Se presentó "El Grito de Wenuleo", la revista de la Sala de Ensayo Comunitaria “Dengün Piuke”

Se presentó "El Grito de Wenuleo", la revista de la Sala de Ensayo Comunitaria “Dengün Piuke”

 Con la excusa de la IV Fiesta de la Palabra, se presentó esta nueva publicación editada íntegramente por los jóvenes que conforman este espacio. Además de exponerse varios ejemplares del primer número en el SCUM, la banda OID fue quien tuvo la responsabilidad de representar a sus pares durante la apertura de este evento.

La iniciativa surgió desde el taller de literatura que se brinda gratuitamente en la sala ubicada en las instalaciones del ex- Dinara en Quaglia y Ruta 40. Este espacio surgió hace casi dos años de la necesidad de las jóvenes bandas de contar con un lugar para realizar sus ensayos, y de esta manera poder progresar con sus proyectos.

Depende de la Dirección de Promoción Social de la Secretaria de Desarrollo Social, Cultural y Deportivo de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche, quien coordina a la comisión integrada por los propios usuarios que determinan las pautas de uso del espacio, con el objetivo de que así desarrollen sus capacidades de autogestión.
En este recorrido se fueron sumando propuestas como clases de canto, de sonido, mural y pintura, y de literatura, con recursos provistos por la Subsecretaría de Cultura y la Escuela Municipal de Arte La Llave.

Fue de ese semillero que surgió la idea de diseñar una nueva forma de visibilidad de la Sala de Ensayo Comunitaria, a través de un fanzine, el cual desean poder publicar uno por mes. Para ello, se reúnen los martes DE 13,30 A 16 horas, y además cuentan con un buzón donde se pueden dejar anotadas ideas y mensajes, "para que puedan participar la mayoría de los que asistimos al lugar".
El nombre salió luego de varias propuestas, y quedó el “Grito de Wenuleo” porque “creemos que refleja la fuerza de nuestra voz, y también se relaciona con lo que significa Dengün Piuke en mapuzungun, además, de mencionar el lugar al cual pertenecemos la mayoría, ”, refiriéndose a los barrios de la zona sur de la ciudad.

El día de la apertura de la IV Fiesta de la Palabra fue presentado el primer número, no solo a través de la exposición de ejemplares en la feria que se realizó en el SCUM sino con el toque de la banda más joven que ensaya en la Sala, OID, integrada por José Azar en primera guitarra, Lautaro Rubilar en segunda guitarra, Ramiro Vargas en la batería y Félix Millalonco en el bajo.

Por otro lado, es la primera de las entrevistas que conforma la reciente edición realizada esta vez por Federico Inalef. Entre los párrafos se cuenta la historia de este grupo que se inició en el taller de bandas del CEM 2. Sus integrantes tienen entre 15 y 16 años, y “resuenan dentro de las paredes de la sala todos los miércoles”.

A continuación transcribimos la entrevista completa que se puede leer en el primer número de “El Grito de Wenuleo”

José Azar en primera guitarra, Lautaro Rubilar en segunda guitarra, Ramiro Vargas en la batería y Félix Millalonco en el bajo, conforman OID, una de las bandas más recientes de la sala. Originalmente formada en el taller de bandas del Cem 2, estos cuatro compañeros de 16 y 15 años resuenan dentro de las paredes de la sala todos los miércoles.
-Buscamos explotar nuestro potencial dentro de este espacio- dice Félix, quien fue la persona por la cual conocieron la sala, siendo éste becado desde el CAAT N° 7 y direccionado hacia Dengün Piuké en busca de un horario para poder ensayar.
La historia del nombre de OID, proviene de una broma interna de los integrantes de la banda, de Ramiro particularmente, quien en un ensayo quiso dibujar en sus dedos las letras de D.I.O, fallecido ex cantante de Black Sabbath, y al verse volteadas y modificadas, dio lugar al nombre actual.
OID, con su estilo punk, expresa cultura, variedad, sentimiento; buscando desestresarse e identificarse.
José y Lautaro recorren varios kilómetros para asistir a cada ensayo, ya que provienen de los barrios Casa de Piedra y Jamaica, respectivamente.
Félix siente amor por lo que hace. -Lo hacemos por cariño. Definitivamente la música nos eleva, nos desconecta. Buscamos a través de nuestros instrumentos transmitir nuestra alegría por tocar.
Sobraban las palabras de agradecimiento hacia la sala, el espacio, la oportunidad gratuita ofrecida, al esfuerzo en conjunto de todos por mantenerla, el acceso a los equipos e instrumentos, entre otras cosas.
-Gracias por el lugar, y ojalá que algún otro grupo llegue a conocer el espacio.

Soledad siempre me cubres con tu manto
Me escuchas inclusive cuando rompo en llanto
Mi vida ha perdido por completo su encanto
No he escrito en esta página y todo quedó en blanco.

Fragmento de canción sin nombre

Fede Inalef.

Cultura Barilochense