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Bariloche, viernes 09, mayo 2025
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El INTA y Provincia diseñan un plan para reducir la presencia de jabalíes en Bariloche

 La creciente presencia de jabalíes en la zona del Parque Municipal Llao Llao ha generado preocupación entre autoridades y vecinos. Se trata de una especie exótica invasora que, si bien evita el contacto humano, puede causar daños ambientales y afectar la fauna local.

Por eso, un equipo técnico integrado por personal del INTA y la Dirección de Fauna de Río Negro viajará la próxima semana a Bariloche para iniciar acciones de control en conjunto con el Municipio.

Martín Abad, médico veterinario de la Agencia de Extensión Rural de INTA en Patagones, explicó en el programa Ideas Circulares que el jabalí “fue introducido con fines de caza a principios del siglo XX, primero en La Pampa y luego en zonas de Neuquén, desde donde se expandió hacia áreas como el Parque Nacional Lanín y Nahuel Huapi”.

Respecto a la metodología que se aplicaría en Bariloche, Abad señaló que la opción más viable es el uso de trampas vivas: “Por las características del lugar, con presencia de turismo y vecinos, las jaulas trampa parecen ser la alternativa más segura. Vamos a viajar la semana que viene para evaluar la situación y construir una propuesta que pueda resolver el problema”.

Estas trampas pueden tener distintos diseños y tamaños, algunas fijas y otras móviles: “Se las va cebando hasta que el animal entra confiado, y ahí se activa el mecanismo para la captura en vivo. En nuestra zona usamos algunas de hasta 7 u 8 metros de diámetro”, detalló.

Si bien una erradicación total es poco probable, se busca controlar la población: “El jabalí no tiene predadores naturales en la región, y si no se controla, su número crece. Nuestro objetivo es evitar que afecte zonas con turismo o donde se quiere conservar el ambiente”, explicó Abad.

Sobre el destino de los animales capturados, sostuvo que aún se analiza: “Hay lugares habilitados para faenar o hacer controles sanitarios. Otra alternativa sería trasladarlos vivos a cotos de caza controlados. Pero eso se definirá luego del relevamiento en territorio”.

Consultado sobre el riesgo para las personas, Abad fue claro: “El jabalí no es un animal agresivo, trata de evitar al ser humano. Si no está acorralado o herido, no representa un peligro. No queremos generar alarma, sino ocuparnos del tema con responsabilidad”.


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