Diez proyectos barilochenses accedieron a las Becas Creación

Diez proyectos barilochenses accedieron a las Becas Creación

María Florencia Caeiro (Arte y transformación social); Arturo Castagnetto (Letras); Mariana Erlijman (Artes visuales); María Victoria González (Audiovisual); Gabriela Herrera (Artes visuales); Hugo Orsili (Letras); Marta Nora Romero (Letras); Leandro Santos Cardoso Do Vale (Artes escénicas); Juan Sisterna (Música) y Fernando Vargas (Patrimonio) son los beneficiados.

Diez proyectos de artistas barilochense accedieron a las Becas Creación del Fondo Nacional de las Artes (FNA). Las iniciativas ganadoras recibirán 50 mil pesos por parte del organismo, que con su otorgamiento persigue desarrollar “una política federal destinada a facilitar la creación y formación de artistas de todo el país”. En el caso local, algunos de los beneficiarios cuentan con considerables trayectorias y otros, gozan de menos renombre entre el público.

María Florencia Caeiro postuló en la categoría “Arte y transformación social” con un proyecto grupal que se denomina “Historias que trae el viento”. Su iniciativa se inscribe en el ámbito de los títeres: “se propone la intervención artística en el territorio como finalidad para crear espacios de socialización y transformación social mediante la expresión artística, específicamente mediante la poética del títere y su narrativa en técnica de caja lambe lambe”, según la descripción que hizo pública el FNA.

A punto de iniciarse una nueva edición de la Fiesta de la Palabra, es una buena noticia que el proyecto “La Patagonia poesía”, de Arturo Castagnetto, esté entre los seleccionados. Si bien es una propuesta individual “consiste en crear y gestionar una página web bilingüe (español – inglés) sobre poesía patagónica”. Incluye la “compilación, selección, digitalización y traducción de poemas y bio-bibliografías de los autorxs seleccionados”.

En el ámbito de las Artes Visuales, obtuvo una de las becas la artista plástica Mariana Erlijman, con “Nonograma”, una iniciativa grupal cuya primera versión pudo apreciarse recientemente en el FAB 2018, categoría Videoarte Instalación. “Este proyecto propone el diálogo de dos lenguajes: el dibujo a lápiz sobre papel y la programación informática de gráficos por computadora. Explora su relación con el objetivo final de constituirse en una secuencia de video-instalación interactiva de gran formato”.

En tanto, María Victoria González tituló “El alma que canta” a su propuesta para la categoría Audiovisual. A partir de la beca, “se realizará un cortometraje de ficción, situado en 1940, que trata sobre una joven que quiere ser cantante de tango pero se encuentra inmersa en un ambiente de represión”, especificó el FNA.

Por fuera del tiempo

En tanto, en el rubro Artes Visuales, también convenció a los jurados “Posibles, por fuera del tiempo”, un trabajo de Gabriela Inés Herrera. Su impulsora pensó en la beca para “financiar la continuidad de la serie de escenas de catástrofes naturales donde aparecen lo bello y lo fatal, lo apacible y lo caótico en simultáneo, delineando una atmósfera de lo posible/imposible y conformar un cuerpo de 10 obras enmarcadas”.

De nuevo en el ámbito de las letras, prosperó asimismo “Disparos en el siglo XIX”, de Hugo Orsili. En este caso, se trata de la “creación y edición de dos libros sobre fotografía argentina del siglo XIX. Uno analiza la fotografía como expresión artística y como documento de desarrollo social, y documenta la historia de los primeros fotógrafos. El otro es una novela sobre los grandes hitos del siglo a través de la vida de un fotógrafo”.

Siempre en el espacio de la palabra como vehículo de expresión artística, Marta Nora Romero accedió al reconocimiento del FNA por “Con su propia luz”. La autora prevé la “escritura de un libro de entrevistas a mujeres residentes en el Parque Nacional Nahuel Huapi y alrededores que abordarán sus sueños y realidades. Asimismo, se documentará su incalculable bagaje de recuerdos orales, fotográficos, recetas traídas o pasadas de madres a hijas, canciones” y demás.

En el rubro Artes Escénicas, Leandro Santos Cardoso Do Vale participó con “Wümul o el último siervo del silencio”. La idea consiste en generar, producir, ejecutar y documentar” el trabajo de ese nombre, “una pieza de danza-teatro o teatro físico que pretende desarrollarse en formato de tríptico coreografiado novelístico”.

Cuando todavía su “Nucha” tiene mucho para dar, Juan Sisterna consiguió la beca para desarrollar un nuevo proyecto: “Paisajes”. El guitarrista y compositor “buscará componer, arreglar, ensayar y grabar un conjunto de canciones instrumentales cuya finalidad es transmitir el entramado que se va armando en torno a paisajes antagónicos. Se trata de cuerdas que buscan dar vida a imágenes sonoras que relatan vivencias, situaciones, momentos”, según la descripción.

Por último, para esta enumeración, pero nunca menos importante, un proyecto de Fernando Vargas se inscribió en la categoría Patrimonio. En particular, se trata de “Aplicación de nuevas técnicas digitales para el registro, análisis, conservación y difusión del patrimonio rupestre del lago Nahuel Huapi. Parque Nacional Nahuel Huapi”. En particular, “se diseñará y aplicará un plan integral de producción y manejo de datos para el relevamiento digital del patrimonio rupestre de las costas del lago Nahuel Huapi y la isla Victoria”. Gran iniciativa.

Los jurados

Para “Arte y transformación social”, el jurado se conformó con Valeria Atela, María Lacau y Vilma Rodríguez. Sus colegas de “Artes audiovisuales” fueron Juan Villegas, Agustina Llambí Campbell y Diego Lerer. En tanto, para “Artes escénicas” deliberaron Mariano Stolkiner, Griselda Montenegro y Mónica Yuste. El terceto que decidió en “Artes visuales” se conformó con Florencia Fernández Frank, Ana María Batistozzi y Max Canle.

En “Letras”, se desempeñaron Pablo Pazos, Hinde Pomeraniec y Ricardo Romero. En “Música”, hicieron otro tanto Mauro Ciavattini, Leonardo Álvarez y Haydeé Schvartz. Por último, para las secciones en las que se designaron ganadores a trabajos barilochenses, en “Patrimonio” deliberaron Susana Mesquida, Alberto Petrina y Luis María Gorodner.

Cultura Barilochense