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Bariloche, martes 14, octubre 2025
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Hay que estar preparadosEl vulcanólogo G. Villarosa recordó que la zona es volcanica

El vulcanólogo Gustavo Villarosa recordó que la zona es volcánica y es necesario estar preparados para este tipo de hechos. Brindó algunas explicaciones sobre los sismos y volcanes, y comentó que según como ocurrieron los hechos "tuvimos suerte". Foto de Trilce Reyes Bartoliche.

El vulcanólogo Gustavo Villarosa se refirió a la situación que afronta Bariloche, a raíz de la erupción del cordón Caulle-Puyehue y explicó que Bariloche está en una zona volcánica y este tipo de hechos son normales, por lo cual es necesario estar preparados.

Destacó que hay dos cosas importantes, aprender que estamos en una zona volcánica, geologicamente activa, por lo cual es preciso informarnos y "aprender a hacernos cargo de lo que corresponde a cada uno y tratar de que como sociedad aprovechemos estas cuestiones naturales y tratemos de estar más preparados para la próxima, y eso nos involucra a todos". Reconoció que "como instituciones tenemos que ver cómo capitalizamos esto para tener capacidad instalada local para dar una mejor respuesta la próxima. Sería bueno que lograrámos reforzar tanto la capacidad humana como en recursos, equipamientos y demás para no tener que depender tanto de recursos externos".

Insistió en la necesidad de priorizar y apoyar la búsqueda de recursos en el momento, "como yo digo de paz, porque durante la emergencia se hace muy difícil tapar los baches que tenemos".

Consideró que como sociedad se puede trabajar en la cuestión de percepción del peligro, dado que "creo que hay una falsa percepción de que si uno dice que vivimos en un área volcánica y trabaja en las cuestiones de prevención el turismo se va a sustar y no es así, las áreas turísticas por excelencia están en zonas volcánicas o sísmicas, o riesgo de tsunami, si uno muestra que estamos preparados, que tenemos los monitoreos y las prevenciones que tenemos que tener la gente viene igual, lo peor es mostrar falta de preparación".

Explicó que la Onemi estaba dando los alertas y "nosotros los estuvimos siguiendo, había conciencia de que esto podía pasar, tuvimos un último aviso con algunas horas, donde la erupción era inminente". Sin embargo reconoció que "es difícil comunicar en una comunidad que posiblemente no esté del todo preparada. Tenemos mucho para trabajar, es un desafío interesante".

Comentó que "no trabajamos en monitoreo de volcanes, porque están en el otro lado de la cordillera" y precisó que hay sistemas de monitoreo locales y satelitales.

En el programa De la A la Z, el investigador del Conicet y profesor d ela Universidad Nacional del Comahue, comentó que la zona se conoce como cinturón de fuego del Pacífico, que es una alineación de volcanes en un borde de placas. "Estos bordes de placa se dan donde choca una placa contra la otra, la más pesada pasa por debajo de la más liviana, la liviana es el continente, entonces nuestro continente está por arriba de la placa que viene del océano Pacífico. Esa placa que se mete por debajo genera los sismos y volcanes", indicó.

Aclaró que es una zona de sismicidad media y que en el país hay zonas sismícas más importantes.
Villarosa informó que la mayoría de los volcanes activos están del otro lado de la cordillera, "no hay en Río Negro volcanes activos que veamos, eso nos da falsa impresión de lejanía del fenómeno y la realidad es que es todo lo contario, porque en Chile se ven los efectos de los volcanes que se producen en las inmediaciones pero nosotros tenemos los efectos que abarcan más superficie que son la caída de ceniza, porque los vientos dominantes en nuestra región vienen del oeste, entonces en Chile se producen fenómenos bastante más destructivos que se limitan a unos kilometros en el entorno, nostors tenemos efectos que son quizá menos destructivos pero en pérdidas económicas pueden llegar a ser mayor porque abarcan más superficie, afectan la ganadería, elt urismo, una cantidad de cosas con las que vamos a tener que aprender a lidiar en los próximos meses".

Definió a un volcán activo como aquel que tuvo actividad en los ultimos diez mil años. Consultado por el Tronador, dijo que no tuvo actividad, "por lo tanto no se lo considera un volcán activo pero sí hay un volcancito cerca del Tronador que es el cerro volcánico y todo hace pensar que tuvo actividad postglaciar, o sea que posiblemente este dentro de esa ventana de diez mil años, pero sería otra tipo de erupción la que generó ese volcancito, no sería explosvia sino otro tipo de actividad volcánica, yo diría que no es lo que más nos tendría que preocupar".

