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El Centro Cívico volvió a ser escenario de los diversos reclamos contra el Gobierno de Javier Milei y sus políticas de ajuste. Esta mañana, trabajadores, técnicos y profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizaron el “Feriazo”, un evento que contó con shows de música en vivo, radio abierta y una feria organizada por productores locales que tuvo desde venta de plantines hasta capones y chivos de la Línea Sur. Una jornada para visibilizar la problemática que afronta la institución y el peligro que representan las medidas de reestructuración, por parte de la gestión libertaria.
La participación fue numerosa. A pesar de la lluvia y el viento húmedo que proviene del lago, y de la baja temperatura, la gente se fue congregando en la plaza y cada voz en apoyo al INTA se hizo escuchar en el pequeño escenario que montaron.
En la estación experimental local, son 110 trabajadores del INTA que ofician de nexo colaborador con los productores rurales de la zona andina. Durante la gestión del gobierno nacional actual, se redujo más del 15% del personal en el área Patagonia Norte (Río Negro-Neuquén), mediante retiros voluntarios y jubilaciones que no tuvieron reemplazo.
Entre las preocupaciones más graves que viven se encuentra la reestructuración en el sistema de gobernanza, a partir de la cual el ejecutivo tendría más representación y poder de decisión en el Consejo Directivo, con injerencia directa en temas como recursos humanos, presupuestos o cuestiones administrativas. En este sentido, los trabajadores avizoran un panorama no muy prometedor, con recortes en las prestaciones para los productores y despidos arbitrarios.
En solidaridad con el sector, estuvieron presentes integrantes de la UnTER, el Abuelazo Bariloche, miembros de la asamblea de jubilados en lucha y otros trabajadores de organismos estatales organizados.
La murga estilo uruguayo La Retobada, Rodo Cancino, el Chango Mc Donald y Miguel Ludueña y el Rejunte le aportaron melodías a la jornada de protesta. En esos instantes, se formó una gran ronda de bailarines encabezada por la agrupación Alma Mestiza, que danzaron zambas y chacareras, al compás del bombo legüero.
En el evento también se realizó una colecta solidaria de alimentos no perecederos y productos de limpieza para ayudar a las familias más necesitadas de las zonas rurales.
Hace más de 60 años, la institución genera conocimiento y tecnología que son bienes públicos cruciales para la competitividad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de las cadenas de valor agropecuarias argentinas, manteniendo la autarquía y un sistema de gobernanza integrado a las entidades del sector rural.
La convocatoria expuso una colorida y variada gama de productos comestibles, elaborados por productores de la región, como miel, dulces, telares, plantas, carnes, todos logrados bajo el asesoramiento profesional de los trabajadores de la institución que hoy es blanco del desfinanciamiento del Gobierno, en el afán de lograr sus metas de déficit cero.