identificarme


Click aquí para registrarte
¿Olvidaste tu clave?

Bariloche, lunes 15, septiembre 2025
   │  » Ver pronóstico

Noticias de hoy

La odisea de alquilar en Bariloche: ahora hay más oferta, pero ¿a qué costo?

 Hasta hace un par de años, buscar un alquiler era misión imposible. No había prácticamente oferta, debido a que los propietarios decidieron volcarse a los alquileres turísticos, en un contexto en el que no había temporada baja y la llegada de visitantes era intensa. Ahora, hay oferta, pero ¿A qué costo?

La Unión de Inquilinos de Río Negro encabeza relevamientos constantes para lograr tener conocimientos sobre una situación que, por una u otra razón, no deja de ser angustiante para quienes tienen que buscar dónde vivir.

“Han bajado muchísimo las conflictividades que teníamos, pero hay algunas cuestiones que siguen, como por ejemplo, el cobro de la comisión inmobiliaria, que en Río Negro está prohibida”, destacó Nahuel Capobianco, de la Unión de Inquilinos, en diálogo con ANB.

Sobre esto, Capobianco agregó que el cobro de comisiones a cargo del inquilino, siempre fue un “si pasa, pasa”, pero que en los casos en los que luego se remiten cartas documento a las inmobiliarias, suelen devolver el monto sin mayores complicaciones, "a sabiendas de que es un delito".

Ahora, a diferencia de lo que ocurría hace unos dos años, “tenemos una oferta mucho más amplia de alquileres, pero hoy los valores son muy altos”.

Capobianco manifestó que, desde la Unión de Inquilinos, en conjunto con la Federación de Inquilinos, trabajan para establecer índices de costos de vida, y el impacto de los alquileres en los salarios. “En los últimos cinco o seis años, el costo se disparó muchísimo”, remarcó y detalló que en 2019, por ejemplo, el costo del alquiler representaba un 52% del ingreso de un trabajador, mientras que en la actualidad está entre el 75, 80 y hasta el 85%.

Esto genera un grave impacto para el sector trabajador, que destina gran parte, si no todos sus ingresos, a pagar el alquiler. “Una casa o departamento de 3 ambientes para una familia tipo, le implica a un trabajador casi un 100% del total del salario”, enfatizó.

Desde que se derogó la Ley de Alquileres, la modalidad de los contratos varió notablemente. “Hay tantas formas de contratos como alquileres haya”, reconoció Capobianco. Las condiciones varían, así como el período de los aumentos. Contratos anuales, aumentos, semestrales, bimestrales o trimestrales, por el IPC, por la inflación o con montos fijos.

“La libre negociación no existe porque hay más oferta, pero sigue habiendo mucha demanda. La ley un poco es “Si te gusta, bien y si no, alguien lo va a alquilar””, relató. “Entra en juego no solo la disponibilidad, sino el valor. Hoy un alquiler de un lugar chico, no baja de los 700 mil pesos. Considerando un salario de un gastronómico, u hotelero, es el 70% del salario”, sostuvo.

Desde el fin del PreViaje, volvió la estacionalidad a Bariloche y eso se vio reflejado también en los alquileres. Según los análisis realizados por la Unión de Inquilinos, volvió una situación que no se registraba hace tiempo: los alquileres semipermanentes.

“Hace muchos años no se veía, ahora con la baja de las temporadas, retornó esa práctica, alquilar de marzo a junio y de septiembre a diciembre”. Esto genera otro problema, ya que ante la necesidad de tener un espacio donde vivir, la gente acepta estas condiciones que implican meses de incertidumbre.

El año pasado se oficializó la creación del Observatorio de Alquileres por parte del municipio. Capobianco explicó que participaron de tres reuniones en las que se definió realizar un relevamiento que apuntaba principalmente, a controlar los alquileres turísticos sin habilitación, pero que no se avanzó más allá de eso. "La idea es buena, pero la ejecución mala", consideró.

Al ser consultado sobre la emergencia habitacional, Capobianco realizó una diferencia: “una cosa es la emergencia habitacional que plantea el municipio y otra es la emergencia de alquileres. Todavía sigue esta última, no por la falta sino por los costos. La emergencia es más económica”.

Encontrar donde vivir, sigue siendo difícil. Por los precios, por la oferta, por las condiciones, pero continúa siendo una problemática que afecta a miles de personas en una ciudad en la que el acceso a la tierra es casi imposible para la clase trabajadora. (ANB)


Arriba