Respecto a la cantidad de volcanes activos en Chile, precisó que "en el tramo de la Cordillera que nos incluye hay 60 volcanes activos, algunos dudosos". Específicamente en la zona de Bariloche hay por lo menos 5 centros voclánicos activos a los cuales es necesario prestar mucha atención. Entre ellos se cuentan el complejo Puheyue Cordón Caulle, Antillanca y Osorno.

Se refirió a la tarea de seguimiento que realizan en el vecino país y comentó que sobre todo después de la erupción del Chaitén han sabido reforzar su observación y tienen una capacidad de monitoreo importante, por lo cual "estamos en contacto porque son los que tienen los volcanes cerca y nos pueden dar las alertas".

Explicó que hay dos tipos de actividad sísmica, la tectónica que puede tener intensidades importantes en nuestro caso y la actividad provocada por erupciones volcánicas, movimiento de magma dentro de la corteza. No son de gran intensidad más allá de lo que pueda percibirse en el entorno próximo del volcán. En relación con la erupción, dijo que "no deberíamos esperar movimientos sísmicos o de importancia en la zona".

Villarosa se refirió a los materiales volcánicos que surgen de las erupciones explosivas y afirmó que se trata del magma particulado, que se fragmenta y viaja por la atmósfera y se enfría. En este sentido, indicó que el material que se genera en el volcán es de tamaño diverso, dependiendo de la energía de la erupción y de la distancia al volcán además de la fuerza de los vientos. En la cercanía del volcán pueden caer bloques muy calientes, incandescentes, "es roca fundida" y puede producir en ocasiones incendios forestales. Por este motivo sostuvo que "tuvimos suerte en la epoca del año que se produjo esta erupción y que inmediatamnte se produjo lluvia". Insistió en que "tuvimos suerte, dentro de lo intensa que fue la erupción, intensa para lo que estamos acostumbrados y lo que se esperaba en general, sabiamos que esto podía llegar a pasar. Suerte porque dentro de lo enérgico tuvimos muchos factores que nos ayudaron a no ver todos los efectos nocivos que hubiéramos podido tener."

Reflexionó sobre el trabajo que es necesario realizar y afirmó que hay un trabajo previo a la erupción, en el cual hay que tener presente cuáles son las recomendaciones que se dan antes, cosas que uno debería tener listas antes.

Insistió en la necesidad de estar preparados, tener una pequeña reserva agua, alimento para que no se produzcan corridas, velas, estar comunicado con radio a pila.

Manifestó la necesidad de saber que esto existe, " entender en el lugar donde estamos, sabemos las complicaciones de la nieve, estas cosas las vemos con una frecuencia más grande y nos vamos olvidando, trabajar más desde las instituciones para que la gente sepa que en estos lugares estas cosas son normales, si bien ocurren muy de vez en cuando, estar listos. Ecuchar recomendaciones de defensa civil, mantener ceniza afuera y no desesperar, no asustarse".

Estimó que "los problemas no deberían ser mucho más serios de lo que ya vimos, si cuidamos el agua, si cuidamos que la ceniza no se vaya a los desagües , que los techos no se recarguen demasiado, tengamos en cuenta que si tengo 10 centímetros de ceniza en el techo puede venir una nevada que me agrega la sobrecarga, la ceniza no se derrite, podemos tener un peso importante, en viviendas o instalaciones con techos de poca pendiente o que no sean muy fuertes hay que tener previsión para limpiarlo, con la seguridad que corresponde."

Consultado respecto a la toxicidad de las cenizas, explicó que a veces pueden llevar alguna sustancia que puede entrar en solución de manera rápida, y en este sentido sostuvo que "un análisis de composicion de la ceniza no dice nada al respecto, voy a encontrar lo mismo que las rocas, que las escucho y me asusto, como metales pesados, es lo mismo que cualquier roca o sedimento del entorno, pero no es fácilmente incorporable en el agua, eso no me tiene quE preocupar, si tengo que estar atento a estas sustancias que vienen con la ceniza a veces y que son solubles, que pueden entrar en contacto con el agua".

El investigador sostuvo que "hasta el momento los datos que he visto llevan tranquilidad, tampoco es que sea una hipótesis alta o de muy alta probabilidad que ocurra esto, la fuente de agua nuestra es un lago muy grande, para contaminarlo a niveles alarmantes tendria que ser una cosa muy importante".

Respecto a electrónica recomendó mantener las redes eléctricas limpias, cuando no llueve limpiarlo y sacar la ceniza que cuando se moja se vuelve conductora, mantener la ceniza afuera de las casas, no solo que respirar cenizas muy finas no es saludable sino que afecta a todos los aparatos

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