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JP Morgan retiró del país a los ejecutivos vinculados a Arbizu

Éxodo masivo de los responsables políticos del banco en la Argentina tras el escándalo por lavado. Dos de ellos mantenían serios vínculos con Clarín y Constantini.

Luego de haber estado congelada cinco años por un combo de presiones empresarias, dilaciones judiciales y ocultamiento mediático, la megacausa de lavado de dinero que se inició luego de la denuncia del ex ejecutivo del JP Morgan, Hernán Arbizu, empezó a generar un caos político interno en la entidad. El banco encaró desde 2008 a esta parte un curioso éxodo masivo de aquellos directivos y cazadores de clientes que tenían vínculo directo con Arbizu en la Argentina. Un dato que no es menor explica semejante movida: todos los nombres aparecen directamente vinculados al arrepentido en los 117 mails del Blackberry que analiza la justicia y que corresponden al período en que estalló la causa (abril-mayo del 2008); y por lo menos tres de ellos mantenían fuertes lazos con personas o empresas investigadas por presunto lavado de activos como Clarín y Consultatio, del empresario Eduardo Constantini. La política de borrar la evidencia física fue tan efectiva que hoy y según pudo saber Tiempo Argentino, en las oficinas del Morgan en Catalinas sólo resiste en su puesto de número uno del banco Facundo Gómez Minujin, que, no casualmente, llegó allí luego de años de trabajar en el estudio del ex el embajador menemista ante las Naciones Unidas, Emilio Cárdenas, una de las personas físicas que está investigada por presunto lavado de dinero luego de que este diario develara instrucciones de transferencia comprometedoras.

Entre los que han tratado de correrse del escándalo aparece el ex gerente de Finanzas del Grupo Clarín, Roberto Zorgno, quien era un alto directivo del Morgan en la región Cono Sur. Según ejecutivos de un importante banco transnacional, Zorgno dejó la entidad, en la que en los últimos años se había desempeñado casi en las sombras, para alternar su vida entre viajes al Uruguay y su morada preferida en la Argentina, una mansión en el selectivo barrio privado Abril, ubicado en Hudson. Quien mantenía el vínculo con las cuentas del holding Noble-Magnetto en el Morgan es director titular de la SA que administra el country. El hombre en cuestión tuvo un paso fugaz por la Secretaría de Hacienda entre los años 1980-1986 y su propio currículum lo pone como un especialista en el manejo de portfolio de activos financieros y derivados "tanto en entidades financieras como de familias". Criado en el think tank del liberalismo más extremo de la Argentina, el CEMA, Zorgno decidió volver a dar clases de Economía en esa institución. Sin embargo, fuentes bancarias aseguraron que "sigue asesorando a Clarín".
Otro de los que se alejaron a la fuerza del Morgan en Buenos Aires, es Andrés Rodríguez Lubary. Hace unas semanas, el diario BAE había dado indicios de su ausencia en las oficinas de Catalinas por un extraño viaje personal, pero este diario confirmó que hace meses mantiene un esquema de periplos similar.
Más atrás en el tiempo, el Morgan corrió del alcance de la justicia a dos de sus mejores alumnos. Luke Palacio, jefe de Cono Sur y quien según los mails que estudia el juez Sebastián Casanello dialogó con Arbizu sobre la estafa con triangulación de dinero entre cuentas, primero fue relegado al área Andes y Caribe del JP, y luego terminó migrando al Citibank en enero de este año, también a la división banca privada.
También hubo migración en los mandos bajos. María Laura Tramezzani, una de las "hunters" que cazaban clientes para Arbizu se encuentra trabajando para el Morgan en Chile. Pero Tramezzani tiene otros datos curiosos en su haber: trabajó siempre en el sector financiero, y cuando se desempeñaba en Research del Bank Boston, fue jefa de la hoy reina de Holanda, Máxima Zorreguieta. Ambas habían cursado estudios en la Universidad Católica (UCA), y luego Máxima llegó a posicionarse en la entidad como una especialista en atender cuentas de clientes de banca privada. Sin embargo, lo más complejo del currículum de Tramezzani es su vinculación directa con una de las firmas acusadas de lavado de activos en la Argentina, a través de manejos del JP Morgan. Tramezzani fue CEO, entre 2003 y 2004, de Consultatio Asset Management, la empresa de Eduardo Constantini, un habitué en las denuncias de Arbizu y en las instrucciones de transferencia de dinero ilegal que publicó Tiempo Argentino. «


