Noticias de hoy
Desde hace varios años, una de las más buscadas y entretenidas excursiones lacustres de la ciudad está perdida en el olvido. La isla Huemul nunca fue una prioridad en materia turística municipal, que es la órbita que debe reconstituirla como destino. Las construcciones allí erigidas, más la rica historia que ese mítico lugar tiene a su favor, hoy carecen de valor.
Hay una comisión formada, especialmente para llevar adelante y desarrollar estrategias con el fin de que la isla sea un atractivo turístico más de Bariloche. Antes, se podía realizar una excursión que partía en catamarán desde el puerto San Carlos y visitar lo que fue el antiguo proyecto de Ronald Richter, que entre 1949 y 1952 buscaba la "fusión nuclear controlada" desde ese archipiélago en medio del lago Nahuel Huapi.
En la actualidad, la comisión municipal no se reúne más y desde el Ejecutivo las acciones están paradas, mientras que el nuevo pliego de licitación está desde más de un año en construcción en la Secretaría de Obras Públicas.
La isla Huemul perteneció, por encontrarse "dentro" del lago a Parques Nacionales, hasta que le dio el poder concedente al municipio, luego finalizó el contrato con la empresa que la explotaba y nunca más el lugar fue tomado con seriedad.
Hoy esa comisión, depende directamente de la Municipalidad, con miembros de la Secretaría de Turismo local, el Concejo Municipal, representantes del Centro Atómico Bariloche, la Cámara de Turismo y otras instituciones ligadas a la actividad. Sin embargo, es el gobierno local el que debe convocar a las reuniones y estas no se realizan desde hace ya tiempo.
El paseo
Cuando estaba vigente el paseo a la isla Huemul, consistía en media hora de navegación hasta arribar al muelle (hoy inexistente). Una vez allí, con la ayuda de una "autoguía" y cartelería especial, el turista se introducía en la historia de la isla y su riqueza natural.
Existía un área de recepción, se recorría un sendero entre especies nativas, con flores de mutisias y amancay, un pequeño bosque de Arrayanes y el más antiguo testimonio histórico, la Tumba del "Cacique Guenul"
También estaba la plaza del Encuentro con servicio de comidas y áreas de descanso, que precedían a las monumentales construcciones del frustrado proyecto de Richter. Se contaba con un servicio de guías que contaban en detalle la historia de este mágico lugar.
Luego, se accedía al mirador que domina la isla y todo el paisaje circundante. De hecho, la excursión, en tiempos del uno a uno, era una de las más económicas de la ciudad. La isla contaba además con un museo de ciencias, paseos interpretativos por el bosque, la historia del desarrollo nuclear argentino y cultural de Bariloche.
El proyecto Huemul
La isla Huemul alcanzó trascendencia histórica entre los años 1949 y 1952, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando fue elegida por el científico austríaco Ronald Ritcher para construir laboratorios de investigación para la "fusión nuclear controlada". La increíble historia de este personaje que convenció a Perón con la teoría de que podía lograr la fusión del átomo en la Tierra.
Todas las hipótesis que se formaron a raíz de este proyecto nacían y se preguntaban si Richter realmente fue un precursor o un loco, si se opusieron los poderes mundiales a la continuidad de sus experimentos, si revestía alguna seriedad el proyecto secreto de la isla Huemul y qué hubiera pasado de haber continuado con sus experimentos. Todo quedará en una incógnita.
Hay una comisión formada, especialmente para llevar adelante y desarrollar estrategias con el fin de que la isla sea un atractivo turístico más de Bariloche. Antes, se podía realizar una excursión que partía en catamarán desde el puerto San Carlos y visitar lo que fue el antiguo proyecto de Ronald Richter, que entre 1949 y 1952 buscaba la "fusión nuclear controlada" desde ese archipiélago en medio del lago Nahuel Huapi.
En la actualidad, la comisión municipal no se reúne más y desde el Ejecutivo las acciones están paradas, mientras que el nuevo pliego de licitación está desde más de un año en construcción en la Secretaría de Obras Públicas.
La isla Huemul perteneció, por encontrarse "dentro" del lago a Parques Nacionales, hasta que le dio el poder concedente al municipio, luego finalizó el contrato con la empresa que la explotaba y nunca más el lugar fue tomado con seriedad.
Hoy esa comisión, depende directamente de la Municipalidad, con miembros de la Secretaría de Turismo local, el Concejo Municipal, representantes del Centro Atómico Bariloche, la Cámara de Turismo y otras instituciones ligadas a la actividad. Sin embargo, es el gobierno local el que debe convocar a las reuniones y estas no se realizan desde hace ya tiempo.
El paseo
Cuando estaba vigente el paseo a la isla Huemul, consistía en media hora de navegación hasta arribar al muelle (hoy inexistente). Una vez allí, con la ayuda de una "autoguía" y cartelería especial, el turista se introducía en la historia de la isla y su riqueza natural.
Existía un área de recepción, se recorría un sendero entre especies nativas, con flores de mutisias y amancay, un pequeño bosque de Arrayanes y el más antiguo testimonio histórico, la Tumba del "Cacique Guenul"
También estaba la plaza del Encuentro con servicio de comidas y áreas de descanso, que precedían a las monumentales construcciones del frustrado proyecto de Richter. Se contaba con un servicio de guías que contaban en detalle la historia de este mágico lugar.
Luego, se accedía al mirador que domina la isla y todo el paisaje circundante. De hecho, la excursión, en tiempos del uno a uno, era una de las más económicas de la ciudad. La isla contaba además con un museo de ciencias, paseos interpretativos por el bosque, la historia del desarrollo nuclear argentino y cultural de Bariloche.
El proyecto Huemul
La isla Huemul alcanzó trascendencia histórica entre los años 1949 y 1952, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando fue elegida por el científico austríaco Ronald Ritcher para construir laboratorios de investigación para la "fusión nuclear controlada". La increíble historia de este personaje que convenció a Perón con la teoría de que podía lograr la fusión del átomo en la Tierra.
Todas las hipótesis que se formaron a raíz de este proyecto nacían y se preguntaban si Richter realmente fue un precursor o un loco, si se opusieron los poderes mundiales a la continuidad de sus experimentos, si revestía alguna seriedad el proyecto secreto de la isla Huemul y qué hubiera pasado de haber continuado con sus experimentos. Todo quedará en una incógnita.