Otro caso fatal de hantavirus

 Un joven gendarme, de apellido Mancuello y 24 años de edad, murió en el Sanatorio San Carlos luego de ser trasladado desde El Bolsón, donde contrajo hantavirus.

La conmoción entre sus conocidos fue tremenda, pues se trataba de alguien con muy buen estado físico, pero que en apenas 48 horas dejó de existir.

Luego del caso del chico de 17 años que murió en el Hospital Privado Regional el jueves pasado, en la jornada del sábado falleció en el Sanatorio San Carlos un gendarme, también a consecuencia de hantavirus.

De acuerdo a la información a la que El Cordillerano pudo acceder, el efectivo -que prestaba servicio en El Bolsón- fue con su novia a disfrutar unos días a un camping de esa localidad, ya que tenía licencia. Todo indica que juntando leña para hacer fuego habría entrado en contacto con excremento u orín de los ratones colilargos.

Al poco tiempo, comenzó a sentirse mal y a tener mucha fiebre, por lo que fue hasta el centro asistencial de la comarca, cuyos médicos indicaron el inmediato traslado a Bariloche.

Aquí fue internado en el Sanatorio San Carlos, directamente en Terapia Intensiva, en tanto que a su novia también se le realizaron los estudios correspondientes, aunque se descartó el contagio.

Mientras esto sucedía, el cuadro del joven de apellido Mancuello, de 24 años de edad, empeoraba minuto a minuto, hasta llegar al fatal desenlace.

Apenas habían pasado 48 horas desde su llegada.

La conmoción y el dolor que produjo el deceso dentro de la fuerza y en quienes lo conocían fue tremendo, registrándose escenas desgarradoras de parte de los familiares de la novia y de la propia joven, ya que una vez producida la muerte no pudo ni siquiera darle el último adiós, pues fue aislado y puesto en una bolsa con fluidos para que no contagie.

Anoche, a las 21 horas, el cadáver de Mancuello fue trasladado a Clorinda, en Formosa, de donde era oriundo. Según las fuentes consultadas probablemente allí también se producirían situaciones muy conmovedoras, ya que por temor al contagio, la madre tampoco podrá darle ni un beso de despedida a su hijo