Prat-gay reconoció vínculo con fortabat

Ayer, en una entrevista con el diario La Nación, Alfonso Prat-Gay, candidato a diputado por UNEN y ex JP Morgan, elogió al banco que hoy es investigado por fomentar el lavado de dinero y reconoció el manejo, paralelamente a su función política, de la fortuna de Amalita Fortabat. "Estuve siete años. Morgan me ayudó a ser mejor presidente del BCRA porque me permitió conocer a fondo el sistema financiero", dijo en una entrevista a fondo que lo llevó a confesar el manejo del dinero de Fortabat y la fuga de los fondos de la venta de Loma Negra. "(A Fortabat) la conocí en sus últimos años. Me llamó para manejar sus ahorros después de la venta de su compañía. Su actividad principal era la filantropía y en eso era inigualable. No veo una contradicción", dijo. Cuando le preguntaron si el dinero estaba en paraísos fiscales, aseveró que "no. Loma Negra la vendieron a los brasileños. Intervinieron bancos americanos y la operación se hizo en EE UU. Nosotros intentamos traer buena parte de esa plata a Argentina, pero había un encaje del 30% y Amalita dijo que no, porque no iba a dejar el 30% en un lugar que no sabía si lo iba a recuperar." ------------------------------

 

Por Leandro Renou e Ignacio Chausis

 

 

Tengo el Blackberry que me había entregado el banco en 2006, que no tiene batería –porque es viejo y no la pude conseguir– pero ahí hay mails que confirman las relaciones y todos los temas de los que estamos hablando", comentó Hernán Arbizu, el ex banquero que lavó dinero para las fortunas de la Argentina y estafó al propio banco con triangulaciones entre cuentas. Ante semejante afirmación, y en el marco de una indagatoria en la que el imputado daba cuenta de cómo esa entidad tenía una estructura para facilitar la evasión y el lavado a sus clientes de Banca Privada, el juez Sebastián Casanello le consultó sobre si era posible aportar el teléfono celular para la instrucción. "Sí", respondió, categórico, Arbizu. Hoy, Tiempo Argentino publica en exclusiva una parte del material de carácter confidencial contenido en ese aparato y que, desde el viernes está en manos de la justicia. Se trata de 117 correos electrónicos internos circulados entre el 1 y el 6 de mayo de 2008, que blanquean nombres de empresas que operaban en el Morgan (Clarín, Constantini, Hyatt, etc), transacciones de lavado vía back to back, guerras entre ejecutivos por captar nuevos clientes, y detalles sobre negocios realizados usando paraísos fiscales. El material devela además el contacto fluido de Arbizu con clientes de la Argentina y con sus jefes en Buenos Aires y el exterior; y hasta otorga información vital que confirma cómo fue la estafa de Arbizu con clientes argentinos y paraguayos, pudiendo reactivar esa causa que está congelada desde hace cinco años por dilaciones judiciales y la negación de EE UU a colaborar con la investigación. Por otra parte, hay correos que dejan al descubierto cómo el Morgan operaba negativamente con contrainformación directa a sus clientes, para perjudicar a sus competidores.

Otro de los que aparece en mails es Roberto Zorgno, ex gerente financiero de Clarín y actual ejecutivo del Morgan

