identificarme


Click aquí para registrarte
¿Olvidaste tu clave?

Bariloche, martes 08, julio 2025
   │  » Ver pronóstico

Noticias de hoy

El hombre que nunca conoció al general Bussi

21-02-2010 / Morales Solá llegó a Clarín desde Tucumán en pleno 1976, tras cubrir el Operativo Independencia. Un agasajo íntimo con el genocida.


Su llegada desde Tucumán a la redacción de Clarín en Buenos Aires, y su ascenso en la jerarquía del diario, se produjo en lo peor del espanto: los años más duros de la última dictadura militar. Durante años redactó editoriales en el diario, aunque lo hizo inicialmente sin firma. Mariano Grondona por entonces, a la hora de escribir sus panfletos procesistas en El Cronista, había elegido la vía del seudónimo: Guicciardini, el nombre de un pensador italiano, de la estirpe de Maquiavelo y de la puesta a punto de la idea de la razón de Estado como fuente de toda razón y justicia. Pero incluso cuando se decidió a asentar su firma, la prosa de Morales Solá era en sí misma una representación de la cultura procesista: reprimida, enredada, oscura, opaca, justificadora de lo peor.
Hay quienes sostienen que la venida de Morales Solá a Buenos Aires fue aupada por los deseos del general Domingo Bussi. Hay quienes dicen también que Morales Solá tuvo que ver en la ruptura interna de Clarín con el desarrollismo, con las figuras de esa corriente que aún formaban parte del diario y con la llegada de Leopoldo Galtieri al poder.
Hace algunos años, en una carta de lectores que publicó en la revista Veintitrés, el periodista dijo que nunca habló con Bussi mientras estuvo en Tucumán. Hay una foto (8 de junio de 1976, página 5 de La Gaceta) que parece desmentir esa afirmación. Morales Solá aparece entre un grupo de periodistas agasajados por el entonces general y gobernador. Bussi les agradeció en el Día del Periodista “toda la colaboración que nos vienen brindando” y los exhortó “a que continúen prestando el mismo apoyo”.
¿Nunca habló con Bussi en Tucumán? Desde La Gaceta Morales Solá manejaba la información sobre el Operativo Independencia. El periodista Hernán López Echagüe afirmó hace años en su libro El enigma del general que Morales Solá compartió un asado con Bussi y otros periodistas: Leo Gleizer, René Sallas y Marcos Taire, entre otros. Cada uno recibió de manos del genocida “un pergamino en el que agradecía ‘su colaboración en la lucha contra la subversión’”.
Marcos Taire, también mediante una carta publicada en Veintitrés, corroboró el dato de la siniestra conferencia de prensa seguida de un almuerzo. Y añadió que por lo menos hasta el 23 de abril de 1976 Morales Solá firmaba notas de tapa en La Gaceta. En esa nota de abril el periodista que hoy se destaca en La Nación y TN saludaba la designación de Bussi de este modo: “El general conoce el ámbito local y no ignora las necesidades y las urgencias de la provincia”.

Arriba