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Bariloche, lunes 23, junio 2025
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Noticias de hoy

Se inauguró la feria Antú con serios inconvenientes

Las diferencias entre los feriantes hicieron que el momento de fiesta de unos sea el de protesta para otros. La división entre los trabajadores de la calle Onelli hizo que mientras un grupo festejaba tener un nuevo lugar para trabajar, otro cortaba la calle quemando neumáticos. Cuando la municipalidad de Bariloche hizo efectiva la ordenanza que prohíbe a los vendedores instalarse en la calle, los trabajadores decidieron unirse para no peder la posibilidad de trabajar. Así quedó conformada la asociación civil de feriantes, hoy institucionalizada con personaría jurídica. Hace nueve meses varios feriantes comenzaron a trabajar en el proyecto que ayer tuvo su acto inaugural.

El predio, en el cual cada puestero trabajó en la elaboración de su stand, tiene capacidad para cuarenta y siete vendedores. A los veinte fundadores se agregaron nuevos y así llegaron al número actual. Dentro de un tiempo, después de la organización total del lugar, abría espacio para nuevos feriantes.
Un día después de los inconvenientes vividos, en la zona de la feria, el predio donde se instaló una parte de los trabajadores amaneció con insultos pintados en varios stands.

El presidente de la organización, Federico Danriquer informó haber denunciado las pintadas y saber quienes son los autores.

jueves hubo una orden para desalojar a los puesteros de Onelli y 25 de mayo, cuando los empleados municipales llegaron al lugar, los mandatarios ya habían logrado una tregua y una solución un poco menos dura. Esto provocó que parte agremiados pertenecientes al SOYEM se declaren en paro.
El grupo de trabajadores de la calle Onelli se encuentra dividido en tres grupos: la feria Antú, los vendedores de cd´s y otro grupo de puesteros que no pertenece a la organización de la feria que se instaló puertas adentro. Los puntos que generaron la separación fueron las normas que existen dentro de Antú y otros entredichos de carácter monetario, informaron las partes.

“Son cuartean y siete los que están acá adentro, no creo que halla cuarenta y siete que se dejen estafar”, dijo Estela, quien afirmó tener todos los papeles que documentan cada acción.

El pasillo que existe entre el la iglesia Santo Cristo y la casa de deporte habría sido autorizado por la municipalidad para que se instalen los trabajadores que no pertenecen a la feria Antú, “pero este espacio no alcanza” aseguraron, ya que son más de veinte los puesteros que mantienen su fuente de trabajo en este lugar. Un grupo de trabajadoras, ayer por la tarde se encontraba en la búsqueda de un nuevo sito donde instalar sus puestos, aseguraron que dejaron de formar parte de la feria Antú por las normas de convivencia que se ponían; “vimos cosas que no eran transparentes…no entramos setenta personas ahí”; “las pautas de convivencia negaban lo que yo podía hablar” afirmó una vendedora refiriéndose a una prohibición de hablar con la prensa.


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