El programa que enseña a leer y a escribir a adultos, busca voluntarios

 En una sociedad en la que cada vez todo se vuelca más a la tecnología y excluye de alguna manera a quienes no tienen ciertas herramientas y conocimientos, tener un espacio en el que poder aprender a leer y a escribir, es vital. Esto representa el programa Yo Sí Puedo y ahora busca voluntarios para una nueva edición.

El programa se implementó hace 20 años y hace 14 que tomaron la posta desde la CTA (Central de Trabajadores Autónomos). Cada año, distintas personas llegan al curso cuyo objetivo es básicamente, enseñarles a leer y a escribir.

Antes de comenzar con la capacitación, se buscan voluntarios que quieran ser parte de este proceso de aprendizaje. “El único requisito es saber leer y escribir correctamente y tener ganas y conciencia de ayuda a todo compatriota que haya tenido dificultades en la vida y no haya podido alfabetizarse”, indicó a ANB Rubén Terrile, referente del programa e integrante de la CTA.

La convocatoria abierta actualmente, apunta a personas que tengan ganas y disponibilidad de poder brindar clases durante estos 100 días que dura el programa Yo Sí Puedo.

Año a año se suman muchas personas que quieren dar una mano y colaborar con el programa. Suelen establecer un sistema de rotación, debido a que la actividad es voluntaria y se tienen en cuenta las obligaciones de cada una de ellas.

La matrícula de personas que asiste varía año a año y de acuerdo a lo indicado por Terrile, “depende mucho de la situación económica, política y social del país” y sobre esto añadió que especialmente este año “en el que la gente que domina el país, también domina los ánimos”.

A pesar de las dificultades económicas, cuando los vecinos y vecinas que asisten al programa demuestran ganas de aprender y convicción en esto, “siempre encontramos la vuelta para que puedan asistir”, señaló.

“Nuestro objetivo fundamental aparte de enseñar a leer y a escribir, es elevar el autoestima porque todo iletrado tiene un grado de subestimación propia y sufre mucha discriminación de la propia sociedad”, consideró Terrile.

En este sentido, añadió que “nunca existió en Argentina, ningún gobierno que se haya propuesto bajar los índices de analfabetismo” y sobre esto, además, agregó que “el sistema tiene planificado el analfabetismo como una herramienta de sometimiento. Nosotros intentamos paliar esa situación. No lo podemos hacer velozmente, porque nos cierran todas las puertas. Si tuviéramos distintos ministerios interesados en alfabetizar haríamos este trabajo mucho más rápido".

De lunes a viernes, durante una hora y media, un grupo de voluntarios y voluntarias, brinda las clases a este grupo de personas que comparten, además, sobre su día a día, un té, algunas galletitas y el desafío de aprender siendo adultos.

La gente que se suma al espacio varía en historias y edades, pero muchos son adultos que no tuvieron la posibilidad de estudiar debido a que de niños vivían en el campo y la edad para comenzar a trabajar era muy temprano.

Estiman que el programa comenzará antes de finalizar el mes, aunque todavía no hay fechas certeras. “No hacemos inscripciones, solo invitamos a quienes quieran aprender y el primer día de clases es toda una sorpresa”, expresó Terrile. (ANB)

Por consultas para el voluntariado: 2944 553966