El 6 de mayo de 2008 –último en que Arbizu tuvo en su poder el celular ya que ese mismo día se descubrió la estafa y se judicializó el caso– Luke Palacio, jefe del Morgan para Cono Sur, envió un correo al grupo de ejecutivos de la región bajo el asunto "Caduceus roadshow organization –Wishlist". El Cadeceus era un instrumento financiero nuevo, y Palacio pedía a sus súbditos que sugirieran clientes interesados en esa operatoria, para hacer reuniones privadas, sólo en el caso de que invirtieran más de 750 K, lo que en la jerga banquera representan más de U$S 750 mil. Así, en otro correo, Hernán van Waveren, banquero junior y gestor de trámites de los jefes, le otorga a Palacio el listado de las firmas interesadas y de los ejecutivos de cuenta. Adrián Garate, que compartía con Arbizu el manejo de cuentas, puso como número uno en su lista a Clarín, que era desde hacía años cliente de la entidad y que hoy está investigado por el juez Sergio Torres por presunto lavado de activos con ayuda del Morgan. Garate nombró también a las firmas Pacífica y a Sarita Smith Estrada, mujer de la alta sociedad porteña, cultora del arte y propietaria de Agropecuaria La Oración SA y Estancia La Elisa SA. Otros de los ejecutivos que sumaron firmas fueron María Elena Vergara, Giorgio Chiesa y Federico Rousillón (similares a Arbizu pero radicados en Ginebra y Suiza), Ernesto Grijalva, Alexandra Preite, Javier Gallego, Agustín de Estrada y María Laura Tramezzani. Todos estos nombres habían sido denunciados por la UIF por asociación ilícita, y Tramezzani y De Estrada habían sido reconocidos por Arbizu como "hunters" del Morgan, quienes les llevaban a él los clientes. Además, en los correos aparece Carolina Rivas, secretaria del Morgan en Buenos Aires, desde donde coordinaba los diálogos entre Arbizu y Andrés Rodríguez Lubary, número dos del banco en el país. También hay correos para Norma Caba, una persona de la que Arbizu declaró que trabajaba para él, y uno de los nombres que aparecen en las instrucciones de transferencia de lavado de dinero que publicó Tiempo. En pocas palabras, los correos muestran que efectivamente es real la estructura política y de responsabilidades del banco detrás de los delitos cometidos por Arbizu. Cabe destacar que todos los nombres mencionados trabajaban en la división Banca Privada, que captaba fondos de clientes y los ayudaba a eludir impuestos locales para fugar el dinero al exterior y reingresarlo en forma legal, es decir, lavar dinero.

Otro de los que aparece en mails es Roberto Zorgno, ex gerente financiero de Clarín y actual ejecutivo del Morgan, quien en uno de los correos aparece difundiendo artículos del diario La Nación sobre exámenes de ADN a hijos de desaparecidos y circula informes del periodista Joaquín Morales Solá.

En el cruce de correos –muchos de los cuales cuentan con archivos adjuntos encriptados– aparecen otras empresas que operaban en el Morgan. Agustín de Estrada le envió el 6 de mayo un correo Arbizu con el asunto "Compañía Argentina de Granos SA." El titular de la firma es el reconocido empresario Aldo Navilli y la gestión por la empresa la realizó el gerente, Sergio Sosa. La idea era captarlos para que inviertan en el banco, con recomendaciones de Fernando Balmaceda, de banca de inversión del Morgan.

Leé la nota completa en el sitio de Tiempo Argentino - MorganLeaks: la información secreta de la trama del lavado de dinero-------------

El próximo jueves, Hernán Arbizu, ex banquero del JP Morgan que se autodenunció como corresponsable de haber ayudado a las principales fortunas de la Argentina a lavar dinero, se sentará a declarar ante el juez federal Sebastián Casanello para clarificar cómo el banco operaba con cuentas en el exterior de clientes argentinos. Quien fuera uno de los ejecutivos de Banca Privada para el Cono Sur está imputado en la causa "Autopistas del Sol S.A. sobre averiguación de delito", investigación que se abrió luego de que Tiempo Argentino mostrara documentación de transferencias en el Morgan de distintas corporaciones locales.
Sin embargo, el reo Arbizu es sólo un eslabón de la cadena de responsabilidades políticas de la estructura irregular del JP Morgan, un ángel caído del sistema que, obligado por su propia codicia y las presiones para conseguir activos líquidos de nuevos clientes, terminó develando en primera persona cómo el banco de especulación opera colaborando en la evasión impositiva de sus clientes. Por primera vez, Tiempo devela el organigrama y las funciones de los jefes y súbditos de Arbizu en la Argentina, que otorgaron las órdenes y la logística para la comisión de presuntos delitos económicos.

