D.Rapoport. El inesperado final de un gran músico

Foto: En una humorada junto a su amigo y compañero de rutas musicales, el "Flaco".

La vida puede ser siempre muy irónica. Diego Rapoport uno de los más reconocidos y entrañables pianistas y tecladistas de rock y jazz de la Argentina murió ayer a la madrugada en una estación de servicio de Cipolletti.

Rapoport, íntimo amigo y músico en distintas épocas de Luis Alberto Spinetta, falleció al regreso de una visita al "Flaco" quien lucha contra un cáncer.

Había ido hasta Buenos Aires en compañía de unos amigos a darle su apoyo a Spinetta y se encontraba de vuelta cuando inesperadamente encontró la muerte. Fue un final abrupto y sin dolor.

El pianista viajaba sin problemas evidentes.

Al llegar a la estación de servicios se quedó en el automóvil mientras los demás hacían compras y cargaban combustible. A su regreso Diego Rapoport parecía dormido. Jamás pudieron despertarlo.

Según trascendió habría sufrido un Accidente Cerebro Vascular.

"Cuando Diego Rapoport está tocando el piano, las notas pasan a ser gotas de luz que caen mansamente", así lo describieron en la revista Pelo, en la década del 80. Un virtuoso, capaz de inspirar al movimiento con sólo sentarse frente a su instrumento.

Diego comenzó a estudiar música desde muy temprana edad en el Collegium Musicum de Buenos Aires. A los 15 años estudió con el maestro y compositor Carlos Guastavino.

Su primer trabajo fue en el verano del 73 en un hotel en Mar del Plata tocando antes y después de Mariano Mores. Con el grupo Buenos Aires Sound recorrió el mundo.

En el 76 regresó al país y se sumó al grupo Arco Iris. A fines de ese año conoció a Luis Alberto Spinetta quien le ofreció integrar la Banda Spinetta. Con él grabó diversos y fantásticos discos.

También integró innumerables grupos con músicos de toda la zona del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.