FUKUSHIMA - UNA CENTRAL NUCLEAR ABATIDA

FUKUSHIMA - UNA CENTRAL NUCLEAR ABATIDA

 El 11 de marzo de 2011, un terremoto marino de nueve grados en la escala de Richter, y su posterior tsunami, provocaron el segundo peor accidente nuclear desde el de Chernobil, en 1986. En esa oportunidad, la central de Fukushima, en Japón, quedó en jaque.Se produjeron severas explosiones en el interior de distintos reactores, cuyas consecuencias siguen hasta la actualidad: la central sigue vertiendo agua tóxica al océano.

Según un informe de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO, la operadora de la central), difundido hace 15 días, los niveles de radiación del agua son los más altos en los últimos dos años. Se detectó un incremento significativo en los índices de radiación de muestras de agua de mar recogidas en uno de los pozos de observación cercano al reactor 2. Se detectaron hasta 830 becquereles por litro de cesio, el máximo en dos años en este punto, y muy por encima de los 64 becquereles por litro registrados el día posterior a los hechos.

Lo que sucede es que TEPCO está vertiendo cientos de toneladas de agua para bajar la temperatura de los reactores de la central y ha tenido problemas para contener el líquido irradiado en la planta, que termina cayendo al mar. Y lo catastrófico es que se necesitarán, al menos, 40 años para enfriarla.

Luego del tsunami de 2011, el gobierno japonés ordenó a la Compañía Eléctrica de Tokio proseguir con las tareas de emergencia en los primeros días posteriores a la tragedia, lo que condenó a una muerte segura a cientos de operarios, luego reconocidos como los "Héroes de Fukushima".

Es que los directivos de la compañía habían decidido evacuar la central y abandonarla a su suerte. De no haber dado ese giro, la fuga radioactiva hubiera obligado a evacuar a los 36 millones de habitantes de Tokio.

Pueblos cercanos a la planta, como Futaba o Namie, presentan registros de radiación muy peligrosos para la salud. Y cada vez más expertos coinciden en que el lugar será inhabitable por medio siglo.

"Muchos operarios ya fueron trasladados a Tokio tras pasar por aquí. Los niveles de radiación que absorbieron son casi una condena a muerte", reconoció el jefe de emergencia del hospital de Fukushima, Choichirou Tase.

Diario Clarín - 25/10/13

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