Las oficinas del JP Morgan en Buenos Aires, citas en Avenida Madero 900 en los pisos 22, 24 y 25, tienen básicamente dos jefes centrales. El principal es Facundo Gómez Minujin, hijo de la artista plástica Marta Minujin, y el economista Juan Carlos Gómez Sabaini. De profesión abogado, Gómez Minujin es además presidente de ArteBa, función en la que se hizo conocido accidentalmente en 2010, cuando en una recorrida por la muestra junto a Mauricio Macri, el jefe de gobierno porteño destruyó bromeando una obra del artista y activista estadounidense Seth Wulsin. El número uno del Morgan en Argentina contó en 2011 en una entrevista con el diario El Cronista que llegó a trabajar en el banco de la mano del abogado y lobbista de las privatizaciones de Carlos Menem, Emilio Cárdenas, quien tenía de cliente al Morgan. Paradójicamente, Cárdenas es uno de los investigados por Casanello por cuentas de supuesta irregularidad en el exterior, gestionadas por el Morgan.

El segundo en el escalafón local es Andrés Rodríguez Lubary, quien según fuentes vinculadas a la causa se encargaba junto a Minujin de aprobar o rechazar los clientes que acercaban banqueros como Arbizu, y digitaban la política de manejo de activos de clientes argentinos. Lubary y Minujin fueron quienes, en persona, y luego de que Arbizu se autodenunciara ante el juez Sergio Torres en 2008, visitaron las oficinas del estudio Argibay Molina para decirle al abogado de Arbizu que el Morgan iría a fondo para extraditarlo, y que contrataba a los fines el servicio del estudio de Roberto Durrieux, hombre fuerte de la dictadura que comandó Jorge Rafael Videla. Ambos presidentes del banco en la Argentina son además el nexo con la casa matriz en los Estados Unidos y con los intereses de la embajada en Argentina. Lubary y Minujin fueron quienes mantuvieron reuniones con representantes del FBI cuando el bureau de investigaciones intentó llevarse a Arbizu del país para juzgarlo por la estafa al banco, con certificados de extradición falsos.

Por debajo de ellos, y de contacto fluido y diario con el arrepentido aparecen Esteban Benegas Lynch, jefe de Operaciones de Bolsa del Morgan Argentina; y Fernando Balmaceda y Carlos De Marcos, los jefes del área de asesoría en compra y venta de empresa en Argentina. De allí salían los datos de nuevos clientes que captaba Arbizu.

El juez podrá enterarse el próximo jueves que toda la cúpula nacional aplicaba los lineamientos impuestos por Álvaro Martínez Fonts y Luke Palacio, jefes de Banca Privada para Latinoamérica y el Cono Sur, respectivamente. Fonts es quien contrató a Arbizu en noviembre del 2006, luego de que este dejara UBS; y junto a Palacio son hombres clave en la gran estafa cometida por Arbizu. Cuando el arrepentido confesó, estando en la Argentina, que había triangulado dinero entre tres cuentas de sus propios clientes (el supermercadista Carlos López, los políticos paraguayos con vínculos narcos Acevedo Quevedo y el ex Musimundo Garber), estafando al banco, el primero en saberlo fue Palacio. Y luego, Fonts, quien residía en los Estados Unidos, fue quien visitó a la entonces esposa de Arbizu y la puso en autos de la estafa. De hecho, Fonts fue quien le trabó a Arbizu todo acceso a dinero en bancos, lo privó de sus bienes y le pidió que volviera a los Estados Unidos, con la clara intención de que fuera preso allí sin divulgar más secretos de los manejos del Morgan. Luke Palacio era un hombre que mantenía un importante vínculo con el diputado y ex Morgan Alfonso Prat-Gay, a quien intentó seducir con comisiones para llevar al exterior el dinero de la venta de Loma Negra. Prat-Gay era y es el family agent de la fortuna de Amalita Fortabat (ver aparte). Actualmente, y luego del misterioso cierre del negocio de banca privada del Morgan en la Argentina, Palacio empezó a trabajar en el mismo metier, pero para el Citibank, entidad a la que arrió la mayoría de las cuentas que quedaron huérfanas del Morgan. En Internet, distintos artículos destacan su pase entre bancos, como una especie de Lionel Messi de los grandes negociados.

Leé la nota completa en el sitio de Tiempo Argentino - Lavado de dinero: los cerebros de la estructura del JP Morgan en el país
 


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