La sociedad irracional Por Carrera de Historia del Centro Regional Universitario Bariloche (Universidad del Comahue)

La sociedad irracional Por Carrera de Historia del Centro Regional Universitario Bariloche (Universidad del Comahue)

Los abajo firmantes, estudiantes de la Carrera de Historia del Centro Regional Universitario Bariloche (Universidad del Comahue), junto a la coordinadora de la carrera, queremos manifestarnos públicamente ante los lamentables hechos de violencia ocurridos en los últimos días en nuestra ciudad, sobre los que se han emitido múltiples interpretaciones desde sectores de la sociedad diferencialmente afectados por la realidad socioeconómica que vive el país y en particular Bariloche. No hay dudas de que vivimos en una sociedad irracional, con un capitalismo que deja al margen del acceso de muchos recursos a la mayor parte de la población. Esto no es novedad; hace siglos que venimos sacrificando, incluso literalmente, a unos para beneficiar a otros, desde los pueblos originarios hasta los sectores de menores recursos que hoy forman la clase excluida.
Bariloche no escapa a esto, aquí se pueden ver los mayores extremos en cuanto al acceso diferencial a los recursos económicos y culturales, en Bariloche REALMENTE hay mucha gente que no la pasa bien; que pasa frío en invierno, que no come lo suficiente, que no tiene un empleo digno, que no accede a muchos beneficios culturales, sociales y económicos habituales para otros sectores de la población, todo lo cual les impide realizarse como desean.
Nuestra sociedad es profundamente desigual; está fragmentada socio-espacialmente y no hay que esforzarse mucho para ver esa realidad. La primera tarea en ese sentido es RECONOCERLO, hablar de ello y buscar soluciones, dejar de ocultar, dejar de silenciar; ser críticos de nosotros mismos, aunque nos escuchen los turistas. Y llegar a ese punto implica pensar históricamente, entender que los hechos del presente devienen de procesos previos socioeconómicos, políticos y, fundamentalmente, ideológicos.
Los últimos acontecimientos en Bariloche no hacen más que recordarnos esto; se desata la violencia que engendra violencia, y violencia en este contexto significa INSATISFACCIÓN SOCIAL por un lado e INDIFERENCIA ESTATAL Y SOCIAL por el otro, …, y deben ser grandes para que suceda lo que está sucediendo. Aunque no avalamos ningún tipo de violencia, repudiamos particularmente la represión y las diversas formas de violencia estatal, como la exclusión y la falta de políticas sociales, que se materializan en hechos como los que hoy estamos viviendo, con la muerte de tres jóvenes barilochenses.
Es necesario reflexionar entonces: ¿qué rol nos cabe a cada uno de nosotros en la urgente realidad social?; ¿que responsabilidad le toca al gobierno provincial, a los legisladores, a las autoridades municipales, a los empresarios y a los diferentes sectores de la sociedad, incluidos nosotros mismos como estudiantes de Historia?, ¿Será una solución únicamente encarcelar a los culpables de esas muertes?, ¿lo serán las medidas que se lleven adelante para “pacificar” a la población?, consideramos que no; el debate es mucho más profundo e implica una real y efectiva participación y autocrítica de la sociedad en su conjunto.

Miguel Anfusso, Daniela Gineste, Laura Méndez (16295168, coordinadora docente), Gabriel Szmulewicz (12890603), Silvana López (17572866), Cristina Crispens (28189344), Gloria Rubessa, Miriam Griffa, (11891677), Gabriela Angaut (16392333), Claudia Baum (14680601), Natalia Cano (22471402), Elina Donati, Eduardo Bessera (graduado), Gerardo Schultz (10431077), Mercedes Palavecino (11806212), María E. Nally (20617708), Claudia Farfán (16060449), Ricardo Gaussman (12583264), Ana M. Quintanilla (12714348), Laura Roncati (23801846), Emilce Parente (25426051), Marisa Casarín (16968937), María G. López Echevarri (16053509), Mariano Chiappe (23424629), María López Alfonsín (14519711), Daniel Pukas (20430662), Teresa Schunk, Silvia Contreras (18725023), Viviana Fernández (21151908), Maximiliano J. Lezcano (21573892), Sergio Cabrera y Fanny Caro Torres (18763762).

Opinión / Correo de lectores