Grupo Clarín ''64 años creyendo en el país y construyendo medios argentinos''

Grupo Clarín ''64 años creyendo en el país y construyendo medios argentinos''

Por Christian   Almeida 
El Grupo Clarín saca una curiosa editorial en el diario del lunes llamada ''64 años creyendo en el país y construyendo medios argentinos''. En ella se reseña la dimensión de la empresa en relación con grupos multimedios de otros países como por ejemplo Time Warner, CBS o Telefónica. Dicen tener una estructura similar a la mexicana Televisa, la española Prisa o la red O Globo de Brasil y que no fue fácil hacerlo en un país como el nuestro.
La nota exhibe una serie de números que en la macro representan que el Grupo Clarín es un modesto emprendimiento con alguna radio, un par de canales y algún pasquín ignoto, pero se omiten variables RELEVANTES que permitan dimensionar la incidencia que tienen los medios del grupo en la formación de opinión.
Se jactan de haber cumplido con las leyes del proceso y un grupo tan importante siempre debe cumplir las leyes, al igual que un grupito pequeño, una empresita o un individuo.
''Coincidimos en que la democracia se debe una nueva ley de radiodifusión. Este proyecto pregona la democratización pero consagra un poder discrecional sobre los medios. Además busca atomizarlos y debilitarlos'' Y es verdad que se promueve la atomización para garantizar democráticamente la DIVERSIDAD pues la diversidad que Clarín asegura tener con TN, Volver, Artear, Cablevisión, Radio Mitre, TyC Sports y sus diversos negocios es una diversidad como de zoológico: Tenés jirafas, leones, serpientes, monos y gorilas pero todos encerrados en jaulas y les da de comer el mismo cuidador. Veremos si la ley que saldrá votada promoverá que se suelten los animales, o si limitará el tamaño del zoológico asegurando que además de animales salvajes y gorilas se incluyan animales de granja. Yo desconozco el contenido del proyecto de ley que aprobará el Congreso pero entiendo que sería auspicioso reemplazar una ley promulgada durante un gobierno de facto y frecuentemente es posible relevar q ue cuando las leyes son pensadas para la mayoría, las minorías ECONOMICAS siempre ponen en cuestionamiento la legitimidad poniendo en duda la FORMA que se llevan a cabo y la nota asegura trágicamente que ''están en riesgo las garantías de todos''.
Por último, Clarín propone el modelo de negocios de la comunicación de EEUU. A eso destinan las últimas líneas de la nota editorial.

Sin embargo lo que resulta inadmisible es que afirman que hay ''Una campaña direccionada a Clarín pero que lo excede como destinatario. Y que revela un objetivo muy claro: desacreditar a los medios de comunicación como contrapeso en la democracia''.
Los medios de comunicación no SON ni deberían ser, un CONTRAPESO de la democracia ni tampoco un contrapeso del poder constituido por un mandato legítimo y democrático. Puedo estar en desacuerdo con muchos gobernantes pero no tengo dudas de que su poder es legítimo y democrático porque fueron votados y elegidos para representar al pueblo, mientras que el poder de los medios es económico y no es democrático. Y ese poder económico que se pretende contrapeso del poder del Estado no necesariamente siempre promoverá el ejercicio de la libre información que no es posible de llevar a cabo en AUSENCIA de la democracia. De eso tenemos muchos ejemplos.
Está claro que la metáfora de periodismo como cuarto poder es eso: una metáfora que al grupo le sirve como para erigirse con soberbia nada menos que como contrapesando la democracia. Se proponen en un rol institucional en una balanza imaginaria donde de un lado está el poder representado por un gobierno elegido por el pueblo y del otro el poder de un grupo multimedios que ganan dinero de la publicidad porque esa es su razón de ser como negocio.
El desliz lingüístico no hace más que develar las intenciones de un grupo que tiene la idea de auto-proponerse como contrapeso de un Estado democrático con autoridades elegidas en forma legítima y democrática con quienes podrás o no estar de acuerdo, pero que un grupúsculo económico que es propietario de medios puedan erigirse nada menos que en contrapeso de la democracia es como un sapo berlusconiano que no tenemos porqué tragar. No estaba Clarín impreso en las boletas del cuarto oscuro, no representa minoría política alguna, no representa los intereses del pueblo, no es una autoridad institucional ni moral; y es tan sólo un grupo propietario de algunas empresas que pueden darle de comer a muchas personas, pueden tener sus cuentas en orden, pueden haber cumplido correctamente las leyes del proceso, y pueden tener comprado el poder de la opinión, pueden inventar un muñeco para que represente sus intereses en las próximas elecciones, pueden haber agitado a sus empleados y
dependientes, pero no se pueden asignar un rol real o simbólico de CONTRAPESO del poder legítimo democrático.
La industria del turismo, la industria textil, la industria metalúrgica o el sector agrícola-ganadero no son el CONTRAPESO de la democracia, ni siquiera en EEUU ocurre semejante idea; ¿por qué debería ser la INDUSTRIA AUDIOVISUAL el contrapeso de la democracia argentina? ¿Por qué debería serlo Clarín?
Para quienes recordamos la actitud de algunos medios hace 30 años, nos preocupan los exabruptos microfacistas, pero no nos extraña.

Christian Almeida

Opinión / Correo de lectores