Noticias de hoy
Miden meticulosamente la distancia entre baldosa y baldosa y, distribuyen cada uno de los adoquines como si fueran la figura de un rompecabezas. Detrás de un cerco verde, los más curiosos se asoman y consultan sobre el tipo de piedra que se está colocando.
Se trata de los otros artesanos de la calle Mitre. Un equipo especializado de 12 personas proveniente de Buenos Aires y contratado especialmente por Planobra, la empresa responsable de la remodelación, para colocar los adoquines en las seis cuadras de la principal arteria de Bariloche.
La experiencia de estos “colocadores de pórfido” en 5 peatonales de Mar del Plata, Rosario, Concepción del Uruguay, Florencio Varela y Villa Gesell resultó más que suficiente para querer imitar el modelo en Bariloche.
El trabajo minucioso se extiende desde muy temprano en la mañana hasta la última luz del día. “La piedra que utilizamos es pórfido, un material muy duradero que no se raja y que reemplaza el adoquín de la antigua calle de Buenos Aires. Además, esta piedra tres tiene tres tonos de colores: gris, rojo y ocre amarillento”, describió Walter Fucceneco, el coordinador del equipo.
En sus galpones, Planobra ya cuenta con un stock para 2 cuadras, de 3.400 metros cuadrados de pórfido proveniente de Puerto Madryn. Los especialistas aseguran que no hay otro lugar en el país donde se consiga ese tipo de piedras, con tan variada tonalidad de colores y tan resistente. “Es un material durísimo que nunca se va a resquebrajar”, indican.
Baldosas
Mientras en el centro de la calle, un grupo coloca adoquines tipo 6/9 en forma de abanico, en las veredas, se disponen baldosas de pórfido. “Tienen 30 centímetros de ancho por largo libre, con colores mixtos. Es un corte a disco especialmente para colocar en lineal trabado. Entonces, le da una mejor terminación y estéticamente, es muy agradable. La forma de colocación proviene de los países europeos. Se mezcla bastante cemento y arena en un mortero y se coloca en seco. Por eso, prevemos la colocación de un toldo cuando llueva para no detener los trabajos. Al otro día, se lava con hidrolavadora porque de esta forma, sella las puntas”, explicó Fucceneco.
El trabajo no es sencillo y estiman un mes para cada cuadra. Fucceneco aseguró que se trata de 2 mil metros cuadrados promedio por calle y avanzan a razón de 150 metros por día. El “abanico” demanda un poco más de tiempo al tratarse de piezas más pequeñas. La colocación también demanda constantes mediciones cada 6 metros.
A guardar
El secretario de Desarrollo Urbano de Bariloche, Marcelo Ruival, admitió que el municipio tiene previsto el acopio de pórfido en caso de roturas de la calle Mitre luego de la obra. “La idea es que al término de los trabajos, nos quede material para hacer reparaciones menores. Como la piedra está apoyada sobre arena y cemento, se puede recuperar fácilmente y reparar”, señaló el funcionario municipal.
Ruival admitió que este método constructivo se está utilizando en varias ciudades del país y hasta el momento, ha resultado duradero. “Se le da una inclinación al pórfido para que cuando se presione, también se trabe”, explicó.