Los choferes no acataron la conciliación obligatoria y continúa el paro de colectivos en Bariloche

 La UTA confirmó que los choferes sostendrán la retención de servicios hasta que se les pague la totalidad de los sueldos. La empresa acusó que todavía no reciben los subsidios que significan el 70% de los ingresos mensuales.

El paro total del servicio del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) completará cuatro días y no se anticipa una solución que pueda suponer que hoy (9/1) los colectivos vuelvan a las calles de la ciudad. La medida de fuerza se inició con el primer servicio del pasado sábado ante la falta de pago de los salarios y la mitad de lo correspondiente a los aguinaldos.

Este lunes la Secretaría de Trabajo de Río Negro dictó la conciliación obligatoria hasta el 16 de enero, en una media que parecía ponerle punto final al paro, aunque la representación local de la UTA endureció su postura y finalmente decidió no acatar esa orden.

El delegado de los choferes de Mi Bus, Luis Curilén, dijo que el gremio no había sido formalmente notificado pero que conocían el contenido de la comunicación. “Se va a rechazar en absoluto”, aseguró en Radio Seis y dijo que el primero de los argumentos que se expondrán tendrá que ver con la falta de los salarios de diciembre por ser de “carácter alimentario”.

El gremialista se mostró molesto con las presiones que reciben los choferes para que vuelvan a subir a los colectivos, por lo que apuntó contra la empresa por no cumplir con sus compromisos. “No están dadas las condiciones”, afirmó antes de confirmar que mantendrán la retención de servicios hasta que se concreten los depósitos.

Una historia que se repite

Mientras tanto Juan Pablo Follonier (audio), gerente de Mi Bus, aseguró que la situación actual lleva más de seis meses reiterándose y que el inconveniente pasa por el atraso en los subsidios nacionales por la falta de rendición por parte del Gobierno de Río Negro. “Provoca una traba administrativa”, detalló acerca de la falta de cobro de un monto que para la empresa significa el 70% de sus ingresos.

“Se torna bastante difícil seguir trabajando”, sinceró y, frente las críticas por el riesgo empresario, reveló que desde comienzos de 2023 tomaron deuda para sostener el servicio pero “llega un momento en el que la cadena (de pagos) se corta”.

Follonier contó además que este lunes se depositó el monto correspondiente al 50% de los salarios adeudados y que tras pedir que se levantara la medida de fuerza, solo recibieron una negativa. “Pareciera no haber ninguna alternativa más que esperar”, opinó.

Durante la entrevista también se refirió a las declaraciones del intendente Walter Cortés, quien mencionó la revisión del contrato entre la empresa y el Municipio, y dijo que el primer incumplimiento es del Estado porque la tarifa que se actualizará en febrero, a 320 pesos, se solicitó en septiembre. Además contó que, desde el 2016 a la fecha tendrían que haberse aprobado entre 12 y 18 actualizaciones de tarifa pero apenas llegaron a la mitad de ese número. “Esto es un problema financiero agravado por el contexto general”, finalizó.