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Cuáles son las opciones para controlar el avance del jabalí en la región
Las autoridades están tomando cartas en el asunto sabiendo que de no hacer algo pronto, la problemática se irá incrementando.
La semana próxima llegará a Bariloche Martín Abad médico veterinario y técnico en la agencia de extensión rural de INTA en Patagones , junto al subsecretario de Fauna de Río Negro, Roberto Espósito para realizar un relevamiento.
En diálogo con El Cordillerano Abad brindó detalles del trabajo que viene realizando y de particularidades del animal. “Por lo que cuentan quienes han estudiado a los jabalíes en el territorio, los trajo Pedro Luro a una estancia de La Pampa para hacer un coto de caza”.
A partir de 1930 hubo denuncias de escapes de ese sector. “Buscando alimento, corridos por los incendios de pastizales o acorralados por la cacería, fueron ampliando su territorio porque tienen una gran capacidad de adaptación”.
Hay particularidades del animal que son tenidas en cuenta al momento de planificar un control de la especie. “Necesitan agua a diario y sombra en verano porque no regulan bien la temperatura, con respecto al alimento comen de todo preferentemente, raíces, bulbos, hongos”.
Pesando en la descripción del ambiente para la propagación del jabalí, Bariloche y sus alrededores son lugares ideales. Ya han sido vistos en zonas de montaña “la limitante que tienen es el frío y los suelos helados pero enseguida encuentran las condiciones para habituarse”.
Aclaró “el verlos con mayor frecuencia no significa un grave problema para el ser humano porque de lo que se tiene registro, ataques a la gente que ande transitando no hay”. Los que se han dado fueron producto de momentos de caza con perros, al sentirse acorralados o estár heridos.
Caza no
Abad habló de los diversos métodos que existen para el control de la especie. “Captura con jauría que en la región de Bariloche no se pude implementar porque los perros no solo buscarían al jabalí sino que podrían perseguir o atacar a fauna autóctona”.
Salir a cazar con armas de fuego tampoco es viable por el peligro, el entorno y la falta de visibilidad a distancia por los desniveles del terreno. “Con Roberto Espósito y Alfredo Allen del municipio de Bariloche hablamos del tema de las trampas ya que hace años que vengo trabajando con ese sistema”.
Abad desarrolla sus tareas en la zona de campos de Patagones. “Teníamos muchos problemas con el avance del jabalí por ataques al ganado y a partir de eso empecé a trabajar con distintos modelos de trampas y jaulas”.
Una vez atrapado el animal en una de esas trampas hay distintas alternativas “Ganadería y Fauna de Río Negro están trabajando para tratar de habilitar algunos puntos de faena y control bromatológico”. Otra alternativa sería articular con privados que ya faenan carne de ciervo o jabalí para la venta pero aún este tema no está resuelto. Abad viene a Bariloche precisamente para hacer una evaluación “la idea es ir, analizar la situación ver qué hay que hacer”.
La carne de jabalí se puede consumir pero hay determinados controles que deben realizarse para que sea seguro para la salud, evitando el riesgo de contraer principalmente triquinosis o tuberculosis.
Hay distintos modelos de trampa, algunas con forma de corral, otras de hierro y una de esas está pensado hacerlas con ruedas para que en el caso de ser necesario se lo saque de ahí y se los lleve a un coto de caza, un centro de faena o se los libere en otro lugar que estén controlados.
Siempre hay que tener presente que se trata de un animal exótico, introducido por el ser humano y es quien debe hacerse cargo del control poblacional del jabalí. “No tiene predadores naturales, solo el puma cuando ataca a las crías pero al hacerlo debe enfrentarse a la madre o a otros adultos y no es tan sencillo”.
Reproducción
Con respecto a la reproducción Abad dijo “ahora en otoño es el momento donde los machos andan sirviendo a las hembras y hay otro momento que se puede dar en noviembre para parir en verano”. Detalló que la chancha tiene 3 meses, 3 semanas y 3 días aproximados de gestación.
Resumiendo lo más común es que tengan un celo al año y el segundo depende de las funciones ambientales y las condiciones donde habiten, relacionadas directamente con la alimentación.
“El jabalí se adapta fácilmente dependiendo de esas condiciones un año puede disminuir drásticamente su población pero al año siguiente, duplicarla”.
Originalmente es un animal que tiene tres o cuatro crías “al cruzarse en esta región con chanchas domésticas ese número ha aumentado entonces nos podemos encontrar con 5, 8 o 10 lechones”. Como máximo una hembra puede parir 20 crías por año y a diferencia de otras especies al nacer ya tienen los ojos abiertos, caminan o corren.