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Pequeños científicos: La escuela N°311 presentó su Muestra Anual de Ciencias
El viernes 17, la escuela Kimelkan N°311 del barrio San Francisco III vivió una jornada especial. Padres, vecinos y autoridades educativas recorrieron los 10 stands que ocupaban las aulas, donde estudiantes de primero a séptimo grado explicaron con entusiasmo el resultado de más de tres meses de trabajo áulico en la 14° Muestra Anual de Ciencias.
Más de 280 estudiantes de los dos turnos que componen la matricula escolar participaron trabajando con contenidos escogidos por ellos mismos, de todo lo realizado a lo largo del ciclo lectivo.
La muestra nació desde la asignatura de Lengua, como una estrategia para que los chicos ganaran seguridad al comunicar oralmente lo aprendido en otras áreas. "La idea es que pudieran comentar todo lo trabajado a las familias que recorren los stands", explicó Valeria Alvarado, directora de la escuela.
Cada salón fue ambientado según la temática elegida. Los alumnos de segundo grado sumergieron a los visitantes en la oscuridad para explorar la composición de la luz mediante linternas que proyectaban rayos de distintos colores sobre objetos especiales. Los pequeños actuaron como guías en esta experiencia sensorial que despertó la curiosidad de grandes y chicos.
La problemática ambiental tuvo un lugar destacado. Los estudiantes de séptimo presentaron una exposición fotográfica y propuestas concretas surgidas tras recorrer la zona aledaña a la escuela y registrar la contaminación del arroyo Ñireco. Separación de residuos en origen, reciclado y cuidado de los cauces de agua fueron algunas de las iniciativas que promovieron para concientizar a la comunidad.
Las aves de la Patagonia también cautivaron al público. Con dibujos, fotografías y cuadros comparativos realizados a mano, uno de los cursos presentó un detallado informe sobre hábitats y ciclos migratorios. Maquetas de la zona próxima a la escuela y carteles explicativos completaban la variada oferta de los stands.
"Son experiencias sencillas y muy seguras, bajo resguardo de los docentes para evitar accidentes. Ningún proyecto involucra alcohol o elementos inflamables", aclaró Elsa Caunedo, vicedirectora del establecimiento.
La convocatoria superó las expectativas. La comunidad del este barilochense respondió masivamente a la invitación, junto a supervisores de Educación, equipos técnicos del Consejo Provincial y autoridades del área.
En tiempos donde la mediación digital y la inteligencia artificial reconfiguran las formas de comunicación, esta muestra reivindicó el valor de la palabra y la exposición oral como herramientas fundamentales del aprendizaje. Los chicos compartieron sus saberes cara a cara, explicando procesos científicos con un lenguaje propio y accesible.
Desde la histórica escuela pública de uno de los barrios más antiguos de la ciudad, estos “pequeños científicos”, y su temprana fascinación por estudiar diversos aspectos de la ciencia, siembran una semilla de esperanza para un sector productivo que es vanguardia a nivel mundial pero que viene atravesando un sistemático desfinanciamiento. La 14° Muestra Anual de Ciencias de la Kimelkan demostró que la curiosidad y el compromiso en la Educación pública y de calidad siguen siendo la mejor inversión para el futuro. (ANB)