5 Leones, que más se puede pedir.

5 Leones, que más se puede pedir.

El Maestro abrió hablando de forma magistral de lo duro de la vida en estas épocas, y del beneficio del arte para nuestro espíritu, y por supuesto los 5 Leones, más los prestigiosos invitados, lo plasmaron magistralmente.
Como no va a ser un bálsamo para el alma, disfrutar del talento de estos monstruos, que tenemos la gracia que sean nuestros vecinos y los tengamos al alcance para disfrutar, aprender y gozar.
Capitaneados por Chingolo Casalla, tan brillante, lucido, pleno, vigente, es un premio de la naturaleza, para él que tanto a aportado con sus casi 91 plenisimos años, y para el público que lo quiere y respeta incondicionalmente, un ejemplo de vida y juventud permanente.
El Maestro Hernán Lugano, en teclados, un genio absoluto, con un talento tan grande que conmueve y gratifica escucharlo y disfrutarlo. Tan grande y portador, como el resto de una humildad que los hace muchísimo más grandes.
Carlitos Casalla, en la percusión, bajo y voz, gran exponente de la dinastía mágica de los Casalla, que sin dudas vinieron a poblar la tierra para mejorarnos la vida a todos, maravilloso.
Pablo Méndez, otro Maestro genial en bajo y percusión, jugando con Chingolo un dialogo musical impecable, y sosteniendo toda la estructura musical con su estilo inigualable.
Y como no podía ser de otra manera, el último polizón a Marte o más allá, el loco más lindo y brillante que me toco conocer, Luis Bravo, ejemplo de cultura popular, de arte que llevo por las calles, los escenarios, grandes chicos, mayores y menores, con la misma calidad y compromiso, excelente Maestro, se que estaba sobrepasado por la emoción, lo que no impidió que nos conmueva como siempre.
Y los invitados de lujo, el Tata Chanco, tan cautivador y carismático, portador de una voz increíble, una simpatía que se gana al público en un instante, acompañado esta vez por su sobrino, siguiendo los pasos del Tata.
Y por último otro gran maestro de nuestra ciudad, Rubén Hidalgo, creo, sin ser experto en el tema, creo que es el bandoneón mayor de nuestra ciudad, quien desde su Entre Ríos natal, vino a Bariloche para ganarnos con su arte.
En definitiva una noche mágica, como solo ellos pueden lograr, y no quiero dejar de reconocer el trabajo incansable de Sergio Suez, gestor de este espectacular evento, a Carlota Erika von Gebhardt, por “todo”, y una mención especial, para la puesta, brillante en las luces y el sonido, impecable, realzando los momentos más importante con una iluminación perfecta, Gustavo Espejo.
Solo me quedan 5 palabras para los 5 Leones y Cía. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!!!
 

Rocanblus