, el fuego va a hacer lo suyo y va a terminar bloqueando todas las entradas. Lo que más nos preocupa es que los incendios entren en una zona 100% residencial”.

En relación al pedido a los concejales aclaró que: “Lo último que hicimos como vecinos autoconvocados fue participar en el presupuesto, solicitar que se aplique algún presupuesto para el año que viene y no nos confirmaron nada. Fuimos a distintos lados pero seguimos sin conseguir respuestas concretas. Sabemos que ahora se frena un poco la ciudad asique tenemos que esperar hasta el año que viene. Este año en el concejo no nos dieron lugar en la banca del vecino”, señaló.

La Defensoría del Pueblo se sumó a la causa junto a científicos del CONICET: "Se llamó desde la Defensoría a hacer un estudio, pero dijeron que iba a tardar tiempo. La gente de CONICET mostró bastante insatisfacción cuando se volvió a pedir un estudio. Básicamente dijeron que ya estaba hecho, la situación del vertedero es evidente y se está contaminando todo".

Juntada de reclamo y solidaria
Frente a la falta de respuestas oficiales, los vecinos continuaron organizándose y realizando acciones solidarias en el territorio. Bariggi recordó una colecta de alimentos realizada en el Centro Cívico meses atrás y anticipó que planean repetir la iniciativa antes de fin de año: “Probablemente nos juntemos entre Navidad y Año Nuevo de vuelta en la rotonda para juntar alimentos para las familias que viven en el manto, porque la comida que juntamos aquella vez no alcanzó para nada”, explicó.

La situación social en los alrededores del vertedero es, según describió, crítica. “Se ayudó a más de 15 familias, fue bastante, pero no alcanza. Hay por lo menos 50 familias comiendo del manto. Cualquiera que pase por los barrios aledaños se da cuenta de la cantidad de gente que entra y sale a diario”, sostuvo.