identificarme


Click aquí para registrarte
¿Olvidaste tu clave?

Bariloche, domingo 24, agosto 2025
   │  » Ver pronóstico

Noticias de hoy

Vecinos reclaman medidas urgentes por el estado del arroyo Angostura

 El arroyo Angostura, que conecta el Lago Moreno con el Nahuel Huapi en el corazón del Parque Municipal Llao Llao, atraviesa una situación que despierta creciente preocupación entre vecinos, instituciones y autoridades ambientales. Lo que durante décadas fue un paso de agua navegable y vital para la circulación de oxígeno entre lagos, hoy muestra un deterioro progresivo que amenaza la seguridad de las embarcaciones y la calidad del ecosistema.

Guillermo Busch, referente del Club Náutico del Lago Moreno, sintetizó el problema en diálogo con el programa radial Ideas Circulares: “Nuestra preocupación es que el arroyo Angostura se está degradando velozmente. Tiempo atrás tenía una profundidad muchísimo mayor, incluso era navegable por barcos grandes. Hoy esa posibilidad está en riesgo”.

Los vecinos señalan que el deterioro no es nuevo, sino que responde a una suma de factores que alteraron el cauce natural. El puente actual, construido con pilares de hormigón, modificó la corriente del agua, lo que facilitó la acumulación de ripio en el fondo.

“Antes el puente era de madera, con pilares muy finitos, que no interferían en el flujo. Con la nueva estructura, el curso se alteró y comenzó a juntarse ripio”, explicó Busch.

A esta modificación estructural se agregó un fenómeno cotidiano pero persistente: el uso turístico. “El aumento fuerte del turismo transformó esa ribera en una playa. No tengo inconveniente con que la gente disfrute, pero en la práctica miles de visitantes arrojan piedras al cauce, repitiendo lo que muchos hicimos de chicos, sin medir las consecuencias. Lo que logramos es que la profundidad del arroyo sea cada vez menor”, advirtió el vecino.


Seguridad en riesgo

El arroyo Angostura no solo cumple un rol ambiental, también fue históricamente un corredor seguro para embarcaciones. En la zona funcionó incluso un astillero que fabricaba barcos de gran porte. Esa tradición hoy parece lejana: “Más de una vez ya no puede pasar nadie. Prefectura tiene un gomón grande apostado en el Lago Moreno, y si no puede atravesar el arroyo, cualquier operativo de rescate se demoraría demasiado”, alertó Busch.

La Prefectura Naval Argentina utiliza el lugar como base para patrullajes y emergencias. En caso de incendios en la zona costera, su rol es clave: “Nosotros mismos, desde el Club Lago Moreno, colaboramos con una bomba autoportante que permitía cortar focos desde el agua hasta 50 metros hacia la costa. Sin acceso por el arroyo, esa herramienta pierde efectividad”, remarcó el referente.

Sanidad del agua en peligro

El otro gran eje de preocupación es el impacto ambiental que genera la reducción del caudal. La falta de corriente impide la oxigenación necesaria para mantener la pureza de las aguas. Esto ya se refleja en fenómenos visibles como la proliferación de algas.

“Las aguas del Moreno, al circular menos, se van tapando y pierden oxigenación. Eso es gravísimo porque afecta a toda la cuenca. En los últimos años vemos una invasión de algas y cambios en la temperatura del lago, aunque sean décimas de grado, ya son señales de que algo no anda bien”, explicó Busch.

El especialista recalcó que, a diferencia de las lagunas cerradas, los lagos interconectados mantienen su calidad gracias al flujo constante: “Lo que parece una cuestión mínima, a mediano plazo se transforma en un problema enorme. La certeza es que si no hacemos nada, el Moreno dejará de ser lo que es”.

Quiénes deben intervenir

La complejidad del problema también radica en la superposición de jurisdicciones. Según explicó Busch, el tramo del arroyo que conecta con el Lago Moreno corresponde a la Municipalidad de Bariloche, mientras que desde el puente hacia el Nahuel Huapi depende de la Administración de Parques Nacionales.

“Evidentemente, quienes deberían actuar son la Municipalidad y Parques Nacionales. También Aguas Rionegrinas y Prefectura, que cumple un rol esencial en la seguridad. Todos están interesados, pero lo que vemos es que se toma conciencia, pero no se toman las medidas que habría que tomar”, cuestionó.

Qué hacer

“Lo que hay que hacer es una acción absolutamente ambientalista, retrotraer lo más posible al estado original. No será idéntico a lo que era, pero al menos que sea sustentable y permita la seguridad y el intercambio de oxígeno”, sostuvo Busch.

La propuesta se basa en dragar el sector afectado y evitar que se siga arrojando material al cauce. “El único causante de esta modificación ha sido el hombre. No lo digo para condenar, pero sí para reconocer que tenemos responsabilidad y debemos actuar”, agregó.

La preocupación no es menor: si el arroyo continúa cerrándose, no solo se afectará la seguridad náutica, también se pondrá en riesgo la actividad turística, que depende de la calidad de los lagos.

Busch lo resumió con claridad: “El turismo convive con el arroyo, pero si no se preserva, todos salimos perdiendo. El Lago Moreno es parte de la identidad de Bariloche y tenemos que defenderlo”. (Bariloche Opina)


Arriba